¡Avemaría! ¡Sea por Dios!

De lo delicioso que tiene ser bloguero, pero además uno como yo que no escribe sobre temas específicos ni especializados, es que puedes ser tu mismo a tus anchas. Con lo que tiene eso en sus pros y contras, por supuesto; pero bien, poder ser yo misma y que me acepten o bien me riñan, es para mí una delicia. Eso, aparte de que hablo de lo que es vital para mi existencia como es mi relación con el Señor.

Pues bien, dicho esto, no me queda más que mencionar algo breve, simpatiquísimo y muy revelador que me sucedió el otro día durante el ratito que me tiré en la cama para ver si se calmaba un dolor pertinaz del que padezco hace varios años en razón de una hernia discal.

Tirada allí, algo feliz de estar sin hacer nada pero incómoda porque no podía acomodarme de forma que no me doliera, empecé a decir: “Ay, Señor, por qué no me curas? Cúrame, por favor. Por qué tengo que tener este perro dolor tan aborrecible. Hazme el favorcito y cúrame. Dame alguna paz, mi Diosito".

Bueno, debo aclarar que no lo decía en tono de amargura ni de reclamo sino más bien como una niña mimada le pide a su padre que le compre el helado que más le gusta. Lo que no me hacía sentir mejor, por supuesto.

De repente, viéndome con esas niñerías y a pesar del dolor, reí y paré la plática en seco para que, lo siguiente que dijera y que llegó sin saber de dónde, fuera: “Hágase tu voluntad!”

Ay, madrecita linda, pero qué bien me sentí después de haberlo dicho. ¡Por supuesto! Eso era lo que tenía que haber dicho desde el principio: “Hágase tu voluntad!”

No recuerdo bien ahora donde lo leí (esta memoria mía que por ella nadie daría un cinco), me parece que fue al Papa que le escuché algo como lo siguiente: el dolor o el sufrimiento es lugar privilegiado de encuentro con el Señor.

De seguro es así.

Yo, ahí tirada con este dolor que tantas veces me ata, recordé a Nuestra Señora en lo que pudo Ella haber estado atada, asustada y sufriendo viéndose encinta dentro de una sociedad en la que te mataban por algo como eso. La miré a Ella y luego miré a Nuestro Señor camino del Calvario y me decía: “Caray, qué gran privilegio saber que ambos conocen de mi dolor y yo de los suyos. Qué gran privilegio y que gran regalo!. ¡Avemaría! ¡Sea por Dios!

[Claro, la cuestión difícil de explicar aquí es la razón por la que con dolor y sufriendo puede uno estar plenamente agradecido pero además seguir siendo feliz. Eso, eso sería lo difícil de explicar!]

Ahí tumbada, seguí riendo y sonriendo y, para cuando finalmente me acomodé, conseguí dormir un ratito para únicamente levantarme recontenta unos minutos después.

Pues bien, yo, como soy bloguera que se ha autorizado a sí misma la delicia que es para ella hablar tanto de cosas triviales como cositas un poco más importantes quería, sencillamente, contarles para el fin de semana esto bonito que me pasó.

Espero que para alguno sea de utilidad.

Bendiciones.

9 comentarios

  
Priscilla
Hermoso.
Así de sencillo, hermoso.
¡Gracias!

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Eso mismo pensaba de tu voz cada vez que te escuché cantar.
Un abrazo, Pri.
30/09/12 3:48 AM
  
maria-a
Maricruz,hoy me pasó algo parecido,y me encomendé al Señor y como no se deja ganar en generosidad, al ratito me mejoré! ( no es magia,es confianza en El)

Bendiciones!!
30/09/12 5:18 AM
  
Iker
"Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo"

Durante muchos, muchos años rezé esta parte del Padrenuestro con una profunda reserva mental. Pronunciaría las palabras, pero mi corazón no las rezaba. Viendo la cantidad de accidentes, enfermedades, problemas... pensaba: ¿Y si su voluntad era que me pasara algo de todo esto a mí o a mi gente? ¡Estaría rezando para que me ocurriera! Años y años rezando, en el fondo, que no se hiciera su voluntad, sino la mía. Mira que podía escuchar las palabras de Jesús en el Huerto de los Olivos, pero nada, como quien oye llover.

Fue un día rezando por la salvación de mi hermano que recordé la parábola del rico y del camello, cuando Jesús dice, de la salvación, aquello de que para el hombre es imposible pero para Dios todo es posible, y recordando al mismo tiempo la idea del sacrificio me salió de dentro exclamarle a Dios: "Haz lo que sea, tú sabrás mejor que yo cómo hacerlo. Dispón de mí en lo que haga falta" y entonces entendí el "hágase tu voluntad, en la tierra..."

