De horarios parroquiales
No voy a hablar de parroquias grandes. En templos con mucho culto los horarios suelen ser fijos y además estar colocados en sitios visibles. Me referiré especialmente a parroquias pequeñas, aunque para todos podrían valer.
Es frustrante, indignante y cabreante la falta de cuidado en los horarios de cada parroquia. Por eso, y siempre desde la experiencia de uno, me atrevería a hacer algunas sugerencias:
- Horarios visibles y fácilmenter localizables. Visibles para que cuando alguien se acerque al templo no tenga problemas en enterarse a la primera de los horarios básicos como son misas, confesiones y despacho. Digo fácilmente localizables para que no sea necesario dar dos vueltas al templo para encontrar un cartel con tantas informaciones que cuesta Dios y mucha ayuda enterarse del horario de misas.

Yo no sé si somos conscientes de las repercusiones pastorales que van a tener las nuevas medidas para tratar de frenar la pandemia. No se puede salir de casa desde las once de la noche y hasta las seis de la mañana. Los templos, al 50 % de manera habitual y en las zonas de especial riesgo al 30 %, y así hasta mayo.
O al menos parte del personal. La mayor parte de los católicos vive feliz en su nube haciendo su vida y practicando su fe, y pasando bastante de lo que digan obispos y papa. De los más enterados o al día de la vida de la Iglesia hay, a su vez, que hacer subdivisiones. Unos cuantos que viven la actualidad eclesial como a distancia, sin implicarse especialmente, otros que están entusiasmadísimos con el papa Francisco, aunque tengo la impresión de que son menos y por eso manifiestan un entusiasmo creciente para compensar. Y, finalmente, mucha gente agobiada y cabreada con la actual situación.
No lo sé. Así de claro. En este momento no tengo ni idea.
Servidor nunca ha tenido problemas en dar la comunión como pida el comulgante siempre y cuando, claro es, su personal opción esté dentro de las normas de la Iglesia. Aquí no entro en disposiciones internas ni en discusiones teológicas. Con las actuales normas de la Iglesia en la mano uno puede recibir el Cuerpo de Cristo de pie o arrodillado, en la mano o en la boca y punto final.