Recuerdos de infancia. D. Julio Tascón. Cura si no hay un trabajo más cómodo

Mi primera comunión. Oficia D. Julio TascónApenas escribo en estos últimos días. Acabé las fiestas patronales de mis cuatro pueblos y me he tomado unos días de tranquilidad. Sin más. Tan solo mantengo las noticias de los viernes. 

Me ha dado estos días por recordar cosas de la infancia. Ya ven qué ocurrencias, pero a uno alguna vez le da por rememorar y evocar algunas personas que en la infancia nos marcaron. Por ejemplo, esos sacerdotes que de niños dejaron su huella y que, más o menos remotamente, nos fueron inculcando la vocación sacerdotal,

D. Julio Tascón llegó a Miraflores como párroco el año 1962, proveniente de la parroquia de Velilla de san Antonio, y en ella estuvo, que recuerde, hasta el año 1965 en el que fue trasladado a San Martín de Valdeiglesias. Servidor, nacido en 1955, era ya un pequeño aprendiz de monaguillo, que ni siquiera había hecho la primera comunión, que él me dió el año siguiente, ahí está la foto, pero capaz, era la condición, de poder trasladar el misal romano de una parte a otra del altar. Cada tarde, en la sacristía, y bajo el cuidado de los monaguillos veteranos, aprendimos las oraciones de la misa en latín, de memoria, aunque el bueno de D. Julio nos explicaba su significado:

“Confiteor Deo omnipotenti, beatae Mariae semper Virgini, beato Michaeli Archangelo… “

“Dominus vobiscum… Et cum spiritu tuo”

“Sursum corda… Habemus ad Dominum…”

Muchos recordarán unas cartulinas con todas las oraciones de la misa en latín.

En un cuarto tras la sacristía, un enorme pechero con sotanas variadas: roja de diario y festivos, blanca para solemnidades y negras de misas de requiem. Cada una con sus correspondientes roquete y esclavina. La verdad es que lo pasábamos bien. Recuerdo el día en que nos llevó a los monaguillos a su antigua parroquia de Velilla de san Antonio y lo bien que lo pasamos allí. 

Nos hablaba de la vocación sacerdotal, y nos preguntaba qué pensábamos ser de mayores y si no nos gustaría ser sacerdotes. 

Mi primo Carlos, que se fijaba en todo y había disfrutado con nosotros una vista pastoral episcopal, decía que mejor obispo, para estar sentado. 

Servidor, desde su espontaneidad, aceptaba ser sacerdote, si no encontraba nada en lo que se trabajara menos. Ya ven las cosas de la vida. En mi ordenación, que tuve la suerte de poder celebrar en mi pueblo natal, estuvo como sacerdote concelebrante D. Julio Tascón, que al acabar la ceremonia me dijo:

- “Bueno, ya veo que al final no encontraste nada más cómodo".

Vueltas que da la vida. D. Julio fue a parar como párroco de Nuestra Señora de las Nieves, en Madrid, y un servidor, entonces religioso agustino, a la de Santa María de la Esperanza, del mismo arcipestazgo, con lo que la vida nos dio la oportunidad de encontrarnos como presbíteros hermanos hasta que él fue trasladado a la parroquia de los Dolores.

Falleció D. Julio el 5 de marzo de 2016. Descanse en paz. 

21 comentarios

  
Octavio Rodríguez
Soy lector asiduo de este blog. Gracias por tu testimonio.
21/09/25 5:53 PM
  
Francisco de México
Que descanse e paz D. Julio. Seguro desde el cielo leyó el post.
21/09/25 7:25 PM
  
Teresa Lodones
Muchisimas gracias. Me ha encantado su espontaneidad y querer compartir con nosotros esos recuerdos. Me acuerdo en un libro que leí de usted, cuando relata que se saltaba cuentas del Rosario para poder "llegar a ver el principio de una pelicula" y el cura que debia ser Don Julio, le dijo "corre no vayas a llegar tarde, mañana hablamos" ... y lo hablaron tras un abrazo el dia que usted cantó misa por primera vez.
Recuerdos entrañables, que te hacen casi llorar de emoción y alegria.
Lo dicho, muchísimas gracias.
Teresa
21/09/25 7:27 PM
  
Juan José Rubio Guerrero
Fue uno de los que concelebraron en mi boda en Ntra Sra. de,las Nieves el 12 de octubre de 1983. Además de gran sacerdote y persona, una elegancia personal en el trato y un dominio de lo espacios que ya no se ven. Rezamos por él. Abrazos
21/09/25 7:40 PM
  
Mariasol Martin
Le echaba de menos don Jorge. Bienvenido de nuevo.
21/09/25 8:36 PM
  
Lucrecia
Cura preconciliar. Alejado del mensaje Evangélico, solo pensaba en hacer proselitismo. Los curas siguientes supieron solucionar los desaguisados pregonciliares. En todo caso, cura. Alter Cristus, pese a sus posibles rigideces de la época.
21/09/25 9:49 PM
  
