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18.12.19

La batalla contra el aborto en Costa Rica (II) Tenemos obispos como Dios manda!

No creo que haya sido fácil para ellos llegar a la estatura espiritual e intelectual a la que han llegado con el más reciente Comunicado de la Conferencia Episcopal de Costa Rica ante el Decreto Ejecutivo Norma Técnica para el procedimiento médico vinculado al Artículo 121 del Código Penal  firmado hace pocos días por el presidente Alvarado.

Digo que no ha sido fácil no solo porque de los ocho obispos con su obispo auxiliar no tienen ni una década de haber sido nombrados, es más, la mayoría ha sido nombrada en los últimos cinco años por lo que, habiendo salido de donde estuvieran, no cabe duda de que se han dejado llevar por el Señor quien les ha marcado paso redoblado hasta el día de hoy en el que, finalmente, demuestran como una sola voz su amor al Evangelio, a la Iglesia y a las almas.

No solo realizaron en pocos dias un análisis exhaustivo y profesional del texto de la norma técnica sino que han procedido a indicarnos puntualmente la doctrina en cuanto quienes, de los católicos favorezcan el aborto y lo realicen, no deben comulgar; haciendo eco de la Carta del Cardenal Ratzinger a los Obispos de Estados Unidos en junio del 2014, la que transcribo al final de este artículo.  

La prensa, como es obvio, ha reducido el documento únicamente a “prohibición para comulgar”; sin embargo, es lo que muchísimos católicos pedíamos ya que comprendemos que, mientras no se llame al pecado por su nombre, no solo habrá confusión entre los católicos sino división y, como si fuera poco, muchas almas estarían colocándose ante grave peligro, incluidos los obispos y presbíteros, en caso de que se hubiesen tardado en esclarecer la doctrina.

Enhorabuena, amados obispos!  
No solo el Señor escucha nuestras oraciones por ustedes sino que María Santísima los cuida al punto de alcanzarles la gracia para ser verdaderos padres.

Gracias por escuchar la súplica de sus hijos.
Con amor filial seguiremos sus pasos.  

Deo omnis gloria!

                                                                – o –

Dignidad para recibir la Sagrada Comunión

Principios Generales

1. El presentarse para recibir la Sagrada Comunión debería ser una decisión consciente, basada en un juicio razonado respecto de la propia dignidad para hacerlo, según los criterios objetivos de la Iglesia, haciéndose preguntas como: “¿Estoy en plena comunión con la Iglesia Católica? ¿Soy culpable de algún pecado grave? ¿He incurrido en una pena (p.ej. la excomunión, el entredicho) que prohíbe que reciba la Sagrada Comunión? ¿Me he preparado ayunando por lo menos una hora antes?” La práctica de presentarse indiscriminadamente a recibir la Sagrada Comunión, simplemente como consecuencia de estar presente en la Misa, es un abuso que debe ser corregido (cf. Instrucción Redemptionis Sacramentum, números 81, 83).

2. La Iglesia enseña que el aborto o la eutanasia son pecado grave. La Carta Encíclica Evangelium vitae, respecto de decisiones judiciales o leyes civiles que autorizan o promueven el aborto o la eutanasia, declara que existe “una grave y clara obligación de oponerse por la objeción consciente. …En el caso de una ley intrínsecamente injusta, como una ley que permite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito por tanto obedecerla, o ‘participar en una campaña de propaganda a favor de tal ley o votar por ella’” (n. 73). Los cristianos tienen “una grave obligación de conciencia de no cooperar formalmente en prácticas que, aún permitidas por la legislación civil, son contrarias a la ley de Dios. En efecto, desde el punto de vista moral, nunca es lícito cooperar formalmente con el mal. …Tal cooperación nunca puede ser justificada invocando el respeto a la libertad de otros o apelando al hecho de que la ley civil lo permite o lo requiere” (n. 74).

3. No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.

4. Aparte del juicio de un individuo respecto de su propia dignidad para presentarse a recibir la Santa Eucaristía, el ministro de la Sagrada Comunión se puede encontrar en la situación en la que debe rechazar distribuir la Sagrada Comunión a alguien, como en el caso de un excomulgado declarado, un declarado en entredicho, o una persistencia obstinada en pecado grave manifiesto (cf. Can. 915).

