Ideología, fe y confesionario

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que no permanece en mí no da fruto y va al fuego. Serio esto.

Mi impresión es que hemos abandonado la fe para conformarnos con una mera ideología buenista – histórica – folklórica – costumbrista. Nos gustan las ideas del catolicismo, más o menos que no hay que exagerar, tenemos costumbre de asistir a nuestros ritos, sean misas dominicales, procesiones o ceremonias varias, añadimos ese puntito de solidaridad. Todo eso se puede hacer sin fe. La fe es gracia, la fe es inserción en Cristo, la fe es Cristo viviendo en mí.

Somos insertados en Cristo por el bautismo, pero cuántas veces esa inserción se va debilitando o incluso rompiendo a causa del pecado. Uno de nuestros grandes problemas es la pérdida del sentido del pecado. Nos vamos alejando de Cristo por el pecado, en ocasiones por cosas realmente graves, pero, parte por ambiente social, parte por desidia eclesiástica, parte por comodidad personal, cada vez nos merece menos importancia el hecho del pecado.

Es lo que vemos a diario, eso que todos dicen, decimos, de que a comulgar todos, a confesarse nadie. Parece que nada tiene importancia. No pasa nada por faltar a misa los domingos, por vivir en pareja de cualquier manera, por mentir o engañar. A nadie preocupa la honradez en temas económicos. Poco a poco el pecado se va colando en nosotros y la fe se debilita. Se debilita o se pierde.

Meses, años y años sin una buena confesión. El pecado se va arraigando en la persona, se pierde sensibilidad moral, se quita importancia a la coherencia de vida y fe. Nos queda la ideología. Nada más.

La inserción en Cristo es vida sacramental y es vida de oración. Una vida cristiana sin eucaristía, es nada. Una vida cristiana sin sacramento de la penitencia es nada. Una vida cristiana sin oración es nada. Y sin embargo es muy normal encontrarnos con cristianos que suelen ir a misa cuando pueden, que llevan años y años sin confesarse y que lo de rezar, alguna vez mecánicamente o en caso de “urgencia”.

Tan perdido está, por ejemplo, el sacramento de la reconciliación, que apenas he confesado desde que estoy en los pueblos. Han perdido la costumbre. Gente de misa dominical, incluso de misa diría si pueden. Pero no tienen costumbre. Y me paso mis ratos en el confesionario, y lo digo. Me preocupa porque si no hay vida sacramental no hay fe, no hay gracia, no hay nada.

En ello estamos. En los próximos días voy a repartir unos dípticos explicando lo que es la confesión y cómo confesarse. Insistiremos en ello. Pero es que al final uno lo que acaba descubriendo es que la diferencia entre ideología y fe viva se supera de manera muy especial en el confesionario.

La gente no es mala. Años complejos en la vida y la pastoral de la Iglesia. Un sacramento que cuesta. Un deseo de los sacerdotes de facilitar supuestamente las cosas. Al final, en muchos sitios, un sacramento olvidado que ahora cuesta muchísimo recuperar.

28 comentarios

  
Marina
Si oyes al parroco decir "con venir a misa ya pides perdón y puedes comulgar tranquilamente". ?Que se puede esperar¿
01/05/18 9:29 AM
  
David
No sólo hay que preparar a los fieles a la confesión. También a los sacerdotes. Difícilmente he oído en una homilía hablar sobre la necesidad de confesión. Y cuántas veces he oído ridiculizarla por los sacerdotes. Y la dificultad para encontrar confesor. Hay lugares donde difícilmente se sienta un solo sacerdote durante dos horas a la semana para toda la localidad. O aquel sacerdote que me dijo que él ya no confesaba a la gente. O aquel otro que después de haber hecho examen de conciencia, haber esperado larga fila para confesar, haberle confesado los pecados, no me da la absolución porque eso de la confesión frecuente (cada dos semanas) no le parece bien. O los sacerdotes que te miran como un escrupuloso y les tienes que explicar que no lo haces por ir a la lavadora, sino por amor a Cristo. Y ya no digamos las palabras de muchos sacerdotes durante la absolución, donde te perdonan con cualquier frase que se inventan. O donde te dicen cosas contrarias a la doctrina de la Iglesia. Si no hay buenos confesores, difícilmente habrá buenos penitentes.
01/05/18 9:39 AM
  
