A las catacumbas. Por lo civil y por lo eclesiástico
Si. A las catacumbas. Por lo civil y por lo eclesiástico. Parece que es lo que toca. El mundo gay está muy crecido, lo sabemos. Tienen un poder que condiciona a políticos, asusta a eclesiásticos, tiene cabida privilegiada en medios de comunicación y pueden convertir en arma arrojadiza contra cualquiera.
Y luego está el cura de base, el de la parroquia de toda la vida, la capellanía universitaria, el que lejos de las grandes ideas y los ampulosos principios tiene que tratar no con el mundo gay, así en abstracto, sino con Manolo, gay, que quiere ser fiel al Señor viviendo castamente su realidad y se encuentra incapaz de ello o con Pilar, que más de lo mismo. Cualquier sacerdote, si quiere ser fiel al ministerio recibido, es normal que anime a los fieles a vivir castamente y procure ofrecer pistas, testimonios y, por encima de todo, la gracia de Dios para que esto sea posible. Y lo hace para que vivan de acuerdo con su fe en esta vida y puedan después llegar a la vida eterna.

Muchos lo recordarán. Era un precioso libro del P. Ramón Cué, jesuita, que fue origen de una serie de meditaciones. Ante una imagen de Cristo, roto, va orando y hablando con el crucificado.
La verdad es que en estas parroquias vivimos como buenamente se puede. Las colectas son mínimas, cuando se hacen, no voy a pasarle el cesto a la Juana. Intenciones de misas prácticamente inexistentes y apenas nos mantenemos con los donativos de las fiestas. Es verdad que nuestro sueldo, por llamarlo así, nos lo hacen llegar directamente del arzobispado, pero es que aquí cualquier gasto es una montaña. Estoy ahora cerrando las cuentas del año 2024. En La Serna, por ejemplo, las colectas han supuesto, en todo un año, algo más de 500 euros. 40 euros al mes. En Gandullas no llegamos ni a 400 euros de colectas en doce meses. Gracias a Dios hay amigos que de vez en cuando nos mandan una ayudita.
Lo de la vacaburra de fin de año enseñando una imagen del Sagrado Corazón de Jesús con cabeza de simpática vaca, hasta ahora podríamos decir que era de juzgado de guardia. Hasta ahora, porque con la nueva ley que elimina del código civil las ofensas a los sentimientos religiosos, me temo que la querella poco iba a prosperar.