5. Respecto del grave pecado del aborto o la eutanasia, cuando la cooperación formal de una persona es manifiesta (entendida, en el caso de un político católico, como hacer campaña y votar sistemáticamente por leyes permisivas de aborto y eutanasia), su párroco debería reunirse con él, instruirlo respecto de las enseñanzas de la Iglesia, informándole que no debe presentarse a la Sagrada Comunión hasta que lleve a término la situación objetiva de pecado, y advirtiéndole que de otra manera se le negará la Eucaristía.

6. Cuando “estas medidas preventivas no han tenido su efecto o cuando no han sido posibles”, y la persona en cuestión, con obstinada persistencia, aún se presenta a recibir la Sagrada Comunión, “el ministro de la Sagrada Comunión debe rechazar distribuirla” (cf. Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos “Sagrada Comunión y Divorcio, Católicos vueltos a casar civilmente” [2002], números 3-4). Esta decisión, propiamente hablando, no es una sanción o una pena. Tampoco es que el ministro de la Sagrada Comunión está realizando un juicio sobre la culpa subjetiva de la persona, sino que está reaccionando a la indignidad pública de la persona para recibir la Sagrada Comunión debido a una situación objetiva de pecado.

14.12.19

La batalla contra el aborto en Costa Rica (I)

Ni siquiera pretendo que esto sea noticia porque ya no lo es nada referente a la avanzada con la que nos vienen imponiendo el aborto en Latinoamérica.

Nada más ofreceré el contexto y la información pertinente para entender el presente, en cuanto sea posible ya que, de todas formas, en situación de guerra, lo que se describa no es nada más que parte del proceso hacia la victoria o la muerte.

Costa Rica posee una ley para que los médicos puedan practicar el aborto cuando la vida de la madre corre grave peligro. Se viene practicando hace años sin mayor novedad y con un índice de 0% en mortalidad materna, de los mejores del continente.

Sin embargo, llegaron al poder unos socialistas bastante poco inteligentes nada más que sembrar el caos y la división en nuestro país al engañar, manipular, robar e imponer y, con quienes muchos, aunque parezca mentira, están muy contentos ya que aseguran, nos sacarán de ser un país atrasado en materia económica y retrógrado al legalizar el aborto y demás cuestiones.

Nada nuevo, así son estas personas y sus seguidores, ya los conocemos.

Ahora bien, dos mujeres denunciaron ante la CIDH al Estado con la finalidad de que se les permitiera abortar. La Corte falló en contra del Estado costarricense exigiéndole una normativa que estandarizara el protocolo del aborto.

Se le ha llamado “Norma técnica” y ha permanecido en redacción durante cuatro años sin que nunca viera la luz pese a que desde diversos ámbitos del conglomerado social se ha pedido conocerla antes de ser firmada por el presidente quien, durante meses, a toda voz y en cualquier lugar (como quien le habla a Pedro para que entienda Juan) ha venido prometiendo su firma para antes de terminar el 2019.

Muchos han alzado la voz, entre ellos los legisladores provida, abogados, médicos, miles de ciudadanos que hemos marchado declarando nuestro interés por las dos vidas y exigiendo transparencia de parte del gobierno.

Todo, sin efecto.

Esta semana, el Ministerio de Salud anunció conferencia de prensa para liberar ante la opinión pública la “Norma técnica” y colocarla para su valoración ante la Caja Costarricense del Seguro Social la que, con una velocidad inaudita, le dio su aval al siguiete día solo para que le fuese estampada la firma del presidente al proximo ya que, muy convenientemente, debía salir del país y regresaría quién sabe cuándo.

Nada nuevo, como dije anteriormente, así son estas gentes. Dios los perdone.

El caso que es que este ataque a la vida de la mujer y del no-nacido, no solo ha sido –como es obvio- muy mal recibido por creyentes de a pie, católicos y evangélicos, líderes provida, obispos y presbíteros, legisladores y organizaciones provida sino, por las mismas abortistas ya que coinciden con aquellos de que la dichosa norma es un desaguisado descomunal.

