Volvemos a la escuela italiana. Monseñor Renzo Fratini acaba de ser nombrado nuncio de Su Santidad en España. Hace el número 102 de los nuncios del Papa en tierras hispanas.
A este Nuncio le damos la bienvenida. Pero a la vez le recordamos los deberes que le esperan que son muchos y de filo cortante:
- La primera misión está en cubrir las vacantes de las diócesis españoles. Unas, porque llevan años con obispos caducados y pasados de fechas. Y otras, porque deben cambiar para que el escalafón no esté tan detenido como ha pasado en los últimos años.
- La segunda misión que espera a monseñor Fratini, es la relación con el gobierno de España, tanto en asuntos jurídicos, por ejemplo, la próxima ley de libertad religiosa, como saber mantener en alto los Acuerdos entre la Santa Sede y España, tanto en su letra, como en su espirítu.
- La tercera misión pasa por una sana relación con la Conferencia Episcopal, con su presidente, con la comisión ejecutiva, y con toda la plenaria.
- La cuarta misión está en luchar por la defensa de la vida humana, dentro de la legislación que el gobierno tiene en el telar del parlamento español.
Creemos, conociendo su trayectoria diplomática al servicio de la Santa Sede, que monseñor Fratini, tendrá más ganas de trabajar que su antecesor y que lo hará mejor. Su nombramiento es un gran salto en su biografía.
Su experiencia en tierras donde el pluralirsmo religioso y étnico es variado, creemos que le puede ayudar para saber navegar por las procelosas aguas de la ilusión de la Alianza de Civilizaciones, proyecto amparado y querido por el presidente del gobierno actual.
Además, monseñor Fratini, habiendo servido en pueblos del tercer mundo, nos podrá ayudar a saber vivir con la pobreza y sus consecuencias, dentro de la crisis económica tan brutal como la que estamos viviendo, que está llenando de pobres los servicios de Cáritas de la Iglesia española.
Por lo tanto, sea bienvenido y le deseamos que el Señor le ayude en su nueva misión en España, le hará mucha falta.
Tomás de la Torre Lendínez