Luis Fernando
Cuánto bien hacen los buenos curas.
21/09/25 9:51 PM
  
javidaba
Hoy Ave María duplicada para D. Julio...
Muchas gracias, páter.
21/09/25 9:53 PM
  
Maria Rosa Pinto López
Muy bien, Padre Jorge, descanse y disfrute de Trapeya. Lo tiene bien merecido.
Un abrazo.
21/09/25 10:17 PM
  
Angeles Wernicke
Un gozo estos recuerdos suyos, querido Padre Jorge! Y qué buena esa etapa de preparación para monaguillo, donde podían expresar sus confidencias al el párroco con total naturalidad! Gracias, que Dios lo bendiga!
21/09/25 11:39 PM
  
Frailevi
P. Jorge.
Su último escrito me ha llevado a los 8 años, cuando comence a ser monaguillo.
El primer sentimiento fue de nostalgia, después reconocer lo mucho que tengo que agradecer a todos mis parrocos y el aprecio que siento por ellos. Y ya son muchos.
Después, unas cuantas cosas que me sorprendieron y recuerdo de mi vida de monaguillo y me valen para recordar como era la Iglesia entonces y compararla como es ahora.
En los dos o tres años primeros de monaguillo, no aprendí el "Confiteor", movíamos los labios y hacíamos ruido hasta el mea culpa y terminábamos diciendo la última palabra "nostrum".
Cosas del latin.

Me sorprendio la claridad con que se explicaba la razón del matrimonio en el sacramento, pues terminaba "finalmente el matrimonio fué dado a los hombres para que usarán la fornicacion".
En el sacramento del Bautismo me daba cosa que el sacerdote pusiera unos granos de sal en la boca del niño y mojados sus dedos en la lengua le tocara la nariz y los oídos.
Pero lo que me hizo abrir los ojos como platos es que el dia de las confesiones, donde todos asistían, mientras esperaban en el atrio, muchos se mofaban diciendo que ellos hacían el cumplo y miento y el resto, casi todos, les reían las gracias.

Por eso recuerdo la Iglesia, la que yo vi en mi pueblo, como mas hacia afuera que interiorizada, mas de apariencia.

Y lo que descubrí al hacer mis primeros ejercicios espirituales a los 12 años, es que en gran medida así era mi religiosidad. Y hubo un antes y un después.
También recuerdo una religiosidad muy politizada. Todos los años, no recuerdo la fecha, se iba en procesión desde la iglesia a la Cruz de los Caidos, se daban unos vivas y gritos de presentes y el párroco que era de Valladolid, añadia el grito para tener presente a Onesimo Redondo, mi padre me explicó quien era este señor. Este sacerdote un dia al salir de misa pregunto a uno de los ricos, que porqué su pastor no venía a misa, y al contestarle que porque tenia que cuidar a las ovejas, le dijo públicamente que debía quedarse algun domingo cuidandolas para que acudiera a misa el pastor. Lo oyeron todos los ricos que hacían lo mismo.

O sea que entonces como ahora no era oro todo lo que relucia, pero oro habia y hay, y tambien lo que parece pero no es.

Antes del concilio tambien.
21/09/25 11:56 PM
  
Anonimo
Recuerdo mucho al cura del pueblo de mi abuelo cuando era niño

Era religioso de un convento cercano y venía a decir misa en una vespino con sol lluvia o nieve
22/09/25 9:12 AM
  
Miguel Ángel del peso Fernández
Bonitos recuerdos Jorge, también recuerdo con mucho cariño a D. Julio, colaborando con él en misa mayor los domingos en Miraflores. D. Julio nos casó, hace ya 50 años, en la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves. Mis oraciones por él al cielo
22/09/25 12:03 PM
  
Frailevi
Son muchas las pinceladas que marcaron mi vida y mi carácter en mi época de monaguillo y que he tenido en cuenta como padre y como abuelo.
A esa edad somos una esponja ambrientos de verdad y de autenticidad.

Luego vienen los intereses y, muchas veces, la afiliación formal o sentimental a un grupo, que de alguna manera condiciona la propia opinion.

Tendría yo unos 12 años, y algunos dias de verano los curas de los pueblos cercanos se juntaban junto con algunos seminarios ya mayores; mientras ellos hablaban de cosas interesantes, otro monaguillo y yo jugábamos a lo nuestro, pero, en mi caso, con el oído pegado.
Estaban hablando de escuelas de teología y en un momento oí decir que un determinado sacerdote era afin a una escuela, y uno de los seminaristas mayores, ya teologo, dijo "es de esa escuela porque es Jesuita".
Salte como un resorte y dije, "no, se metería Jesuita por estar de acuerdo con esa escuela". La risita de aquellas personas mayores me hirió.
Entendí en ellas algo parecido a ignorante en el sentido de ingenuo, inocente...

Creo que fue el inicio de mi propósito de ser yo mismo. Solo fiel a la Iglesia
Creo que son nuestras ideas, analizadas y contrastadas, las que deben guiar nuestra vida y no la fidelidad incondicional a un grupo.