Y lo es, el documento es ofensivamente ambiguo y ha puesto a muchos a asegurar que dice cosas que no aclara o apenas insinúa o de ninguna forma expresa.

El caso es que el germen de la división y la confusión fue sembrado justo para Navidad, la que los cristianos preferimos celebrar en paz por lo que, los legisladores, abogados, médicos y diferentes organizaciones próvida han expresado que, durante este fin de año, estudiarán a fondo y analizarán la norma técnica para, en enero, presentar los reclamos correspondientes.

Ah, si! Casi lo olvido: La Conferencia Episcopal externó un contundente rechazo a la firma de la norma técnica, recordó su rechazo a que se abran portillos al aborto e hizo un llamado a los creyentes a siempre defender la vida. Aparentemente, prometen otro comunicado, el que esperamos trate el asunto de prohibir dar el sacramento de la comunión al presidente Alvarado o a cualquier político o funcionario que promueva el aborto.

En lo personal, sospecho que dicho segundo comunicado no tratará el tema sino hasta que la dichosa Norma sea estudiada a profundidad ya que, tan ambigua es, que todavía no está claro si está –realmente- liberando el aborto o más bien, ampliando y consolidando la ley anterior.

De mi parte solo le pido a Dios que tantos profesionales involucrados que no son nada tontos consigan trabajar unidos por el bien de nuestro país y logren manifestarse de manera contundente el próximo año una vez “se hayan aclarado los nublados del día”.

Cuando exista novedad, vendremos a informar, tal como ahora.

Estimados lectores, conserven la gracia.

7.12.19

De cuando rezo el rosario (IX) Te traigo mi corazón

Madre querida:

Hoy me espera un día entretenido pero también agotador haciendo tamales para Navidad con mi hermana.
Coindice con el día en que renovaré mi compromiso contigo y también con las vísperas de tu fiesta como Madre Inmaculada y el día de ordenación del padre Alexander, mi párroco.
Tamales, consagración, día de ordenación… esta lista más parece la receta de los tamales de abuela.
Te has fijado que montón de cosas tan diferentes les ponía pero, a la vez, tan ricos que saben?
Y ni qué decir que los haga mi hermana, con tan buena cuchara que tiene. La cuchara de abuela.
Es una maravilla y una bendición.

Bien, pero no estoy aquí para hablar de tamales sino para agradecerte, todavía conmovida, porque ayer, justo cuando dije: “Dios te salve, María; hija de Dios Padre”, me quedó tan claro que, al igual que tú, soy hija y que, bien podría haber Dios haberse encarnado solo por rescatarme; tal como si fuera su única hijita descarriada. Su ovejita perdida.
Dios bien pudo haber hecho todo esto solo por mí.

Es algo muy, pero muy grande, esa certeza; de un alcance que nunca seré capaz de comprender mientras viva.

No recuerdo bien para cuándo fue que, años atrás, tuve también la certeza de que, mientras no arreglara mis asuntos con el Padre, no sería la persona que creó para que viviera en santidad y plenitud. Tiempo atrás lo supe y, desde entonces, casi sin darme cuenta, he sido cuidadosamente llevada en brazos y sanada hasta de las más graves heridas. Mi relación con el Padre ahora es la de un alma que se entrega confiada.

Padre, te confío mi alma.

Tan bonito que es tener salud del alma.
Tan bonito que sea el mismo Dios quien se encargue de ti.
Tan bonito es vivir la vida que, ni soñabas, tenía para ti desde que te pensó antes de que fueras concebida.
Llena de Gracia, Madre María.

Han sucedido muchas cosas desde que te di mi corazón y me diste el tuyo,
Ha sobrevenido mucho sufrimiento, tal como san Alfonso María de Ligorio lo anticipó y aunque me fueron dados grandes auxilios (ya sabes lo poquito que soy par sufrir), no puedo imaginar que pudiese haber otra forma de estar unidas en Jesús sino en lo que se padece por amor.

Madre Dolorosa, por quien me entrego a Jesús y en El, al mundo entero.
Por quien el rostro de mi Jesús querido, día a día, está más claro.
Más clara la relación entre ustedes y, por tanto, la mía con ambos y con cada uno.

