Ya sé por qué no hay vocaciones al sacerdocio

Ya sé por qué no hay vocaciones al sacerdocio. La causa está allá donde no es fácil verla. A veces nos dejamos llevar por tópicos y tendemos a culpar de la falta de vocaciones a la secularización reinante, a la relajación de las costumbres, a Zapatero y sus secuaces si se tercia, a quien sea, sobre todo de fuera de la Iglesia.

Pero no. He ido comprobando que si no hay vocaciones es porque no puede haberlas, al menos no sin una intervención sobrenatural de esas que rompen espectacularmente con todo lo esperable. Porque, ¿de dónde esperaríamos que surgiera cada vocación al sacerdocio?, ¿de ambientes ateos?, ¿de niños empapados de “valores” de concursante de Gran Hermano? No, ¿verdad? Nosotros confiamos en que los sacerdotes surjan del seno de familias muy católicas, ¡pero…!

Pero si en las familias católicas se habla de los curas con el desprecio y prepotencia con la que, en público, se oye y se lee expresarse a los católicos pretendidamente más auténticos, lo normal es que sus niños crezcan despreciando y temiendo a esos seres tan caraduras, vagos, iletrados, hipócritas, soberbios e inmorales que parecen ser los sacerdotes.

Porque no hablo de los ataques que vienen de parte de lobbies ideológicamente anticlericales, y de cuyas filas no es razonable esperar que surja un sacerdote. Hablo de los católicos de pata negra que menudean por las sacristías, los actos de piedad y las manifas profamilia, los que alimentan los sitios virtuales más íntegros y ponen la X en la declaración de la renta. Es decir: me refiero a los que verdaderamente más destrozan la estima del clero. Y lo hacen con esa seguridad que concede el convencimiento de que “quien paga manda”, sólo porque ponen la X y sueltan –y no todos ni siempre- en la colecta semanal un billetito en vez de las monedas que se caen entre los cojines del sofá. O porque colaboran tanto en alguna tarea parroquial que están tentados de anunciarse así en su tarjeta de visita: Fulano de Tal, Laico comprometido.

Y como, ciertamente, la situación de la Iglesia hoy no parece ser la más lustrosa de su historia, los profetas surgen por doquier. Pero si creíamos que los curas setenteros, los teólogos heterodoxos y las monjas asilvestradas habían agotado el cupo de profetismo tosco para varias generaciones, nos equivocamos. Entre los buenos prolifera. Veamos.

Busquemos, primero, la denuncia profética del fariseísmo formalista: la encontraremos, sí, y mezclada con la heterodoxia más brutal, entre los cristianos liberales (autodenominados proconciliares, y simplemente herejes por nosotros, los auténticos); busquemos en segundo lugar, la denuncia profética de abusos litúrgicos: ya sabemos dónde encontrarla, entre los filolefebrianos (autodenominados tradicionalistas); busquemos por último la denuncia profética de la herejía: la encontramos donde no escasea, entre oficialistas y movimientistas (autodenominados católicos de verdad, sin más). Todos estos profetas y profetisas normalmente andan a la greña entre sí. Pero si queremos verlos profetizar juntos, de la mano y al unísono, busquémoslos en la denuncia profética de los males del clero, que ahí van en amor y compañía todos los que de un extremo a otro se creen destinados a poner orden en el clero.

Qué hinchazón de suficiencia gastamos a veces en sembrar el desprecio a los sacerdotes, sin matizar, cargando las tintas o sobre su ignorancia (¡¿pero qué les enseñan en los Seminarios?!), o sobre su incuria (¿a ver qué hace éste tantas horas, si tiene la Iglesia siempre cerrada, pero para pasear al perro y fumar, para eso sí tiene tiempo!), o sobre su inmoralidad (¿me van a dar lecciones de moralidad estos? Huy, si yo contara las cosas que sé…). El lastre de altanería e inquina de trazo grueso de este profetismo anticlerical es proporcional al grado de autosatisfacción moral: como yo soy inequívocamente fidelísimo, como soy la viva representación de la ortodoxia, como soy extraordinariamente impecable, como soy el más “comprometido” de los laicos, ¿quién podrá decir de mí que soy un cáncer para MI Iglesia, como sin duda puede decirse de los disidentes o de los cismáticos, tan diabólicos todos ellos? Amparados los profetas en estas seguridades, las prédicas más salvajes contra los sacerdotes las proclaman católicos de lo más piadoso y observante.

