Cuando Bill Gates te deja con el antifonario al aire
Como somos a veces medio bobos, pero progresando haca el master en estulticia, muchos eclesiásticos, especialmente el sector progre, tienen como fuente de sus sesudas elucubraciones no los documentos de la Iglesia -vade retro-, no los estudios más reputados -seguramente fascistas-, no el sentido tan común de la gente corriente -vivan Rafaelas y Joaquinas-, sino lo que se lleva, se dice, se declara en las más sesgadas tertulias, los partidos solidarios y ejemplares de la ultraizquierda, aunque para ello tengan que apoyarse en las ideas y los abundantísimos millones de los más ricos de este mundo, pensando que de repente se han hecho solidarios y que sus propuestas no son para enriquecerse ellos más.
Es igual que sean capitalistas y muchi millonarios. Es igual. Ya se sabe que para la izquierda el fin siempre justifica los medios y si para hacer valer sus tesis necesitan apoyarse no el mismo Lucifer, sino en Franco o incluso Hitler, se hace. Tiempo habrá de purgar en el futuro.
La izquierda ecológico - simple - vegana - simplista celebró las tesis de Bill Gates cuando hace tan solo cuatro años publicó un libro titulado “Cómo evitar un desastre climático". Apuntémonos a lo políticamente correcto dijeron los más concienciados eclesiásticos. Ya saben, no es urgente hablar de Cristo, del pecado, el cielo o el infierno. Lo de los muertos constantes en Nigeria se soluciona con un par de referencias en algún momento. Tampoco nos vamos a agobiar porque el número de religiosas en el mundo haya pasado en apenas 15 años de 750.000 a 590.000.
¿Qué es todo esto al lado del deshielo de los polos, la disminución de los glaciares, la destrucción de la capa de ozono que, por cierto, parece que se ha vuelto a reconstruir? Nada. ¿Para qué queremos vocaciiones, conversiones, evangelización si, según Bill Gates y Greta Thumberg, tenemos encima el desastre climático y nos vamos a ir todos por el desagüe en menos de lo que se presigna un cura loco? Nada, nada, objetivo esencial de gobiernos y de la Iglesia, que nosotros, para disgusto de antitaurinos, en cuanto vemos algo rojo nos lanzamos.
Cuatro años tiene el famosísimo libro de Bill Gates “Cómo evitar un desastre climático". Pues ahora resulta que donde dije digo, digo Diego, porque, lo pueden leer en este mismo portal, Gates, en un amplio documento difundido el martes 28, en su blog intentó reducir el alarmismo que, según indicó, muchas personas emplean para describir las consecuencias del incremento de temperaturas. En su lugar, solicitó reorientar los esfuerzos hacia la mejora de las condiciones de vida en el mundo en desarrollo.
Gates, que cumplió 70 años este àsado martes (28.10.2025), describió sus “Tres duras verdades sobre el clima": el cambio climático no acabará con la civilización, la temperatura no es la mejor medida del progreso y la salud y la prosperidad son las defensas más sólidas contra la desestabilización climática.
«Aunque el cambio climático tendrá graves consecuencias —sobre todo para los habitantes de los países más pobres—, no conducirá a la desaparición de la humanidad», escribió. «La gente podrá vivir y prosperar en la mayoría de los lugares de la Tierra en un futuro previsible».
Ah. Que no es para tanto.
Ah. Que mejor que andarnos con tanta zarandaja climática, mejor nos dediquemos a reorientar todos los esfuerzos en mejorar las condiciones de vida de la gente.
Ah. Que la gente podrá vivir y prosperar en la magtoría de los lugares de la Tierra.
Los antifonarios al aire.
¿Y ahora qué?
Lo dicho: con el antifonario al aire. Pero es igual, no vamos a dudar ahora de la competencia científica de la Thumberg.
15 comentarios
El pirómano se disfraza de bombero... ¿y le vamos a hacer caso en algo?. Seguirá con su abortismo, con su maltusianismo de control poblacional, con su cuenta corriente engrosando y con sus antivalores de origen masónico bien activos.
Lo que pasa es que cierta gente tiene muy mal fario, son espectros de mala suerte, no aciertan nunca (aunque siempre ganan dinero)... y ahora sí que puede quedar poco tiempo para que venga el meteorito del castigo, el asteroide posiblemente profetizado en Garabandal, ó bien el cambio del eje de la tierra, que está avisado en diferentes profecías, y ahí sí que puede haber un gran cambio climático (natural y provocado por nuestros pecados y rebeldía contra Dios), y cambios relevantes que dañen gravemente a la humanidad. Porque ciertos truculentos fantoches se equivocan prácticamente siempre, salvo para invertir en tratamientos genéticos falsamente llamados vacunas un poquito antes de una extraña pandemia mundial.
Sólo necesitamos CATOLICISMO, y no falsos profetas. Catolicismo verdadero, del bueno, dentro y fuera de la Iglesia, porque es la VERDAD, y sólo la Verdad nos hará libres. Y sólo Cristo es la Verdad, porque nuestro Señor es el mismo DIOS encarnado.
