Carta abierta a mi nuevo Arzobispo
Es oficial, nos han nombrado Arzobispo!
Estoy agradecida con el Señor de que, finalmente, nos nombran Arzobispo.
Lo he sabido por la publicación que ha hecho la página en facebook de la Arquidiócesis de San José. Hasta el momento no he visto la noticia oficial de la Santa Sede.
Pido a Dios Todopoderoso ilumine a nuestro pastor sobre todo en este tiempo que exige de él una atención cariñosa, firme y coherente hacia las necesidades del clero pero también de los fieles que necesitan de su presencia en el ámbito público y de su guía ante las gravísimas amenazas que a nuestros valores se nos abalanzan en forma de ideología.

Este es un tema delicado, sin embargo, dada la gran cantidad de católicos que me consultan sobre cómo promover en sus parroquias la misa tridentina he pensado que sería oportuno ofrecer algunas pistas.
Salido papá de su primer ingreso del hospital me dijo un día: - “Ya solo me queda esperar la muerte ya que, enfermo como estoy, no soy de utilidad para nadie”.
Es cierto, poquitos, muy poquitos van siendo los católicos quienes, habiendo descubierto la riqueza litúrgica milenaria de la Iglesia hemos manifestado deseos de conocerla a profundidad para vivirla plenamente.
Les confieso que, de primera entrada, me resultan un shock algunas acciones de nuestro amado Papa como –por ejemplo- el que