El «cristianismo secular», por Servais Pinckaers, O.P.

La apertura radical al mundo

Históricamente, el fenómeno se manifestó como una interpretación, que quería ser radical, de la apertura al mundo preconizada por el Concilio Vaticano II: el paso de una Iglesia a la defensiva y en la lucha con un mundo hostil, y por consiguiente llena de desconfianza respecto de todo lo que el mundo ofrece y representa, a una Iglesia que se esfuerza en dialogar con el mundo y que comienza por escucharlo al reconocer los valores que persigue: la libertad, la justicia, las ciencias y las técnicas, las ideas filosóficas, todo lo que, en una palabra, contribuye a la construcción del mundo moderno. Esta apertura de las puertas de la «fortaleza» eclesiástica introdujo entre los católicos las principales corrientes de pensamiento y de acción contra las cuales se les ponía antaño en guardia: el liberalismo de pensamiento y en la educación, el socialismo y el marxismo, el positivismo junto con las ciencias históricas y humanas, la filosofía idealista y existencialista, la fenomenología, la desmitologización en la exégesis, etc.

El diálogo y la confrontación del pensamiento cristiano con estas corrientes modernas son necesarios y no se puede negar que puedan aportar beneficios, pero el peligro vino de una falta de preparación, de una formación intelectual o de un arraigamiento de fe insuficientes en muchos, especialmente en el clero. La apertura realizada fue una brecha en un dique de la que brotó un chorro poderoso, irresistible, que amenaza llevárselo todo a su paso.

El cambio fue profundo y se generalizó rápidamente. Alcanzó a todos los ámbitos de la vida cristiana y de la teología, particularmente a la enseñanza de la moral. Algunos fueron llevados, de este modo, a una reinterpretación de los lazos entre la Iglesia y el mundo que modificaba radicalmente sus relaciones tradicionales: ya no una Iglesia frente al mundo, aunque fuera en diálogo con él, permaneciendo a una cierta distancia, sino una Iglesia en el mundo y para el mundo, comprendida a partir de los valores que él promueve y que se presenta como servidora del mundo. Se llegó incluso a una inversión de las relaciones entre el mundo y Dios: se aceptó la constatación nietscheana de «muerte de Dios», o, al menos, del Dios «del que se tiene necesidad», y se proclamó que el mundo había llegado a ser «adulto» y capaz de resolver sus problemas solo, con perfecta autonomía. Éste es el mundo «secular». En consecuencia, se quiere encontrar a Dios no fuera, más allá o por encima del mundo, sino en el seno del mundo de los hombres, en el servicio del hombre. La eliminación de la separación entre Dios y el mundo acompaña a la supresión de la distancia entre la Iglesia y el mundo. El cambio se podría expresar de este modo: la primacía es otorgada a partir de ahora al segundo mandamiento de Dios, el amor al prójimo, que lleva consigo el amor a Dios. La generosidad cristiana se fija en el hombre, en el servicio del hombre. El «cristianismo secular» se manifiesta, pues, como un humanismo antropocéntrico. Pero nos podemos preguntar si esta generosidad, por real que sea en sus comienzos, no ha dado la espalda, inadvertidamente, a su fuente principal, si encontrará en el corazón del hombre de qué alimentarse suficientemente, si sabrá mantenerse en la vorágine y en las duras contradicciones en que se debate el mundo moderno.

Servais (TH.) Pinckaers, O.P. Las fuentes de la moral cristiana. EUNSA, tercera edición, pp. 365 - 366

11 comentarios

  
Saulo Medina
Isaac: como ya me he acostumbrado a que no me respondas, no tengo problema en volver a preguntarte:
Vas a responder las preguntas que se te hacen a través de los comentarios? En caso contrario me permito sugerirte que nos cuentes, a qué cosas respondes y a cuáles no.
23/06/11 12:08 AM
  
josé
dialogar con el mundo sin perder nuestra identidad cristiana.
23/06/11 8:43 AM
  
Martin Ellingham
Siempre interesante el gran Pinckaers. Ojalá se lo leyera y se entendiera a fondo su crítica al nominalismo, porque es el padre del obediencieguismo voluntarista actual.