Relación que no es menos cierta que la que tengo con algunas entrañables personas por internet ya que, por ejemplo, para platicar con ellos, abro el chat y, para hacerlo con ustedes, oro y rezo, pienso, reflexiono y medito delante de uno que, para los efectos, es estar delante de ambos y de todos los que componen la Trinidad santa.

Por lo que, es también estar delante de todos los santos y también de los ángeles, tal como en misa, donde estamos en Jesús, en conexión poderosísima.
Reina y Señora de todo lo creado! A quien Dios mismo le ha dado administra la gracia!

 
Madre querida:

En Jesús, por ti y como tú, soy hija; no seré madre ni tampoco esposa, pero soy hija.

Ha sido el lindo regalo que me das para el tercer aniversario de mi consagración.

Yo, te traigo de regalo (una vez más y siempre), mi corazón.

Deo omnis gloria!

 

5.12.19

¡Padre Sixto está listo! (para su primera misa tridentina)

“Los sumos pontífices se han preocupado constantemente hasta nuestros días de que la Iglesia de Cristo ofreciese a la Divina Majestad un culto digno de «alabanza y gloria de su nombre» y «para el bien de toda su Santa Iglesia».

Desde tiempo inmemorial, y también para el futuro, es necesario mantener el principio según el cual, «cada Iglesia particular debe concordar con la Iglesia Universal, no sólo en cuanto a la doctrina de la fe y los signos sacramentales sino también en cuanto a los usos universales aceptados por la tradición apostólica y continua. Éstos han de observarse no sólo para evitar errores, sino también para transmitir la integridad de la fe y para que la ley de la oración de la Iglesia se corresponda a su ley de la fe Carta apostólica en forma motu proprio Summorum Pontificum del Sumo Pontífice Benedicto XVI, 7 de julio del 2007

La historia de cómo ha llegado a celebrarse mensualmente la misa tridentina en Costa Rica tiene su origen en Summorum Pontificum, por tanto, solo a la influencia de la gracia que nos ha llegado por medio del Sumo Pontífice Benedicto XVI es que debemos el haberla empezado a celebrar hace poco más de siete años.

A la gracia debemos que los fieles nos hayamos sujetado en obediencia al Papa, al Obispo y al párroco al momento de buscar su apoyo, debemos también la gracia de que exista actualmente la Asociación Summorum Pontificum que, con sus propios recursos promueve la celebración mensual con sacerdotes del Instituto del Buen Pastor a quienes traen de Bogotá ya que en Costa Rica (hasta ahora) no existían sacerdotes diocesanos preparados; debemos también que dos obispos consecutivos hayan favorecido la celebración (Mons. Angel Sancasimiro y Mons. Bartolomé Buigués, obispo emérito y actual de la Diócesis de Alajuela) así como la gracia de haber conocido a un presbítero que facilitó la celebración desde que fue nombrado párroco tras sus estudios en Roma.

Este presbítero es el Padre Sixto Varela Santamaría quien, desde hace más de una década conoce a los fieles interesados en promover la celebración del rito romano en la forma antigua; es decir, no es de hace poco ni ha sido un trayecto del todo fácil; sin embargo, hemos llegado hasta aquí y ha sido solo por gracia de Dios de la que, personalmente nunca dudé, tras leer por primera vez Summorum Pontíficum y la Carta a los Obispos que la acompaña ya que, existe demasiada Verdad, Bien y Belleza en ambos documentos como para poner en duda que contienen el germen del Espíritu que todo lo mueve y enriquece.

La gracia nos ha traído hasta el día de hoy para tener la dicha de conocer que el Padre Sixto ha anunciado su primera celebración de la misa Rorate Caeli según la forma antigua del rito romano el próximo 14 de diciembre a las 5 de la mañana en el templo antiguo de la Parroquia Patriarca San José, Diócesis de Alajuela, mejor conocido como Barrio San José.

Será su primera vez a la que ha llegado, como el mismo dijo, tras haber desempolvado un video que le regalaran hace años (producido por la FSSP) el cual se convirtió, según me cuenta, en su pan de cada día y que, junto con la práctica continua y el “entrenamiento” (si es que me permiten llamarlo así) que por varias semanas y a intervalos recibiera del padre José María Egurrola (Instituto del Buen Pastor) quien desde su última visita le comunicó: - “Padre Sixto, usted está listo!”

