Una parroquia escribe al papa... ¿quién es la parroquia?
Me surge esta reflexión a raíz de una noticia que ayer publicaba un diario de tirada nacional, según la cual seis parroquias de Madrid piden al papa una reflexión para admitir el celibato opcional de los sacerdotes.
Por el tono de la carta y las reivindicaciones, son indudablemente parroquias de las consideradas abiertas, progresistas, participativas, corresponsables y democráticas. Parroquias en las que se ha predicado por activa, pasiva, reflexiva, redundante y cinrcunloquiante que la iglesia somos todos, y que ya está bien de que el papa y los obispos sean la iglesia y los demás unos mindundis, ya se sabe que todos “Somos Iglesia”.

El pleno municipal se presentaba movidito. Tras unos cuantos chanchullos del partido ahora el alcalde era Tomás, el de la mina. Después de unos años fuera del pueblo trabajando en la minería asturiana, de ahí el apodo, regresó prejubilado y con un cierto caché de conocer y saber. Sindicalista de joven, y experto en todas las reivindicaciones, rápido fue pescado por la izquierda del municipio primero como concejal y, cosas de la vida, ahora alcalde y de rebote.
Nunca podré entender la intangibilidad del P. Ángel en Religión Digital. En ningún sitio, pero en Religión Digital menos.
Tras las elecciones europeas de ayer supongo que habrá muchos católicos felices. Yo para nada. Más aún, no solo no me siento feliz, sino que estoy muy preocupado. Las razones son evidentes. Me preocupa que entre la extrema izquierda (IU y adyacentes) y la extremísima izquierda que es “Podemos” hayan cosechado nada menos que 2.800.000 votos. Me preocupa que en el País Vasco Bildu (Eta) se haya alzado con más de 177.000 o que en Cataluña la fuerza política más votada sea Esquerra.
En las revistas de humor, las viñetas son chistes. En los medios de información serios o que pretendan serlo, las viñetas son editoriales. Más aún, son los más cuidados editoriales. La razón es simple: leerse un artículo de opinión más o menos largo supone un esfuerzo. Una viñeta es algo mucho más inmediato, directo, desenfadado que permite soltar todo lo que se lleva dentro y quizá no fuera conveniente expresar con palabras.





