Probablemente, tenga razón el Nuncio, respecto a la Hora Santa y lo demás
No creo que ningún sacerdote no desee llegar a ser santo; es decir, el solo planteárselo, es absurdo. Los sacerdotes, incluso, por sobre los no consagrados, son seres apasionados por la santidad o que tendrían que serlo. Digo yo.

Dejando de lado su aspecto sórdido y tenebroso, detengámonos en el luminoso, pródigo y honesto el cual es el que, obviamente, tendría que interesar a cualquier católico o persona de buena voluntad.
Anoche estaba pensando en lo agradecida que estoy con Rafael Moran, un terciario lefebvrista. quien tuvo el cariño, la paciencia y generosidad para invertir largas horas en fortísimas discusiones conmigo vía teléfonica, skype y facebook, porque de no ser por el no habría conocido a Andrés y no habría abierto nuestro grupo para la promoción de la misa antigua.
He estado unos pocos días fuera de San José disfrutando de la invitación que me hizo mi hermana para pasar con ella la fecha de su cumpleaños en un hotelito en la región del Pacífico Central.