Por eso los pecados ecológicos debemos rechazarlos, y eso incluye el colaboracionismo con el cambio climático; en pequeñas acciones, como dejar la luz encendida, usar más agua de la necesaria en la ducha, ir en coche particular habiendo transporte público, seguir optando por el baño o no separar para reciclar. Pequeñas penitencias como andar, ir en bicicleta, salir a limpiar el monte o recoger colillas del suelo nos ayudan a conectar con la casa común y con Jesús ecológico.
Pues los pecados ecológicos, graves atentados contra la casa común, nos impiden estar en gracia y por desgracia ni siquiera se confiesan, y eso que son materia grave. Comulgar en pecado ecológico es sacrilegio, mas se desconoce por desgracia.
Francisco Papa en sinodalidades católicas dejó claro el Magisterio de la Iglesia, materia ecología integral y lucha contra los cambios climáticos.
aciprensa.com/noticias/78341/el-papa-francisco-anuncia-que-podrian-introducir-el-pecado-ecologico-en-el-catecismo
Leyéndole hoy a Vd. D. Jorge me he acordado de Chesterton, nuevamente. Decía el gran escritor: El que no cree en Dios está dispuesto a creer en cualquier cosa siempre que esta sea una tontería.
Por tanto, en un mundo mayoritariamente de descreídos, un gurú tipo Bill Gates tiene muchos seguidores y adeptos, lógicamente.
Y como en 1984 de George Orwell la historia se reescribe cada día por el Gran Hermano, según los intereses del presente.
¡Ave María!
Y a los convertidos ecológicos que tomaron el otro día el transporte público a Londres siendo acuchillados en el tren, ¿podremos elevarlos a mártires si fallecen, o habiendo sido venturosos migrantes los apuñaladores deberían ir al limbo...?
Ángela, María, Antonia Juana de las Angustias!
¡Ave María!
La Iglesia no debería apuntarse a teorías científicas que no afectan a la Doctrina porque la escatología no dice cómo y cuándo será el Fin del Mundo, tal cómo vamos ahora podría ser una explosión o una implosión provocada por la estupidez humana: es decir un apagón masivo de nuestros circuitos cerebrales, porque, ya puestos, también hay señales de eso.
El malthusianismo necesita de alguna teoría para acabar con la población, por eso China aprobó la ley del hijo único, luego dijo que dos y ahora que tres. Lo que pasa es que una vez echada a rodar la piedra ya no se para porque las condiciones de vida han cambiado tanto que ya no se quiere, o no se puede, tener hijos.
De repente la preocupación por el envejecimiento de la población ha superado al miedo al cambio climático y, por eso, todo el mundo empieza a virar. Si la Iglesia también acaba virando lo del tafanario va a ser espectacular. Usted, por ser sacerdote, le llama "antifonario", pero también se dice tafanario, si no lo han quitado del diccionario, y a mí me gusta más.
El mundo actual ha hecho lo mismo diciendo que no se puede distinguir, ni mucho menos definir, a un hombre de una mujer y no nos atrevemos a reir. Imagináos el ataque de risa que tal cosa les va a dar a nuestros descendientes, si es que los hay.
Lo mismo opino del comentario de Fernando Cavanillas, muy acertado en el fondo.
Yo creo que la firmeza en los principios, no disminuye con las buenas formas.
Los cambios de opinion de Bill Gates y lo referente del agujero de la capa de Ozono, creo que está enmarcado en hacer una sociedad docil a planteamientos exagerados y a veces absurdos hasta que consigan, lo que pretenden y que bulgarmente se dice "que comamos en su mano".
Es lo mismo que consigue el dueño del perro cuando le da la patita, le traiga el palo que le tira, y encima el perro tan contento, mueve la colita por la satisfacción de su amo, y "se vuelve loco" si ademas le da una pequeña chuchería. Lo mismito.
O como cuando se consigue que el cavallo ande erguido sobre sus patas traseras, no sirve para nada, más que para anular al caballo que se convierte en bulgar jaca, o demostrar la autoridad y poder del domador.
En cuanto a si es o no es obra de la masoneria... mejor echar un vistazo a la olvidada enciclica de León XIII Humanum Genus.
Estan consiguiendo una sociedad acomodaticia sin ideas ni edeales. Esperando la chucheria o entregada a la permisividad de las bajas pasiones.
Por muy dificil que sea, la iglesia debe asumir la dificultad y el coste de seguir siendo maestra y guía, firme en lo fundamental y sencilla como paloma.
En cuanto a Bill Gates... es un poco deshonesto considerarlo un chanta hasta que dice en algo que apariencia acuerda conmigo, y de repente resulta fidedigno. Y que nadie se cuestione a qué se debe el 180, ni lo víncule con el enorme gasto energético e hídrico de las LMM, a las que Microsoft ha apostado hasta poco menos que hipotecarse.
Un poco menos de ser reaccionarios en el sentido literal del término, y un poco más ser astutos y prudentes, además de tener principios.
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