Saludos.
23/06/11 11:43 AM
  
solodoctrina
Es evidente que Pinckaers miente. Decir que el Beato Juan XXIII con su excelente convocatoria y la realización del Concilio Vaticano II en sus esquemas "introdujo entre los católicos las principales corrientes de pensamiento y de acción contra las cuales se les ponía antaño en guardia: el liberalismo de pensamiento y en la educación, el socialismo y el marxismo, el positivismo junto con las ciencias históricas y humanas, la filosofía idealista y existencialista, la fenomenología, la desmitologización en la exégesis, etc." es un auténtico disparate que demuestra la falta de comprensión y, tal vez, la falta de la mera lectura de los documentos allí aprobados por los 2450 Padres Conciliares más el Papa.

En efecto, si hay algo que se le imputaba reiteradamente al concilio es su falta de "intelectualismo" -lo mismo que se le reprochaba a la persona de Juan XXIII, eficaz pastor por cierto- y ello descarta que el concilio haya sido un tratado para introducir a los católicos "cartapacios" intelectuales, como quiere hacernos creer Pinckaers.

Por el contrario, la falta de intelectualismo de Juan XXIII y del concilio por él convocado consistió en dejar lado la actitud de reducir el cristianismo a un sólo libro y a un sólo autor o sustituirlos por otros, y ponerse un rato a contemplar al realidad, a ejercitar directamente sobre ella el pensamiento, abandonando así la ortopedia mental multisecular, eso que Pinckaers llama la «fortaleza» eclesiástica .
23/06/11 5:32 PM
  
luis
No contentos con haber colapsado a Infocatólica, los neocones quieren cargarse ahora el blog de Isaac. Lamentable.
23/06/11 6:34 PM
  
luis
Por cierto, para insultar a uno de los mas eximos teólogos morales del siglo XX no basta con pasar y tocar la flauta por casualidad, como el borrico de la fábula.

Hace falta ser burro.
23/06/11 10:58 PM
  
Isaac García Expósito
Saulo Medina: efectivamente contesto a lo que puedo/quiero. No estoy todo el día colgado al ordenador. Menos, hoy. En Sevilla se sigue manteniendo la costumbre de celebrar la procesión del Corpus Christi. Todo un canto a la esquizofrenia que hay en la Iglesia, donde los fieles han mantenido la procesión del Cuerpo de Cristo el día tradicional, mientras que la Iglesia lo ha trasladado al Domingo.

solodoctrina: Pinckaers no dice lo que usted afirma. Y lo de un solo libro y un solo autor, ¿quiere decir usted, la Biblia y Dios? ¿O de qué estamos hablando?

Hablar de ortopedia mental en la Iglesia anterior al Concilio Vaticano II es, sencillamente, pura ignorancia.
23/06/11 11:05 PM
  
Semper Fidelis
Bueno, solodoctrina, dejemos que los muertos entierren a los muertos. En los EEUU, antes de la declaración de la "libertad religiosa", había 100 000 conversiones de protestantes a la Santa Iglesia. En unos cien años , EEUU hubiera sido un país mayoritariamente católico.
Despúes, desaparecieron esas conversiones y ahora se revierte, yéndose esos 100k+ de católicos a las sectas protestantes herejes. No culpo a los que se convierten, están hambrientos de pan espiritual y lo toman donde lo hayan, ante el abandono descarado de sus pastores.
No hay que matar al mensajero. Ni meter la cabezota en la arena, solodoctrina.
24/06/11 1:34 AM
  
Saulo Medina
Gracias, Isaac, por tu respuesta. No entendí si algún día nos expresarás tus puntos de vista respecto a las preguntas que te hacemos en los comentarios a tus post, o si nos indicarás sobre cuáles temas estás dispuesto a debatir o cuáles no.

Debo decir que para muchos, me incluyo en primera fila, sería de gran enseñanza que nos compartieras tus ideas respecto a lo que te hablamos.

Dios te bendiga y a tu familia también.
24/06/11 2:54 PM
  
Isaac García Expósito
Saulo: pues muchas gracias.
24/06/11 6:37 PM
  
Martin Ellingham
Una carta inédita del genial Pinckaers:

http://sergiorcastano.blogspot.com/2011/06/una-carta-del-mayor-teologo-moral.html?spref=fb

Saludos.
24/06/11 11:51 PM

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