Tal y como las abuelitas "del tiempo de antes"
En un país netamente cafetalero, como lo fue el mío durante los últimos siglos, es frecuente hallar simpáticos dichos que describen perfectamente los hechos dentro de determinada actividad como es el que gestaron los cogedores de café para referirse a esos invaluables “granitos de oro” que se rehusaban por una u otra razón a permanecer dentro del canasto.

En su obra El Sentido Religioso don Giuss nos propone entrarle con todo a los hechos para que nuestra capacidad de razonar, al abrirse y considerar todos los factores, no solo nos ayude a encontrar al hombre que por lo regular se oculta detrás de una costra de prejuicios (auténticas mentiras) que construye como armadura alrededor de su corazón sino y sobre todo para también llegar a “reconocer, admirar, agradecer y vivir a Cristo”
Mirando la evidencia, una cosa -entre tantas- me ha hecho tener gratitud hacia el Señor al haber encontrado el carisma de don Giuss y es el que -día a día- desmorona “lo ya sabido” por lo que para mi es Gracia que me hace mirarme y mirar la vida con mirada nueva cada día.