Bajada de pantalones
O subida de sotana, que para el efecto deseado viene a ser lo mismo.
Somos expertos. Vivimos permanentemente asustados por el qué dirán, por si los otros se enfadan, pensando que lo que importa es llevarse bien, no tener problemas, que es mejor aguantar y ceder.
Tenemos miedo a los políticos, por eso presentamos una Iglesia acomodaticia, bobalicona, que va cediendo una y otra vez, sin darnos cuenta de que no nos toman en serio, de que nos han encontrado las cosquillas y que, además, saben que cada día pueden apretarnos un poco más porque estamos confundiendo caridad y gererosidad con oferta de retambufa. Lo saben. Y cada vez se hace más complicado retomar lo perdido.

La liturgia de la palabra es algo muy simple. Acaba la oración colecta, la asamblea toma asiento y comienzan lo que vulgarmente decimos “las lecturas". Quizá alguna monición previa, y al grano.
Es una de las joyas que tengo en mis manos. Lo que fue la antigua vivienda del sacerdote en Braojos hoy se ha convertido en un lugar de acogida para grupos católicos que aquí acuden para sus actividades pastorales, rtiros, momentos de encuentro y convivencia.