Pagola: cuando el éxito ante el mundo esconde el mayor de los fracasos
Posiblemente o no lo he comprendido bien o la redacción adolece de precisión, porque la entrevista que leí ayer a José Antonio Pagola en Vida Nueva me ha dejado un cierto regusto amargo.
No tengo nada con Pagola especialmente a favor ni en contra. Tiene en su haber una extensa producción escrita y en el debe algunas puntualizaciones precisamente sobre su obra más leída: “Jesús. Aproximación histórica”. Ni entro ni salgo en el asunto. Como bien decía el catecismo, “doctores tiene la santa madre iglesia”. No soy para nada teólogo y menos especialista en dogmática. Apenas sé cuatro cosas de teología pastoral que es lo que estudié en su momento.
Por eso lo que comento de la entrevista es desde las cuatro cosas que me enseñaron de pastoral en el León XIII y de los treinta y tantos años de cura que uno lleva tratando de anunciar el evangelio.

Cáritas viene arrastrando desde hace algunos años un serio problema de identidad católica, aunque algo se va superando. Más aún, Cáritas vive un claro complejo de confesionalidad que le lleva a vivir su realidad como algo vergonzoso que se hace necesario disimular y diluir.
Servidor tiene sus devociones por lo eclesiástico, San José por ejemplo, y tiene sus devociones por lo civil. Si se trata de devociones farmacológicas, la aspirina, y si comerciales, El Corte Inglés y las tiendas de chinos.
Pura demagogia y de la barata el grito de que la catedral de Córdoba, la casa cural de Villataludes, la ermita de Sotolamina y el linar de la Virgen son propiedad del pueblo. Yo es que no sé quién es ese señor. Por lo visto el tan pueblo no tiene NIF, ni CIF, ni cotiza a hacienda, por lo cual es un concepto incapaz de poseer.





