Nos alegramos infinitamente
Ayer hemos conocido por fin el texto de “Dignitas infinita". La verdad es que muchos nos temíamos lo peor, dados los antecedentes. Pero ya ven, ha salido un texto mucho más que potable.
Seguro que vamos a encontrar comentarios sangrantes capaces de analizar la discordancia de la coma del tercer párrafo con un texto conciliar del siglo XIV. Oigan, que nadie es perfecto, y el texto es siempre mejorable, pero dicho esto, personalmente me parece más que aceptable. Lo comentaré en las noticias del próximo viernes.