Paréntesis de unos cuantos días
He decidido que me voy a tomar un respiro de redes sociales unos cuantos días. Entre el blog, el facebook y el correo semanal de la parroquia anda uno, a estas alturas, un tanto saturado.
Así que me voy a tomar por lo menos un par de semanitas de descanso de redes. El correo semanal de la parroquia, ese que unos cuantos de ustedes reciben y que llevo enviando semanalmente desde hace lo menos siete años, va a enmudecer. He decidido “pasar” del facebook. Y el blog quedará aparcado también unos cuantos días.
Decir a los amigos que tranquilos, que es solo un pequeño paréntesis. ¿Dos semanas, tres, un mes? No creo que más. Decir a los detractores que lo siento mucho, pero que no se libran de mí.
Me limitaré al correo por si hay alguna cosa urgente de la parroquia o de alguien que pudiera precisar cualquie cosa. Fuera de eso, tranqulidad.
Pues que sean buenos y no se me desmanden.

Los peces pican porque los pescadores son listos y ponen el cebo más apetecible. Los humanos pecamos porque el tentador despliega ante nuestros sentidos goces, sensaciones, satisfacciones personales, destellos de la más alta felicidad. Y si no, piensen un poco.
Empiezo por el milagro gordo de este verano. La verdad es que en verano son unos cuantos los turnos que quedan libres por las vacaciones de los adoradores, y esto no es una zona de veraneo donde unos van y otros vienen. Aquí se van y se van, así que si durante el curso lo normal es tener que cubrir con suplentes apenas catorce o dieciséis horas por semana, en agosto podemos irnos a más de sesenta.
Vaya por delante que servidor tiene colocadas en su parroquia no una, ni dos, ni tres… sino cuatro pilas de agua bendita, a saber: dos en el templo principal, una en la capilla de diario y otra en la capilla de adoración perpetua.
No somos más bobos por falta de entrenamiento. Pobre de mí, que cuando me encontré con la tal Yayo Herrero en una mesa redonda sobre el cuidado del medio ambiente en una parroquia madrileña, atribuí el hecho a un gol que le habían colado a D. Carlos Osoro por toda la escuadra.