¿Efecto Papa Francisco? No, efecto Papa, como siempre
Va a resultar que los católicos son católicos, ¡qué cosas! Quizá porque gracias a Internet hay un acceso inmediato a las fuentes, la opinión publicada cada vez diverge más de la opinión pública, y tiene una influencia muy limitada a la hora de formar criterios.
Un año después de la elección del Papa Francisco, el índice de popularidad sigue siendo muy alto. Todo hay que decir que eso de la «popularidad» tampoco es que valga para mucho. Basta recordar el Domingo de Ramos (el primero).
Eso sí, el índice de popularidad del Papa Francisco es tan alto como el de Benedicto XVI y en la línea del Beato Juan Pablo II. ¿Sorprendido? Si lo estás tienes un problema, elige mejor tus lecturas en el futuro.
Sandro Magister lo ilustra con las encuestas del Pew Research Center que tiene accesible un largo historial de resultados.
De este modo, en marzo de 2013 la popularidad del Papa entre los católicos estadounidenses es del 84% (favorables o muy favorables), la misma que Benedicto XVI en 2008 y algo menor, pero por el estilo, que la de Juan Pablo II al final de su pontificado. Cierto que costó librarse de la caspa con la que los medios habían ensuciado la imagen de Benedicto XVI, pero cuando hubo «acceso directo» aquello se regularizó.
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