Desde ese día lo rezo con confianza, ya sin reserva mental. Es más, se ha convertido en mi "frase" preferida del Padrenuestro, ¡quién me lo iba a decir! Lo máximo que le podemos pedir a Dios es que se haga su voluntad; y si su voluntad es que suframos un poquito, Dios usará eso de la mejor forma para salvar.

Te ha salido un post muy bonito para este domingo. Siempre respetando que se haga Su voluntad, rezaré por tu hernia.

Un saludo.
30/09/12 8:26 AM
  
Chabe
Maricruz:
Muchas gracias por tus palabras y tu reflexiòn. Dios y la Virgen te bendigan siempre. Y sigue escribiendo de esas "trivialidades" puedes ayudar a muchas personas con tus anécdotas y testimonios.
30/09/12 8:34 AM
  
Maria Isabel
Que misterio este, de ponernos en manos de Dios y respetar su voluntad , hasta cuando sufrimos.

En esto se diferencia uno que sigue al Señor de uno que no lo conoce.

Tenemos un Maestro dificil de comprender con nuestra razón humana pero su mensaje es como aquel que encuentra un tesoro , y vende todo lo que tiene para comprar el tereno donde se encuentra..

Gracias por recordarlo.
30/09/12 8:59 AM
  
tn
[editado]
tn,
Le ruego no utilizar mi blog de la forma en que lo hizo.
30/09/12 3:06 PM
  
tn
pensé que usted era mas inteligente, bueh me equivoqué.
01/10/12 3:14 AM
  
Jesús Ríos
Aantes de todo un saludo y agradecimiento por compartir éste tipo de experiencias.
Soy Jesús Ríos y me encontrado éste blog con sólo escribir la frase “sea por dios“ y esque, justo en estos momentos acabo de acostarme en la cama para dormir pero tengo un dolor en la ingle, la doctora dijo qué es un sobre estiramiento de un músculo que va pegado al hueso y ka molesta desde principios de Diciembre, hace unos momentos me aplique un gel anuncian mucho en TV para dolores musculares y me asusté a los pocos segundos porqué es algo caliente y sentía como qué me quemaba y ardia el gel qué me aplique.
Entonces rezando el Padre Nuestro antes de acostarme también le pedí al Señor (Dios) que sí no era para bien por lo menos qué no me hiciera mal el gel. Un poco asustado y con miedo le agradeci y le ofrecí éste sufrimiento porqué me doy cuenta de qué las cosas qué parecen malas no siempre son malas, más bien son para qué refapacitemos y volvamos a él (porque somos nosotros quienes nos alejamos de Dios), entonces al pensar en esto recordé la frase que según mi madre repetía mucho mi abuela antes de fallecer, ella sufrió mucho antes de morir y la frase qué repetía es “SEA POR DIOS“.
Y como he prometido a Dios crear un sitio web en el cual pueda difundir su palabra pensé en nombrar éste nuevo sitio así con esta frase “Sea Por Dios“, pensé qué saldrá sí pongo esta frase en google y gracias a encontré este blog qué me ha gustado y de verdad MARICRUZ TASIES le agradezco qué nos aiga compartido esta experiencia.
Un saludo y disculpas sí les aburrí pero espero estén bien todos y bendiciones a todos. “SEA POR DIOS“ nuestros sufrimientos y “QUE SEA SU VOLUNTAD“.
09/01/13 7:15 AM
  
Jesús Ríos
Con respecto a la frase “SEA TU VOLUNTAD“ creo qué un dolor una enfermedad o cualquier otra cosa qué parece mala siempre la debemos confiar en Dios, hágalo y verán qué pasarán cosas mejores de lo qué imaginamos.
Señor en ti confío.

Acá en Michoacan Mex. son las 12 am. (media noche). Saludos y buenas noches.

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Jesús, qué gusto que me haya encontrado de esa forma porque seguro yo lo estaba necesitando. Viera que hoy desperté tras 7 horas de dormir con un dolor físico que me acompaña hace mucho tiempo por lo que me estaba diciendo lo cansado y aburrido que es tenerlo siempre.
Por eso, que haya llegado usted hasta aquí y que fuera lo primero que he leído al despertar ha sido providencial.
Dios lo bendiga y anímese a abrir su sitio en internet.
Gracias y gracias a mi Señor que hace todo bien.
09/01/13 7:28 AM

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