Lorenzo Valla
Es cierto todo cuanto dice, D. Jorge, y es un sacramento a recuperar. Pero también hay otro aspecto a considerar. Muchas personas me han comentado muchas veces que no se confiesan porque no encuentran confesores en las iglesias. Y es bien cierto. Yo mismo he comprobado no pocas veces que me he pateado las calles de una iglesia en otra sin encontrar ni un solo confesonario operativo. No sé si será oor las muchas ocupaciones o, sencillamente, porque no gusta, pero el hecho es ese, que no suele haber confesores o hay que buscarlos en la sacristía. Si tienes suerte y cazas alguno a lazo, podrás confesarte en el despacho. He comprobado que en mi ciudad solamente suele haber confesores de manera habitual antes de las Misas en dos iglesias (no parroquias) conventuales, regidas por órdenes religiosas. Puede que sea porque tienen más sacerdotes para atender el confesonario, no lo sé, pero el hecho objetivo y muchas veces contrastado en una ciudad de más de 400.000 habitantes es que sólo se encuentran confesores regularmente en dos templos.
01/05/18 10:12 AM
  
rastri
Para ser buen confesor hay que tener más fe en el sacramento de la confesión que el propio pecador.

Lo dicho: Cuestión de ese personal "discernimiento", que tanto tolera y tanto arregla, si cabe día y hora de confesión; Tanto para el que se confiesa como para el confesor.





01/05/18 10:33 AM
  
Mismamente.
Los cristianos necesitamos:
- llegar a sentir que hemos ofendido a Dios,
- “aprender la doctrina”,

Si no sabemos qué es pecado, cuál es el plan de vida que Dios propone al Hombre, a qué estamos llamados... qué es la Gloria, y qué es el infierno...

Por mucho que sepamos en qué consiste y cómo se hace una confesión, no nos sentiremos apremiados, urgidos a ir a confesarnos...

Esta publicación merece ser pagada con propina.
Van dos Avemarías...
01/05/18 10:41 AM
  
maru
Dice toda la verdad. Ahora, casi nads es pecado, pero muchos sacerdotes, no hablan del pecado. Se instaló de tsl manera el buenismo, de que Dios nos perdona,aunque noconfesemos,que para qué hacerlo .Conozco personas que no van a misa los domingos y.cuando se tercia, por ejempko, un funeral, van a comulgar, otras q van a misa pero no comulgan y claro, menos cobfesarse. Y, efectivamente, por haber tenido tanta desidia, por parte de muchosvsacerdotes, costará mucho recuperar, si se recupera, el sacramento de la reconciliación. Me parece muy bien que vaya a explicar este sacramento, peri, hasta ahors, no he visto, en mi ciudad, a un sacerdote, obispo incluido, q.haya tenido esta iniciativa. Que el Señor se lo premie.
Dios te salve Maria...
01/05/18 10:46 AM
  
Juan Mariner
Se ha pasado de un extremo a otro, la ley del péndulo: en los pueblos, de confesar nimiedadades y hasta de ser los confesores unos consejeros espirituales-sentimentales-familiares-patrimoniales a, después, poner un tiempo limitado escaso hasta con nervios incluso, y al final, a que no se acerque nadie al confesionario porque se ha educado mal en la Fe una y otra vez perseverando en el error. Lo siento, pero hay que volver a instruir a la gente de nuevo si queremos salvar el sacramento de la reconciliación.
01/05/18 11:01 AM
  
