Tendremos que tomar la decisión nosotros
La respuesta de la Iglesia española a la pandemia del coronavirus es de traca. Hay diócesis en las que se mantiene el culto, aunque con las evidentes medidas de seguridad, otras, Madrid por ejemplo, con templos abiertos y misas sin pueblo, y otras con templos cerrados a cal y canto. Yo creo que no hubiera estado mal una decisión unánime de la conferencia episcopal al respecto, pero doctores, obispos, arzobispos y cardenales tenemos.
Mi opinión, muy personal, es que con las debidas medidas de seguridad no deberíamos haber tenido problema en celebrar con bastante normalidad. Por ejemplo, en el medio rural, donde, en nuestros enormes templos los fieles pueden sentirse mucho más que holgados. Pero bueno, nosotros, los curas, somos unos “mandaos”.

Estoy muy contento con las charlas de formación on line que vengo ofreciendo desde hace unas semanas. Contento por el número de personas que las siguen, el último jueves más de cien en directo y muchas más que ven los videos en otros momentos. La charla de este pasado jueves lleva en este momento 513 reproducciones, 117 comentarios, se ha compartido 15 veces y 98 personas han indicado “me gusta”. No está nada mal.
Para nada. Más de un mes encerrados en casa. Quinta semana de confinamiento para prevenir contagios y colaborar con el fin de la pandemia. Nuestros templos, cerrados. Hemos visto que los pequeños amagos de apertura han sido frustrados diligentemente por las fuerzas del orden. Lo de Granada ha sido solo un ejemplo entre muchos casos.
Ya saben. Todo inútil necesita una cortina de humo para ocultar sus miserias. La gestión de la epidemia de coronavirus en España es manifiestamente mejorable. Nadie se explica cómo España ostenta el terrible record del número de muertos por cien mil habitantes.