Socio, el perro de San Roque y la opción por los pobres
 A Socio, mi perro, el sábado pasado le tocó peluquería, y quedó tan guapete que no me resistí y coloqué una foto suya en Facebook. La verdad es que se originaron unos cuantos comentarios divertidos, amables, incluyendo por cierto fotos de otras mascotas. La única discrepancia fue un mensaje donde se me reprochaba gastarme dinero en una peluquería para perros cuando hay tantos pobres muriéndose de hambre por el mundo y que menos perros y más caridad. Claro, y menos ordenador, menos Facebook y más dedicar tiempo y dinero los pobres. Pero hombre, ¿cómo alguien me va a reprochar que tenga un perro a mi lado cuando conocemos a tantos santos que han tenido perro?
A Socio, mi perro, el sábado pasado le tocó peluquería, y quedó tan guapete que no me resistí y coloqué una foto suya en Facebook. La verdad es que se originaron unos cuantos comentarios divertidos, amables, incluyendo por cierto fotos de otras mascotas. La única discrepancia fue un mensaje donde se me reprochaba gastarme dinero en una peluquería para perros cuando hay tantos pobres muriéndose de hambre por el mundo y que menos perros y más caridad. Claro, y menos ordenador, menos Facebook y más dedicar tiempo y dinero los pobres. Pero hombre, ¿cómo alguien me va a reprochar que tenga un perro a mi lado cuando conocemos a tantos santos que han tenido perro?
Santos con perro tenemos, sin ir más lejos, a San Roque, san Lázaro, Santo Domingo de Guzmán o San Martín de Porres.

 La libertad de expresión es la capacidad que tiene uno de hablar a favor del poder establecido, sea por lo civil, sea por lo eclesiástico. Más aún, cuanto más se oye hablar de libertad de expresión, cuanto más se exalta y se promociona la necesidad de expresarse libremente, más cuidado hay que tener con lo que se dice (axioma de Logos).
La libertad de expresión es la capacidad que tiene uno de hablar a favor del poder establecido, sea por lo civil, sea por lo eclesiástico. Más aún, cuanto más se oye hablar de libertad de expresión, cuanto más se exalta y se promociona la necesidad de expresarse libremente, más cuidado hay que tener con lo que se dice (axioma de Logos). Antes de nada, amables lectores. ¿Cómo ven ustedes las cosas ahora mismo en la Iglesia?
Antes de nada, amables lectores. ¿Cómo ven ustedes las cosas ahora mismo en la Iglesia? La verdad es que, aunque el título lo pone abreviado, me soltó el palabro entero. Que si, padre, que lo que yo soy es un gili con todas las letras. Hombre… Pues sí, y se lo explico.
La verdad es que, aunque el título lo pone abreviado, me soltó el palabro entero. Que si, padre, que lo que yo soy es un gili con todas las letras. Hombre… Pues sí, y se lo explico. Cualquiera que conozca mínimamente la archidiócersis de Madrid sabe que a don Leropoldo Eijo y Garay, obispo titular de Madfrid desde 1922 hasta su muerte, ocurrida en 1963, se le conocía popularmente como “el patriarca” desde que el papa Pío XII, en 1946, le concediera el honorífico título de patricarca de las Indias Occidentales, título por cierto que nunca más volvió a otorgarse.
Cualquiera que conozca mínimamente la archidiócersis de Madrid sabe que a don Leropoldo Eijo y Garay, obispo titular de Madfrid desde 1922 hasta su muerte, ocurrida en 1963, se le conocía popularmente como “el patriarca” desde que el papa Pío XII, en 1946, le concediera el honorífico título de patricarca de las Indias Occidentales, título por cierto que nunca más volvió a otorgarse.  
        