Forestier
Sólo faltaba en una sociedad como occidente que pienso que lo que más le distingue es su vagancia mental, diera una nueva vuelta de llave con la convicción de que los robots realizarán todos los trabajos que supongan esfuerzo físico y mental. Para justificar lo que digo, expongo dos preguntas: ¿por qué muchos docentes, tanto del clero como de los profesores civiles que enseñan filosofía, se saltan y prescinden de la recta metafísica de Aristóteles, desarrollada por Sto Tomás de Aquino? Pues porque para enenderla regularmente bien, hay que estudiar con esfuerzo y poner los codos encima la mesa. La otra pregunta ¿Por qué tantos sacerdotes no confiesan? ¿No será, aparte cuestiones de fe, porque es un sacramento que por parte del confesor y el penitente exige
esfuerzo mental, sacrificio, humildad y gran sentido de la libertad interior para admitir con honestidad los propios pecados? Solo pregunto.
01/05/18 11:38 AM
  
José Ángel Antonio
Los pecados veniales quedan perdonados por la escucha devota del Evangelio, las oraciones de petición de perdón de la misa y el agua bendita para persignarse al entrar.

La confesión es necesaria para los pecados mortales. Pero la gente mayor de pueblo que va a misa comete pocos pecados mortales así que es normal que se confiese poco.

La gente que no va a misa falta a lo de "santificar las fiestas", pero, precisamente, si no va a misa, mucho menos irá a confesarse.
01/05/18 12:39 PM
  
jose 2 católico español
Querido D. Jorge:
Hay que luchar sin desfallecer para que vayan al confesonario.
Una vez que vean lo que es estar en gracia de Dios, volverán pues recordarán y sentirán el antes y el después,
Hay que acercarlos e insistir "martillo pilón".
El Maligno sabe como hacer daño en esta vida y lucha sin desfallecer para que no tengamos presencia de Dios en la Vida Eterna.
Y pegados a la Vid, que sin Él no valemos nada.
Y ya tiene Ud. otra Avemaría para sus intenciones.
Feliz día de San José Obrero.
01/05/18 12:59 PM
  
Prudencio
Recomiendo s los sacerdotes un libro que a mí me ha ayudado: https://gcloyola.com/es/testimonios/3127-ladron-perdonado-el-perdon-en-la-vida-del-sacerdote.html
01/05/18 1:07 PM
  
Birlibirloque
¡Muchas gracias Padre! Ahí fue mi avemaría por usted y su comunidad. Saludos.
01/05/18 1:07 PM
  
Tulkas
Aunque la confesión sólo sea necesaria para los pecados mortales es conveniente tb para los veniales, que no por no ser mortales son “leves”. No hay pecado leve, para empezar porque cargó con todos ellos.

01/05/18 2:04 PM
  
Mery
D. Jorge, Sin ánimo de ser un poco chulita y decirle nada, Se me ocurre una cosilla q lo mismo sirve. Si algún día usted va diciendo “ no puedo ahora porq voy a Madrid( o a donde sea) a confesarme” Eso semana tras semana la gente , si quiere lo pilla.El cura va a confesarse...
01/05/18 2:21 PM
  
Copa Amarga
¿Que haces cuando al confesar pecados del fuero interno de lo más típicos el sacerdote te dice "legalista", te reproche no haber comulgado y se lo piensa mucho antes de concederte la absolución? Pues claro te tocará ir a otra parroquia, en el mejor caso digo, cuando has recibido formación de catequesis suficiente y no te conformas con ello.
Peor cuando vives en una zona rural (bien lo sabrá D.Jorge) al igual tienes que recorrer unos cuantos kilómetros para ser atendido, y eso no va a mejorar con el tiempo al considerar los poquitos seminaristas que hay en la diócesis y la formación que se les imparte, adaptada al "nuevo paradigma".

Cuando discrepamos sobre las condiciones de recepción de los sacramentos se nos acerca el cisma, los unos por un lado y los otros a otro sitio. Ojalá no ocurra, mucho más difícil será arreglarlo después.
01/05/18 2:37 PM
  
claudio
La mejor confesión es la de Dimas y tiene dos elementos básicos reconocerse pecador y pedirle a Dios que te lleve consigo. Estaba perdido y se salvó. Estimado Padre, no es simple encontrar un confesor hay que pedir primero la Gracia de poder confesarse bien y para eso el medio debe ser adecuado, muy adecuado y muy preparado. Es más que difícil volver a poner las cosas en orden, los confesores han desaparecido porque primero desaparecieron los pecadores y los pecadores han desaparecido porque también antes lo hicieron los pecados. Si no existe más la situación objetiva pecaminosa qué voy a ir a confesar ?. Aplico a mi mismo quién soy yo para juzgar y sigo. Pregunta la diferencia entre la fidelidad a Dios y la infidelidad a Dios y te van a contestar qué ?.
01/05/18 2:52 PM
  
YH
De paja en ojo ajeno y de viga en propio.