Así las cosas, se entiende que nadie quiera ser cura. Reitero: si en las familias católicas se habla de los sacerdotes, no digo con el mismo desprecio, arrogancia y aires de superioridad moral con que se habla en los pórticos reales o virtuales, sino la mitad de la mitad, los niños crecerán pensando, como mínimo, que para vivir en medio de ese hostigamiento implacable, hay que ser un héroe. O un sinvergüenza. Cuando Dios llame al corazón de un varoncito de familia católica de estricta observancia, ¿no dudará la criatura de si su cándida inocencia podrá precipitarse a tan profundas simas de haraganería, ignorancia y pecado como se atribuye, en su propia y catoliquísima familia, a los curas? ¿Y no pensará el joven, dudoso, que la disposición al heroísmo que implica administrar los sacramentos a quien unos minutos después esparcirá por doquier las reales o imaginarias miserias del cura excede tanto sus fuerzas que es preferible no escuchar la llamada de Dios?

Como suelo decir que sólo he conocido sacerdotes buenos y dignos (no he dicho superhombres, he dicho buenos y dignos), llevo años escuchando el adjetivo clerical como un desdeñoso insulto. Pero sé que hay curas malísimos, no porque lo digan los montones de profetas impecables, sino porque es de sentido común que los haya, siendo seres humanos y no arcángeles. Y como hoy los comecuras no son sólo los quemaiglesias y los ateos de toda la vida, sino los católicos modélicos, ¿es mucho que alguien sea un poco “clerical”?

En un par de generaciones no habrá curas que nos den los sacramentos (con lo mal que lo hacen, dicen algunos, mejor que no los haya), no nos predicará nadie (total, predicaría mejor mi hijo de seis años, dicen estos mismos) no tendremos misa dominical siquiera (para lo mal que la dicen, mejor sin misa, insistirán). No habrá curas a los que los católicos buenísimos podamos amonestar en las sacristías materiales o virtuales si no nos gusta su homilía, si los horarios no nos convienen, si su corte de pelo no es a nuestro gusto; si las reuniones son breves, si son demasiado largas; si alza con poca unción, si alza absorto para dárselas de místico; si lee el periódico cuando podría rezar el rosario, si sonríe mucho y eso le hace parecer mundano; si sonríe poco y parece orgulloso…

Y los niños que educamos en esas ideas despiadadas con quienes dijeron SÍ y dejaron todo por seguir a Cristo no sólo no querrán ser curas de mayores, sino que tampoco tendrán curas a los que despreciar e infamar. En eso sí habremos ganado.

Yolanda Obregón García

57 comentarios

  
Gaby
Coincido en todo y muy en particular con el asunto de los "abusos litúrgicos" generalmente ilustrados con una foto o un video sacados de contexto, que si bien alguna vez podría ser un error (asumiendo que los curas son humanos y cometen errores) generalmente no es mas que eso, un elemento fuera de contexto contra el que se ensañan los mas "fieles católicos" para los que el cura no debería jamás tener hambre, gripe o sueño y mucho menos ir al baño ni bañarse sin sotana.

Terrible ejemplo le damos a la nueva generación, educada con "YouTube" y "flicker", diciéndole que eso de ser cura solo es para los que no respiran fuerte, que jamás fruncen el ceño o por el contrario, solo para pederastas, abusivos y corruptos.

A Dios gracias, cuando los hombres callen las piedras hablarán (Lc 19,40). Y no será gracias a los "fieles" sino tal vez todo lo contrario: a las ovejas perdidas en busca de un pastor.
03/09/12 9:02 AM
  
Jorge
Curioso lo de los abusos litúrgicos. ¿Hay que tragar con todo? Porque el propio Papa dice (en la Redemptionis Sacramentum, si mal no recuerdo) que es deber de todos los fieles acabar con los abusos litúrgicos para tener una Celebración Eucarística digna. A ver si va a ser filolefebvriano ahora el Papa...
03/09/12 9:23 AM
  
Luis Fernandez Olmedo
Aconsejo la lectura meditada del pequeño y clarificador libro del P.Iraburu "Causas de la escasez de vocaciones", disponible en la página web de la fundacion Gratis Date.
http://www.gratisdate.org/fr-catalogo.htm
03/09/12 9:29 AM
  
José Luis
Vocaciones sacerdotales:

http://www.youtube.com/watch?v=z5cAhpMMzdE
03/09/12 9:46 AM
  
fiolonovo
Y donde ha leído usted, Jorge , que se diga que hay que tragar con todo el? Ha Eso es lo único que ha leído y lo ha leído mal.
03/09/12 10:08 AM
  
