Aprender a distinguir entre un buen documento y la nada sin sifón
Cada día nos llegan por diversos medios cartas supuestamente interesantes, documentos imprescindibles, reflexiones sesudas, exhortaciones papales y materiales de profundización sobre los más diversos temas. Uno no llega a todo, seamos claros y no resulta fácil distingir si lo que llega a tus manos es un documento realmente interesante, incluso imprescindible, o si es la nada sin sifón.
En una extraordinaria entrevista que pueden leer tranquilamente en este medio, el cardenal Müller se despacha con total libertad sobre lo que ha sido la magna asamblea sinodal. La entrevista no tiene desperdicio, pero me van a permitir que de ella saque las claves que de alguna manera este servidor hace tiempo que viene utilizando para distinguir lo que merece y no merece la pena, ni siquiera una lectura rápida.
El cardenal Müller dice que en el sínodo se habló muy poco de los temas esenciales de la fe: “la Encarnación, la salvación, la redención, la justificación, el pecado, la gracia, la naturaleza humana, el fin último del hombre, la dimensión trinitaria y eucarística de la Iglesia, las vocaciones, la educación. Estos son los verdaderos desafíos".

Casi parece el trabalenguas de los tres tristes tigres tragando trigo en el trigal. Es mucho más sencillo. Es el resumen de la solemnidad de todos los santos y el día de difuntos en mis pueblos.
Tenemos suerte de que la mayoría de los católicos no se entera demasiado de las cosas. Lo triste es que hay católicos que sí. Antes las cosas podían pasar desapercibidas. Hoy se sabe casi todo, y el problema no es que se cuenten las cosas, sino que sucedan.
Misa ayer en La Serna del Monte. Tres feligresas. Juana, que ya conocen, una sobrina suya y una religiosa que a veces nos acompaña. Tres y ninguna joven. El parroco, tampoco. Jornadas del DOMUND.