Veo en la viga de mi propio ojo (y sospecho que a más gente le sucederá), que a veces el exceso de vergüenza o pudor hace que sea difícil ser claro y se cae un poco en autojustificación o minimización mientras uno se confiesa. Eso es muy malo. También el repetir los mismos pecados hace que uno se desaliente y no se confiese pensando en que el sacerdote se va a cansar, a llevar un mal concepto y va a perder la esperanza en el laico.
De la paja en ojo ajeno, veo que hay demasiados sacerdotes modernistas y poquísimos tradicionales. Aquellos no adoctrinan en la Fe con plena confianza, a veces pareciera que les resulta tedioso atender a los fieles (y en parte entiendo que puede serlo, pero si de verdad aman lo que hacen el E.Santo les daría fuerza, paciencia, discernimiento y buen consejo) pero en muchos casos no es así y me da pena. La pérdida de Fe se está cebando tanto con los laicos como los consagrados.
Gracias por entregar tanto de su tiempo al confesionario, yo acudiría a él sin pensármelo dos veces al saber que me espera tan buen confesor. Animo y no desista, necesitamos sacerdotes que también nos anime a nosotros a la confesión, como hace usted, D. Jorge.
01/05/18 4:39 PM
  
SR.
El sacramento de la confesión apenas se celebra, hoy día, en España. Mi experiencia es mayormente de Madrid:

-no hay horario de confesiones en ningún cartel. Y si lo hay, suele ser ese "media hora antes de misa", que evidentemente no se cumple.

-en algunas parroquias no hay ni confesionarios. Y no, no es porque a los sacerdotes les guste más confesar en el despacho parroquial o en la sacristía...

-no hay catequesis de este sacramento, como no la hay de los que no sean de importancia "social": bautismo, matrimonio y (primera) comunión. Hay sacerdotes que no confiesan a los niños que van a hacer la primera comunión.

-No hay confesionarios DIGNOS. Me ha pasado que en templos importantes, con largo horario de confesiones, e incluso varios sacerdotes confesando, el confesionario es muy abierto o de mala madera, ergo se escucha todo si te acercas.

-Las ceremonias comunitarias del perdón sirven de excusa para no celebrar a menudo la confesión individual. Si bien se supone que después de ir a la celebración hay que ir al confesionario, ¿no?
01/05/18 5:01 PM
  
Octavio
Repartir dípticos... me parece una muy buena idea
¡Ojala mi párroco hiciera lo mismo, que sólo se acuerda de mencionar la confesión un domingo de cuaresma al año!
01/05/18 5:20 PM
  
Luis Enrique
Lo siento, pero a mí se me olvidaron los diez mandamientos con el tiempo y tuve que volver a repasarlos para recordarlos.

Hasta este extremo llegamos las personas.
01/05/18 7:57 PM
  
Fernando Martín López Avalos
Cuando podamos volver a nuestra España querida, lo buscaremos don Jorge. Mientras tanto, siempre rezamos por usted.
01/05/18 8:49 PM
  
juan manuel
D. Jorge, destacar por lo menos dos aciertos en su comentarios: el de dos de nuestros grandes problemas, el “buenismo” y la pérdida del sentido del pecado.
Una experiencia por mi parte: que tenemos que recordar y asimilar que los Mandamientos son diez, que los fundamentales son: el primero y el segundo -dice nuestro Señor-, y que el resto están a mucha distancia de estos dos, pero están.
Gracias.
01/05/18 8:54 PM
  
