La intangibilidad del P. Ángel en RD
Nunca podré entender la intangibilidad del P. Ángel en Religión Digital. En ningún sitio, pero en Religión Digital menos.
Religión Digital es un portal de información religiosa en el que, y hay que decirlo en su favor, se pueden dejar comentarios sobre lo que a uno se le ocurra. Nada hay que se sustraiga a esa libertad de opinión y expresión. Ningún personaje queda libre de recibir elogios y sopapos según convenga a los lectores.
De Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco se han leído, en comentarios digo, los mayores elogios y las más disparatadas atrocidades. Sobre los obispos lo que fuere menester, no creo que necesitemos recordar de forma especial lo que se vierte sobre Rouco, por ejemplo. No se libran santos o beatos, obispos o cardenales, el papa de Roma o el último cura de aldea. Si toca ensalzar, como sea y lo que sea, si sacudir estopa, sin tasa. Viva la libertad. Aquí todo quisqui aguanta lo que le venga encima para bien o para mal.

Tras las elecciones europeas de ayer supongo que habrá muchos católicos felices. Yo para nada. Más aún, no solo no me siento feliz, sino que estoy muy preocupado. Las razones son evidentes. Me preocupa que entre la extrema izquierda (IU y adyacentes) y la extremísima izquierda que es “Podemos” hayan cosechado nada menos que 2.800.000 votos. Me preocupa que en el País Vasco Bildu (Eta) se haya alzado con más de 177.000 o que en Cataluña la fuerza política más votada sea Esquerra.
En las revistas de humor, las viñetas son chistes. En los medios de información serios o que pretendan serlo, las viñetas son editoriales. Más aún, son los más cuidados editoriales. La razón es simple: leerse un artículo de opinión más o menos largo supone un esfuerzo. Una viñeta es algo mucho más inmediato, directo, desenfadado que permite soltar todo lo que se lleva dentro y quizá no fuera conveniente expresar con palabras.
Nada de volver a cantar aquello del “romano imperialista, puñetero y desalmado”. Bah, el romano imperialista es una hermanita de la caridad al lado de las hemerotecas, profundamente fascistas y reaccionarias, empeñadas en fomentar el odio, la violencia y la permanente división entre las dos Españas.
Qué quieren que les diga. Para un servidor hay palabras que hace tiempo dejaron de tener significado. En cosas de nuestra santa madre la Iglesia escuchar de una parroquia, un monasterio, una comunidad o el grupo de X que son conservadores, progresistas, rancios, insertados en el mundo o espiritualistas desencarnados la verdad es que no me produce ninguna emoción.