¿Cómo surgió la imagen negativa de Pío XII?
¿CÓMO SURGIÓ LA IMAGEN NEGATIVA DE PÍO XII?
J. D. VELASQUEZ
Cuando Pio XII murió, el mundo entero lloró su tránsito a la casa del Padre, los católicos nos enorgullecíamos de este papa grande y las comunidades hebreas manifestaban abiertamente su aprecio y reconocimiento por haber salvado a muchos judíos de la deportación y de la muerte. El presidente estadounidense Eisenhower –de confesión presbiteriana– declaró: “El mundo ahora es más pobre después de la muerte del Papa Pío XII. Su vida ha estado enteramente dedicada a Dios y a servir a la humanidad”. Golda Meir, ministra israelí de Asuntos Exteriores, dijo: “Lloramos a un gran servidor de la paz que levantó su voz por las víctimas cuando el terrible martirio se abatió sobre nuestro pueblo”. El político de izquierda y ex primer ministro francés Mendès-France –de origen judío- afirmó: “Quienquiera que se ha acercado al Papa se ha asombrado por su valor como estadista, cuya acción se extiende sobre uno de los periodos más dramáticos de la historia. No se puede olvidar que en el ardor de su fe, la adhesión a la paz fue uno de los constantes valores de su pontificado”. El rabino jefe de Londres, doctor Brodie, en un mensaje enviado al arzobispo de Westminster, escribió: “Nosotros miembros de la comunidad judía, tenemos razones particulares para dolernos de la muerte de una personalidad que, en cualquier circunstancia, ha demostrado valiente y concreta preocupación por las víctimas de los sufrimientos de la persecución”. El mariscal Bernard Law Montgomery –protestante convencido- declaró al diario Sunday Times: “Siento un inmenso respeto y admiración por Pio XII. Era un hombre sencillo y amigable que irradiaba amor y caridad.” Incluso el liberal gobernador del Estado de Nueva York, Haverell Harriman, afirmó: “Como ningún otro hombre de nuestro tiempo y como pocos hombres en la historia, ha sabido asumir en la santidad los principios de la humanidad”.
¿Qué pasó para que tan solo unos pocos años después comenzara a circular la leyenda negra de su supuesta pusilanimidad y colaboración con el régimen nazi? Y es que no deja de sorprender que solo cinco años después de su muerte una pieza teatral estrenada en Berlín el 20 de febrero de 1963 haya conseguido trocar la opinión, y así, el que hasta entonces había sido considerado un gran hombre y un gran Papa, se convertía de repente en un personaje oscuro y mezquino al que se acusaba de cinismo, oportunismo y filonazismo, culpable de un silencio y una pasividad cómplices de la Shoah.
Die Stellvertreter (El Vicario), del joven y hasta ese momento desconocido autor protestante alemán Rolf Hochhuth, era una anodina y sencilla obra de ficción que puede ser resumida así: un jesuita, el P. Ricardo Fontana se entera por un S.S, el teniente Kurt Gerstein, que Hitler se dispone a exterminar a los judíos. El religioso recorre Roma con el fin de suplicar al Papa que haga una declaración pública. Pio XII se niega. El P. Fontana se coloca entonces una estrella amarilla en la sotana y se va a morir a un campo de concentración nazi. En la obra también se afirma con desparpajo que muchos Jesuitas eran miembros de las S.S y que Himmler era admirador de la orden. También se afirma que solamente la Iglesia católica sabía lo de los campos de exterminio y a pesar de esto calla y guarda silencio. Se cuenta que los católicos consideraban a Hitler como un salvador, además que Pio XII era abiertamente admirador del Fuhrer. Todo esto en abierta contradicción a lo que podemos comprobar históricamente.