Goles por toda la escuadra
A todos los sacerdotes nos han colado goles de libro. Algunos por toda la escuadra. De jovencitos más, la cosa de la ingenuidad de los primeros años, pero a pesar del paso de los años nos los siguen colando, aunque ahora, como no podía ser de otra manera, con más mesura.
Quiero hoy contar algunos de los que he recibido para sonrisa de los lectores y aviso de compañeros, especialmente de los más jóvenes, a los que, por su escasa experiencia, es más fácil hacerles encajar la goleada. Allá voy.
Cosas de Cáritas
Ojo con todo lo que sean “urgencias” al margen del despacho de Cáritas. De manera especial, las urgencias justo cuando vas a decir la misa y aquellas en las que el peticionario viene con la carpeta de la documentación, tienen todas las papeletas para convertirse en gol de antología. Eso de que mañana empiezo a trabajar pero me falta para el transporte y tiene que ser ahora mismo, lagarto, lagarto.

Felicidades, monseñor Sebastián, cardenal in pectore de la Santa Iglesia Romana. Acabo de enterarme de que ha colgado sobre su flamante sotana, pronto adornada con el púrpura de su dignidad, la medalla de oro de la decencia y el bien hacer. No podía ser de otra manera.
Así son las cosas, para qué nos vamos a engañar. Hay parroquias con más medios materiales que otras porque están en zonas más ricas o porque tienen una feligresía especialmente espléndida, mientras que en otras no alcanzan ni para pagar la luz.
Don Roque era monotemático en sus sermones. Tocara la lectura que tocara siempre acababa con la confesión. Por eso aquel año, al llegar la fiesta de San José, sus feligreses se dijeron: “San José… hoy tendrá que hablar de otra cosa”. Pues así comenzó don Roque: “Hermanos, San José era carpintero, así que bien podría hacer confesionarios. Hablemos por tanto de la confesión que es lo mismo”.
Mañanita de un sábado cualquiera. El señor cura, servidor por ejemplo, aprovecha la extraña circunstancia de unas horas de tranquilidad para ponerse con la casa como tantas familias en similares horarios.