Menos mal que tenemos la agenda 2030
Ayer domingo publicó en ABC el profesor Serrano Oceja un artículo escalofriante en el que se hace eco de los datos sobre creencias religiosas según la encuesta del CIS del mes de noviembre. Dice D. José Francisco: “lo más llamativo quizá sea que sólo el 11,7% de los jóvenes de entre 18 a 24 años, y el 8,9 % de los que tienen entre 25 y 34 años, se declaran católicos. Esto supone que sólo uno de cada diez jóvenes españoles se confiesa creyente católico. ¿Cuál será, por tanto, el futuro de la presencia de la propuesta de la Iglesia?”
Muy buena pregunta. ¿Y ahora, qué?


Anoche estaban las tres noticias como las tres primeras en Infocatólica. Cuando uno se pensaba que difícilmente podría llevarse más sorpresas, ya lo ven. En esta Iglesia nuestra estamos en unos tiempos en los que tenemos claro que absolutamente todo es posible. Vamos con ellas:
Que hará un cura escuchando música pop una mañana de lunes. Ya ven para lo que hemos quedado. Llevo un rato escuchando una canción y riéndome mucho, porque, cosas de uno, según escucho la canción y me fijo en la letra, no hago más que pensar en la conferencia episcopal española que estos días está de asamblea plenaria donde, entre otras cosas, va a ser elegido el nuevo secretario general. 