Jorge González
Me parece un comentario bastante salido de sitio el de la bloguera. ¿Familias católicas que todo el día critican a los sacerdotes? Me gustaría que me las presentara. Me parece que la causa de escasez de las vocaciones es que precisamente hay cada vez menos familias católicas, pero no se... quizás la bloguera conoce muchas "familias católicas" que critican a los sacerdotes. No se porque ambientes se mueve... Recemos por las vocaciones.
03/09/12 10:23 AM
  
juan
creo que está equivocado el planteo. en este mismo portal hay un artículo sobre los curas batasunos; lo mismo se podría escribir sobre muchos curas catalanes, más cercanos a la senyera que a la cruz. criticar al que critica, muchas veces intenta esconder el problema: que estamos ante una iglesia secularizada, con unos pastores que en muchos casos no dan la talla. Personalmente no dejaría que mi hijo entrase en el seminario de Barcelona.
03/09/12 10:40 AM
  
Juan Mariner
La falta de vocaciones, creo, se da en aquellos ámbitos en que el catolicismo se vive de forma secundaria o marginal (lo primero es el bienestar, el dinero, el poder o el prestigio: el mundo), salvo excepciones mínimas.

Hay que volver al combate cuerpo a cuerpo, al ejemplo convencedor, a la guerrilla y a la trinchera, a la clandestinidad, a la caridad real y al amor al prójimo haciéndole entrar en razón. Hay que evangelizar a grito pelado y despertarnos de esa "manipulación" interna en la Iglesia que nos tiene atenazados indefinidamente y no nos deja ser como queremos, debemos sacudirnos la Iglesia cómoda y funcionarial, amiga de gobernantes y poderosos (enemigos)y la Iglesia revolucionaria demasiado amiga de "experimentos" modernos que simepre llevan al fracaso intelectual (ambas hostiles a evangelizar).

03/09/12 11:56 AM
  
Bruno
De las peticiones de hoy, en Laudes, memoria de San Gregorio:

Apacienta a tu pueblo, Señor.

Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor,
haz que por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.

Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.

Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa.

Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
03/09/12 12:31 PM
  
Amfortas
Está muy bien la carta de Yolanda, pero le pondría alguna objeción. Los comentarios que se hacen ahora de los curas no creo que supongan ninguna novedad con respecto a lo que de ellos se ha dicho siempre. Por lo menos en España, donde medio mundo pone a parir al otro medio. No es raro que una persona que tú creías de tu confianza te esté poniendo a parir a los dos segundos de haberte dado la vuelta, cómo para no hacerlo con quien, como dice Yolanda, te acaba de dar la comunión, si además no hay una vinculación directa de por medio. Somos así, y la prueba de ello es que todos nos cuidamos de quien, de primeras, dice querernos mucho, porque no nos lo creemos y sospechamos puede haber alguna subrepticia razón en sus palabras.

También se habla muy mal de futbolistas y cantantes (seguramente con más motivo para ello), y no por ello los niños dejan de dar patadas al balón, soñando con ser un día judadores de primera, o de hacer sus pinitos en los karaokes, con la mente puesta en grandes escenarios y miles de fans alrededor. Si en estos casos da igual lo que les hayan podido inculcar los padres o en la escuela a esos niños, es porque el problema, en mi opinión, no está tanto en alertar de los peligros o males de tal o cual de profesión, como en el planteamiento de base que se hace de lo que es la vida. Si se educa para llevar una vida acomodada, en la que la meta sea "pasarlo lo mejor posible", es evidente que la vocación al sacerdocio se verá como algo despreciable y fuera por completo de contexto. Si se educara en la dignidad de las personas, las causas finales, etc., etc., la cosa sería bien distinta.
03/09/12 1:23 PM
  
Yolanda
Don Jorge:

lectora, no bloguera.

¿Qué por qué ambientes me muevo? Hmmmm, mi parroquia, otras parroquias, Infocatólica...

¿De verdad quiere que le presente a esos católicos superortodoxos, superpiadosos y superobservantes que gastan sus energías en despellejar vivos a los curas?

Porque si el director me lo autoriza, empiezo a poner nombres y nicks, muchos de los cuales le sonarán, sin duda.

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LF:
Por mi parte, mientras no os faltéis al respeto, tenéis autorización para deciros lo que os plazca.
03/09/12 1:24 PM
  
Norberto
Bueno, creo que lo que planteas está constatado y, por tanto, salvo algún que otro tropo,nada que objetar.

