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2.09.09

Recorte de personal en la Cope

Desde la sede central de Madrid de la empresa Cope se ha enviado a las emisoras locales la siguiente orden: Conforme vayan caducando los contratos por temporada de los colaboradres que cobran, no se renovarán a nadie; los colaboradores voluntarios seguirán haciendo su papel en las emisoras, si así lo desean.

Tal decisión ya se ha puesto en marcha con todos los contratados de temporada, cuyo contrato expirase el 31 de agosto pasado. Han sido puestos en la calle. Muchos de ellos llevaban años siendo contratados por temporada, trabajando en los diversos sectores de la radio, como los servicios informativos locales o puestos similares.

Muchos de estos extrabajadores contratados de Cope son personas jóvenes, que apoyados en la bonanza económica durante largos años de la etapa anterior, han contraido matrimonio, han tenido hijos, se han hipotecado como la mayoría de los españoles, y esperaban que si la empresa hubiera ido por el buen funcionamiento que llevaba, pues serían hechos fijos de plantilla en la cadena.

El número de afectados se puede calcular sabiendo que, según aparece en la web oficial de la empresa son cincuenta las provincias o ciudades donde Cope tiene sede; si en cada una de ellas hubiera un contratado por temporada o dos, más de cincuenta personas han ido e irán en próximas fechas a la calle.

Mientras, en la etapa que la cadena ha comenzado no le ha dolido sacar la chequera para contratar: tertulianos, comentaristas, coladoradores, puntilleros, animadores, humoristas, frikis….y gente que diga la hora cada minuto que pasa. Es la radio “coral". Son los miembros del “coro".

Y esto solo ha sido al empezar. ¿Qué ocurrirá dentro de unos meses?. Aquí seguiremos para contarlo.

Tomás de la Torre Lendínez

Acabo de recibir el siguiente correo electrónico:

“Buenas tardes:

Deseo expresar mi testimonio de lo que usted dice aquí. Yo soy una de las personas que no le han renovado el contrato por temporada. Estoy casado y tenemos un hijo. Estamos hipotecados por la vivienda. Mi esposa tiene trabajo fijo en una empresa de materiales de construcción.

Yo llevaba en la Cope hasta el 31 de agosto. Hacía información general y deportiva. He estado contratado durante los últimos quince años, estuve de becario y al terminar los estudios me contrataron.

Deseo dejar clara una cosa: la Cope va camino de su extinción tanto económica, como profesionalmente. No puedo decir nada más. La congoja me ahoga la garganta y me tiemblan los dedos ante el teclado. Gracias por colgar esto. Adiós. Francisco.”

1.09.09

Los falsos mercaderes de Roma

La historia del periodismo es muy interesante para los lectores de todos los tiempos. Aquellos gacetilleros, reporteros de calle, entrevistadores, dibujantes, cronistas de sociedad…..dieron paso a redactores de periodismo de investigación, a encargados de las diversas secciones de los actuales periódicos de papel: local, nacional, internacional, deportes, sociedad, cultura y…..religión, que fue asumida por sociedad, porque así lo mandaron los masones de turno.

A la Iglesia se acercó el periodismo y ésta a éste con motivo del Concilio Vaticano II, donde el caudal informativo de aquella gran asamblea episcopal tenía que llegar rápido al pueblo de Dios. Tanto fue este acercamiento que el mismo Concilio escribió uno de sus documentos sobre la maravillosa fuerza de los medios de comunicación y la pastoral que había que ejercer la presencia eclesial en ellos.

Aquellos años dieron excelentes periodistas que contaron lo sucedido en el aula conciliar. Aquel libro titulado “Un periodista en el Concilio” fue cabecera de muchos plumillas que después han sido. Su autor, José Luis Martín Descalzo sigue escribiendo en el cielo.

En Italia, donde la prensa escrita es numerosa en cabeceras, nacieron unos tipos dedicados a rastrear las noticias vaticanas. Siempre fueron personas de categoría en el escribir con contraste de fuentes informativas y con seriedad profesional a prueba de todo. Todavía, algún joven corresponsal español, busca a los viejos maestros para aprender el oficio de ser voz de los sucesos y noticias nacidas en la cabeza de la Iglesia Católica.

La llegada de Internet ha parido a unos indocumentados que sin ton ni son, se han autoproclamado: “periodistas vaticanistas", o esto más serio: “vaticanólogos". La mayoría no dispone de la carrera de periodismo. Son simples arribistas que ante un ordenador fabulan sobre el futuro de la Iglesia: adelantan los nombramientos de la Santa Sede pegándose, a veces, unas costaladas enormes; escudriñan las líneas del pensamiento de los documentos vaticanos buscando siempre la grieta lingüistica por donde meter la mano y sacar unos titulares sensacionalistas que no dicen nada, pero que son pedradas en los ojos de la estatuas de Pedro y Pablo que presiden la fachada de la Basílica; sueñan con cambios en la liturgia eclesial, que luego le desmienten, pero que, inasequibles al desaliento, vuelven a remachar; tratan, y a veces, lo consiguen de “pillar” al mismo Papa en diálogo abierto para colocar un titular por la escuadra de los periódicos, mantenidos económicamente por la izquierda metal y política del mundo entero.

Y, como esta izquierda está también dentro de la misma Iglesia, pues estos “adivinos” ante la pantalla de su ordenador siguen encontrando a otros “minores” que les vocean y plantan en noticia sus elucubraciones sobre el presente y futuro eclesial.

Nosotros deseamos, hoy, describir a estos mercaderes de falsas noticias. Y los lectores que aprendan a distinguir entre el buen producto y el averiado. Solamente esto, que ya es bastante.

Tomás de la Torre Lendínez