Después conocí que también hubo problemas entre iglesias como la de Akejandria y la de Constantinopla, unidas o separadas, según se mire, en los concilios.

Ahora estan los conservadores y los progresistas.
No son buenos los grupos si radicalizan a las personas.
"La Iglesia es la congregación de los fieles cristianos cuya cabeza es el Papa", decia el Astete.
No debe ser la congregación de grupos. La Iglesia debe ser UNA, formada por personas.

Jesuitas, franciscanos, agustinos, dominicos, quicos, opus... Si no condicionan... vale. Si condicionan no.
Mejor católicos a secas, aunque los llamaban papistas, aunque ahora nos llamen papadolatras.

La fidelidad a las personas, sí, es genial. Fidelidad a la persona no es estar condicionado por sus ideas.
Es ayudarle, acompañarle en SU camino, sin dejar de ser uno mismo.

¿Esto cuesta?
A mi sí.
22/09/25 12:43 PM
  
DMC
Me ha encantado leer este post suyo.


Ave María...
22/09/25 4:13 PM
  
Feligrés de S. José de la Sierra.
Excelente post, D. Jorge.

Doy la de cal: Qué buen cura, maestro y amigo tuvo Vd. en su infancia. Y qué bueno que pudieran compartir ya como presbíteroa ambos. Qué en Gloria esté D. Julio Tascón.

Y doy la de arena: Bueno, porque era preconciliar. ¡Y un jamón! Bueno porque era sacerdote de y para Cristo.
Todos est@s que escriben comentarios en este blog de esa calaña tienen npi. del tema que escriben.

D. Jorge es cura postconciliar y en sus primeros años como sacerdote se dejó llevar por el "espíritu del concilio" porque era lo que había. A día de hoy y tras años de profunda reflexión defiende y enseña lo que se escribió en el CVII. No lo que dicen que se escribió. Y por supuesto sigue celebrando Misa Novus Ordo respetando el canon en su integridad.
¡Cuán atrevida es la ignorancia de algunos que escriben sus sandeces como comentaristas muy eventuales en este blog!

¡Ave María!
22/09/25 5:55 PM
  
Josefina
Este santo sacerdote, Don Julio, aunque fuese en tiempos de altas rigideces, clericalismo y latín, la época preconciliar, se le veía realmente flexible y orientado hacia la Iglesia conciliar; un cura protoconciliar, podríamos decir.

Dos evidencias. Baste el detalle de que la Comunión no es individual, sino en grupo. Bonita costumbre de los años sesenta que se hizo ley. Además, Don Julio permite el signo de camaradería y sinodalidad, abiertamente comunitario: que los niños puedan ir todos vestidos igual, de marineritos. Antes, imposible.

Se le veía a D. Julio cercano hacia los niños, con pedagogías protosinodales de cartulinas; sin usar la vara, solo la palabra. Una especie de por entonces Bergoglio a la española, siendo que ambos vivieron la misma época histórica.

El clericalismo es malo por lo que representa interiormente, posibles desórdenes afectivos. Así lo enseña Francisco Papa:

"El clericalismo tiene como consecuencia directa la rigidez. ¿No habéis visto nunca a jóvenes sacerdotes del todo rígidos en sotana negra y capelo con la forma del planeta Saturno en la cabeza? Ahí lo tenéis: detrás de todo el rígido clericalismo hay serios problemas. Recientemente he tenido que intervenir en tres diócesis problemas que después se expresaban en estas formas de rigidez que escondían desequilibrios y problemas morales".
22/09/25 10:25 PM
  
Frailevi
La imagen dice mucho.

La mirada del niño que recibe la comunion es el reflejo de un alma reverente.

La mirada va dirigida al sacerdote.

Esto tambien dice algo.

Clericalismo?
Quizas.

En mi oueblo habia por entonces una religiosidad muy para fuera.
23/09/25 9:14 AM
  
José María
Descanse en paz D. Julio.
Bonito testimonio.
Gracias D. Jorge.
23/09/25 9:55 AM
  
MAC
Me parecen siempre interesantes los recuerdos personales de unos y otros.
Ave María
23/09/25 11:10 AM
  
Feligrés de S. José de la Sierra.
En realidad en el caso del sacerdote la sotana o el clergyman sí hace al cura.

Sensibiliza a quién así le vea vestido sobre religión (lo que nos une a Dios) y sobre el mismo Dios.

Permite identificarle: Son muchas las historias sobre la desesperación de hijos o familiares buscando un cura para el padre moribundo a horas intempestivas y encontrarlo en la calle y reconocerlo precisamente por ir de sotana o de clerygman.

Así que prefiero ese cura "rígido" ,según algunos, al que en cuanto termina la Misa se pone los vaqueros y la camisa floreada desabrochada y si algún parroquiano le pide confesión contesta que ya dará una exculpación colectiva en alguna Misa.

¡Ave María!
23/09/25 7:38 PM

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