Primo
Otro tema en el que la unidad en la Iglesia brilla por su ausencia. Mala pinta, todo esto tiene muy mala pinta, y no son temas accesorios, pero son legión los Sacerdotes que le tienen alergia al confesionario. Luego los fieles seremos débiles, cómodos y todo lo que se quiera, pero las responsabilidades son de quien son... Estos si que son temas para estudiar en esos consejos de cardenales, y conferencias episcopales y de mas reuniones curiales.... pero da la sensación que no interesan. En mi parroquia no se ven curas confesando (no digo que si se lo pides no te confiesen, pero en el confesonario, nunca......los han quitado, lógico, no los usaban....
01/05/18 8:59 PM
  
Mariasol Martin
Si se da cuenta Padre casi todos coincidimos en que los sacerdotes, y siento decirlo, tienen bastante que ver en el olvido de la confesión. Si el sacerdote está en el confesionario a la larga la gente se verá atraída y acudirá pero si tenemos que ir al despacho a decirle al cura que quieres confesar como si fueras a pedirle un papel pues así no y poco a poco es lo que está sucediendo unido ello a que los sacerdotes "olvidan" hablar de este sacramento.
Sería bueno que nos dijera algo después de lo que todos hemos comentado.
Gracias
01/05/18 9:17 PM
  
Millán
Pues es la banalización y la pérdida de importancia de muchas cosas lo que se produce en nuestra sociedad de hoy. A veces y no sólo en el ámbito religioso se da el estar por estar sin más, sin conocer el significado profundo de las cosas. Se ve mucho eso de ir a misa indecorosamente vestidos, tarde, sin persignarse casi como si fuera una obligación social e ir por ir. A la hora de comulgar y sobre todo si son mujeres no se el porqué van a comulgar y reciben la comunión con la mano, sobre todo de mediana edad. Años sin confesión, algunos prácticamente desde que hicieron la primera comunión hasta que se casaron, con una pérdida del sentido del pecado cosa que advirtió Pío XII que era el drama futuro de la sociedad moderna. Curas que se sientan poco y mal a confesar, en un banco de cualquier modo sin ser urgente, casi con falta de intimidad.
01/05/18 9:20 PM
  
María López
Tiene usted razón, cuesta confesarte, pero cuesta aún más encontrar confesor.
En mi domicilio habitual no tengo problemas porque tengo confesor fijo, pero en mi segunda residencia hay que hacer un tour para conseguir confesarte porque o no hay horarios de confesión o no se respetan, yo he llegado a estar tres cuartos de hora esperando dentro del supuesto horario de confesión, llegar el sacerdote 5 min antes de la misa y protestar cuando le he preguntado si me podía confesar. Por suerte lo hizo pero no me extraña que la gente no esté dispuesta a ir a la "caza y captura" de un sacerdote que esté dispuesto a confesar, que ya no pido ni que esté sentado en el confesionario porque eso sí que me parece ya misión imposible.
01/05/18 10:18 PM
  
Philosophia Naturalis
Gracias por su labor, don Jorge. Dios irá llamando al corazón de sus feligreses.

Seguramente tenemos que rezar más por nuestros sacerdotes, los que se ponen a confesar y los que no. Y sostenerlos también con la amistad. La Comunión de los Santos funciona y nos alegraremos en el Cielo de saber cómo Dios se ha servido de nuestras pobres obras para tocar el corazón de nuestros hermanos.

Decía Benedicto XVI en el punto 48 de Spe Salvi:

"Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa, mi vida entra en la vida de los demás, tanto en el bien como en el mal. Así, mi intercesión en modo alguno es algo ajeno para el otro, algo externo, ni siquiera después de la muerte. En el entramado del ser, mi gratitud para con él, mi oración por él, puede significar una pequeña etapa de su purificación. Y con esto no es necesario convertir el tiempo terrenal en el tiempo de Dios: en la comunión de las almas queda superado el simple tiempo terrenal. Nunca es demasiado tarde para tocar el corazón del otro y nunca es inútil".
02/05/18 5:47 AM
  
Daniel Subiabre
Hola. Yo creo que eso pasa en Europa. Acá en América, desde Estados Unidos hasta Chile, la gente hace fila para confesarse. Saludos.
02/05/18 5:11 PM

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