Padre Sixto está listo!
Deo omnis gloria!

 

“En la historia de la Liturgia hay crecimiento y progreso pero ninguna ruptura. Lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande y no puede ser  improvisamente totalmente prohibido o incluso perjudicial. Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y de darles el justo puesto”. Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos que acompaña la Carta Apostólica “Motu proprio data” Summorum Pontificum sobre el uso de la Liturgia Romana anterior a la reforma efectuada en 1970

 

 

 

20.11.19

De cuando rezo el rosario (VII) Una pregunta

Al padre espiritual «fiadle con mucha seguridad vuestro corazón, y no escondáis cosa de él, buena ni mala» (S. Juan de Ávila, AF 55,5672).

Aunque lo he buscado, no he sido regalada con un director espiritual por lo que, de vez en vez, me comunico con un santo sacerdote que, muy sensatamente me responde lo que puede ya que a la distancia y sin conocer lo suficiente, sería irresponsable decir algo más.

El caso es que sin director espiritual mucho debo fiarme de la gracia y del discernimiento que me procura el Espíritu Santo.

Así es como escribo al sacerdote pidiendo orientación, aunque casi nunca le envío el correo ya que al terminar de escribir, he obtenido la respuesta.

Padre, haré una pregunta al final de lo siguiente:

Resulta que (solo a veces) sucede que cuando estoy en la parte en que encomiendo a personas y situaciones en el rosario, solo mencionar el nombre de, por ejemplo, el papa o de los enfermos o así, se me viene una angustia y dolor inmensos como si las acciones o situación de aquella persona me laceraran física y moralmente. Me pasa también que, de la nada, me viene un dolor grande por mis pecados aunque estén confesados.

Veo mi alma tan o más herida que la de aquellos que veo o me hacen sufrir y advierto que gran obra ha hecho Dios en mí y el mucho bien que ha sido consagrarme a María ya que en muchos aspectos, en muy poco tiempo, soy como otra persona. Me viene gratitud y paz. Una gran certeza de saberme moldeada con sumo amor y delicadeza. Una gran necesidad de amar a Jesús muchísimo aunque, con dolor, sepa que por mí misma no podré jamás.

El caso es que ayer la angustia fue grande al punto que, por un momento, me faltó el aire.

Me preocupa sea solo histerismo pero como de inmediato pido al Espíritu Santo que aquello no me enferme, me viene tranquilidad y sufro sin síntomas físicos, solo morales. 

Pero es raro, y me pasa los martes y viernes, antes de que advierta que corresponden los misterios dolorosos.

Así es como me digo que, si aquél dolor no fuera nada más mi locura sino un medio que me procuran para unirme voluntariamente al de Jesús, pues, que mejor los recibo y ofrezco al Padre a quien, de todas formas, tengo confiada mi alma. 

Hago bien tomándolo así?

Gracias.

El padre Iraburu ha escrito respecto del director espiritual.
Les dejo un par de ejemplos que he descubierto justo hoy. 

La dirección espiritual o acompañamiento espiritual 1

La dirección espiritual o acompañamiento espiritual 2

San Benito enseña que el hombre justo, el que vive en la Tienda del Señor y descansa en su Monte Santo, es «aquél que, cuando el Malo, que es el diablo, le sugiere alguna cosa, inmediatamente rechaza lejos de su corazón a él y a su sugerencia, los reduce a la nada y, agarrando sus pensamientos, los estrella contra Cristo» (Prólogo Regla 28). Pues bien, muchas veces, manifestar con humildad el propio corazón al superior o al director es precisamente eso: agarrar nuestros pensamientos y estrellarlos contra Cristo. Basta con eso frecuentemente para que la tentación sea vencida, para que se suelten los nudos de la angustia o de la tentación, para que se disipen los logismoi obsesivos. Y sólo entonces se hace en el alma ese silencio interior necesario para que en ella resuene con poderosa dulzura la voz del Verbo encarnado

J. M. Iraburu.