La generación humana vive siempre con el retrovisor colocado y mirando por él. Es cierto que somos herederos de nuestro pasado. Pero estar pegados al ayer inmediato es excesivo, y nos puede convertir en estatuas de sal como le pasó a la mujer de Lot.
Ayer en un diario italiano le hicieron una entrevista al escritor nacido en la provincia de Jaén, en la ciudad de Úbeda, don Antonio Muñoz Molina. Se puede leer pinchando aquí:
Su afirmación más clara es que no se puede utilizar el asunto de la memoria histórica en el sentido en que lo hace el zapaterismo reinante, porque está consiguiendo que el enfrentamiento entre los españoles sea absoluto y se vaya ampliando con tan mala intención que el odio entre las personas está levantando muros de incomprensión verdaderamente difíciles de tirar al suelo alguna vez.
Caminando por la red me encuentro que uno de los novelistas más queridos por mí, cuyas obras me las he leído de cabo a rabo desde mis años de estudiante universitario, también, ha entrado en el “revisionismo” propio de sociedades inquisidoras y capaces de destruir, cuando ya hace casi cuarenta años que la persona está muerta, y ya no se puede defender.
Se trata del novelista Gustavo Martínez Zuviría, alias Hugo Wast, nacido en 1883 y fallecido en 1962 en Argentina. Ahora le han descubierto, en una de sus obras, restos de antisemitismo. Este gran escritor argentino era un católico convencido y activo. Sus obras están llenas de amor al hombre, a cualquier persona humana, libre de todos los “ismos” existentes en su vida y anteriores a él.
Todo lo pueden encontrar pinchando aquí.
Traigo, hoy, este asunto al blog, porque personalmente estoy en contra de todo revisionismo histórico; estoy contra todas las prohibiciones que no estén reguladas en los marcos de la legalidad civil y la eclesiástica; estoy harto de tantas sandeces que se están haciendo reescribiendo la historia; y veo que esto no es solamente una enfermedad fruto del zapaterismo reinante en España, sino que por tierras hermanas argentinas también están removiendo la inmensa obra literaria de Hubo Wast, que era como aparecía en el fichero de búsqueda de sus obras en la biblioteca pública, donde acudía desde joven a recoger una obra, cuando me había embaulado la anterior.
Lanzo un grito contra todo revisionismo. Amo la libertad de los hijos de Dios que es la que me lleva a creer que el único juez de mi conducta lo ponga solamente en el Señor. Los jueces humanos se equivocan y mucho más cuando lo hacen mirando por el espejo retrovisor de la historia.
Tomás de la Torre Lendínez
