El rabito del perrito. Socio opina
Antes de Socio, tuve doce años conmigo a un schnauzer miniatura de nombre Gomer. Me lo dieron con apenas cinco meses y con su rabito cortado, como era costumbre en esa raza de perros. Hoy no hubiera podido salir a la calle con el pobre Gomer, ya que cortar el rabito a un perrito se ha convertido en delito de lesa canidad y te puede costar un riñón en forma de multa.
Hace apenas unas semanas el Congreso de los Diputados ha ratificado el “Convenio europeo sobre la protección de animales de compañía”, que, entre otras cosas, refleja que se prohibirán las intervenciones quirúrgicas cuyo objeto sea modificar la apariencia de un animal de compañía o conseguir otros fines no curativos y, en particular el corte de la cola y el corte de las orejas. Sí se permiten intervenciones quirúrgicas, por ejemplo, para impedir la reproducción.

Les dejo la reflexión que un servidor ha dejado esta mañana en Radio María. Por si les vale en esta mañana de domingo de ramos.
La Virgen es fea. Mejor dicho, la imagen de la Virgen de los Dolores que veneramos en la parroquia, es fea. Eso me dicen. Sin embargo, a mí me emociona porque me parece que es una imagen de Nuestra Señora del todo real.
En España, al menos, y en una buena parte de Hispanoamérica, la teología de los años setenta y ochenta, llegando en muchos casos hasta hoy, se ha nutrido de una serie de personas que alcanzaron y hoy mantienen la categoría de intocables e infalibles. Sus textos estaban por encima de toda crítica y revisión. Eran textos, perdón por el palabro, “axiomáticos”: no necesitaban demostración. Eran la demostración, el paradigma, la verdad cuasi con mayúscula.
Leo estos días que desde