Obispos poco discretos

Hoy conoceremos el nombre del elegido presidente de la Conferencia episcopal española. Que sea para bien.

Ayer tarde se celebró lo que en la conferencia denominan “votación de sondeo” para tener una primera idea de por dónde van las cosas. Antes de la misma, un ruego a todos los votantes: guardar silencio sobre el resultado. Me parece suficiente. Son obispos y se supone que no hace falta más. Je.

Anoche Religión Digital, en un artículo de su subdirector, Jesús Bastante, nos explicó detalladamente todo lo ocurrido casi voto a voto. No hace falta ser especialmente iluminado para sacar las conclusiones. Y es que, como diría algún castizo, algún obispo “se fue de la mui”, es decir, que lejos de ser fiel a lo que se le pedía, largó información detallada. ¿A quién? A sus amiguetes de Religión Digital.

No tengo nada que decir en este caso de Religión Digital. El periodismo es lo que es y si un medio consigue los datos del sondeo hace bien en publicarlos. Tampoco me parece de especial importancia que la votación de ayer de sondeo tenga que permanecer oculta ante los medios. No van por ahí las cosas, pero si se pide guardar silencio, y se acepta, o al menos nadie en público lo cuestiona, y luego va un obispo y lo casca, lo menos que se puede decir de ese obispo es que es un cantamañanas y poco discreto, porque llamarle traídor sería considerarle en demasía.

¿Quién sería? No pienso meterme en esas conjeturas, aunque tampoco resultaría especialmente difícil. No creo, por ejemplo, que esa información a Religión Digital haya salido del entorno de Sanz Montes. Piense cada cual de dónde. Piensen a quién podría beneficiar. Aten cabos. Vayan a la hemeroteca. No puedo dar más pistas, que algún trabajo les debo dejar.

Así que un obispo llama o recibe una llamada de Jesús Bastante y larga lo que han acordado no contar. Jesús Bastante lo cuenta, hace bien.

Pero fíjense en una cosa. Y es que todo lo que anda en torno a Religión Digital no es de fiar. Por ejemplo, obispos. Tan poco de fiar que tras una votación en la conferencia, y a pesar de decir claramente que no se debe decir, lo sueltan. Saquen sus propias conclusiones.

Insisto que a un servidor eso de que la votación de sondeo no deba ser conocida le parece una bobada. Entre otras cosas porque estamos rodeados de bocachanclas por muy obispos que sean y al final acaban contando cosas por vaya usted a saber, quizá incluso para garantizarse trato preferente o vacunarse frente a posibles cogotazos. Quizá el filtrar lo de ayer no sea una simple indiscreción, sino ir preparando el terreno de forma que hoy nos podamos desayunar con muchos medios dando ya por presidente a Omella, que aquí nada se hace por casualidad.

Es igual. A lo que iba. Que antes de la votación se pidió no decir el resultado y que, sin embargo, anoche ya se sabía todo. Conclusión: que en la conferencia hay algún o algunos obispos ligeros de lengua y de poco fiar. Lo mismo alguno hasta con votos.