Comunión en la boca en tiempos de pandemia
Servidor nunca ha tenido problemas en dar la comunión como pida el comulgante siempre y cuando, claro es, su personal opción esté dentro de las normas de la Iglesia. Aquí no entro en disposiciones internas ni en discusiones teológicas. Con las actuales normas de la Iglesia en la mano uno puede recibir el Cuerpo de Cristo de pie o arrodillado, en la mano o en la boca y punto final.
Precisamente para facilitar esta libertad, ya en mi anterior parroquia de la Beata María Ana Mogas de Tres Olivos, en Madrid, colocamos reclinatorios para facilitar la comunión de rodillas a aquellos que así lo desearan. También tenemos reclinatorio en Braojos.
Ahora con lo del virus este que nos ha llegado parece que hemos entrado en estado de pánico y ya no sabemos qué más normas colocar para ser más higiénicos que nadie. Mi impresión es que se guardan sin especiales problemas las medidas santitarias en templos y a partir de ahí debería imperar el sentido común.

Si es que no puede ser, si no hay manera… Pero es que se empeñan en meter el dedo en la boquita y al final tienes que decir alguna cosa. Lo comprendo. Son muchos los lectores que pasan por este blog y entiendo que quieran conocer mi opinión al respecto.
Una de las noticias de esta pasada semana, que ha pasado sin especial repercusión, ha sido la nueva propuesta sobre la clase de religión que la conferencia episcopal ha presentado a la ministra de educación. Leo en