Lo que pasa es que falta evaluar en cuánto afecta lo que señalas a la minoración de vocaciones sacerdotales, ya que no se trata de un oficio, una carrera, una tarea, un desempeño sino de recibir, mediante la Ordenación el sacerdocio de Xto. y claro eso requiere una maduración notable.

Los ordenados que conozco desde hace unos quince años son, en gran parte, entonces - casi todos, hoy - titulados universitarios y con ejercicio profesional, varios de ellos, hasta que surge la llamada.

No creas que esa llamada se da en ambientes súper-fáciles, ora familiares, ora parroquiales, ora ambientales, pero se da.

¿Se daría antes si se pudieran paliar las circunstancias que señalas?, quizá, lo sabremos en el cielo.
03/09/12 3:25 PM
  
rojobilbao
Como suelo decir que sólo he conocido sacerdotes buenos y dignos...

Yolanda o has conocido muy pocos, o no coincide tu concepto de "bueno" con el del resto del mundo o mientes.

Casi cualquier cura merece un plus extra de respeto y de agradecimiento, pero los hay malos, pésimos y lo siguiente.
03/09/12 4:10 PM
  
santi
no hay más curas porque en la familia no se ve tan positivamente la vocaciòn al sacerdocio o la vida religiosa como una carrera profesional (ingeniero, médico...). por tanto, los padres no prestan atenciòn a los niños por si tienen inquietudes vocacionales o, directamente, las sofocan.

la otra causa es la falta de ejemplaridad.un sacerdocio polarizado entre una secularización más o menos acusada o entre el fervil servilismo acrítico neomovimientario no son ejemplo.

llevo 36 años a las espaldas, unos cuantos saceedotes conocidos...y sólo uno o dos que puedan ejemplificar y atraer.el resto... apartan.

luego que cada uno haga su lectura, pero lo de la articulista no lo percibo como real.
03/09/12 5:08 PM
  
Luis Fernando
Yo debo tener una suerte bárbara porque conozco a bastantes sacerdotes cuyas vidas son ejemplares o, como poco, bastante aceptables.
03/09/12 5:27 PM
  
Yolanda
Por el momento, el tipo de comentarios que recibe la carta me confirma lo dicho:


Rojobilbao:

¿He debido de conocer pocos sacerdotes, dices? No creo, no. Tampoco creas que tú eres "el resto del mundo". Pero todavías menos creas no te atrevas a decirme "que miento". Y que los hay malísimos, si lees mi carta, ahí lo digo yo misma.


Amfortas:

que se hable mal de futbolistas o cantantes que viven vidas de lujo escandaloso, que se ponen tristes si no les dan sus 16 millones, que se amanceban con la top model más deseada del momento hasta que se aburren y la cambian por la siguiente, que se pasean con coches que más parecen naves espaciales, que frecuentan fiestas cuyos excesos los mortales ni imaginamos, etc... no se puede comparar. Criticand a este tipo de gente sólo se trabnsmite la peor de las envidias, la que encima de ser un vicio se profesa hacia modelos de inmoralidad... que se presentan, sin embargo, como envidiables. Por eso los niños seguirán queriendo ser futbolistas.

Pero ensañarse con quien no sólo no lleva ese género de vida sino que por Cristo y por su Iglesia ha renunciado a aspiraciones comunes, nobles y buenas como una profesión, una familia y una estabilidad, es transmitir el peor mensajes a los niños.


Norberto:

Lo sabremos en el cielo o lo sabremos antes, cuando los católicos piadosos y cumplidores vuelvan a proponer a sus hijos el sacerdocio no sólo como una gracia que les haría felices sino como lo que es,un ministerio desempeñado en la realidad y el la práctica por hombres extraordinarios. ¿Pecadores? ¿falibles? Supongo. Pero si Jesús los hubiera querido perfectos, no habría empezado por llamar a los primeros doce que llamó: algunos nos han dejado ejemplos de cobardía, de soberbia,de respetos humanos, de ira, de ... más que notables.
03/09/12 6:17 PM
  
Eduardo Jariod
Entiendo la posición de Yolanda, aunque veo un tanto descompensado el artículo tanto en lo que tiene de crítica como en lo que tiene de halago.

La Iglesia hoy es muy mediocre porque TODOS somos muy mediocres. Ni los sacerdotes son seres maravillosos nimbados por un halo de santidad que procede directamente del Espíritu Paráclito que los empapa de luz, de conocimiento y de paz interior; ni los feligreses una suerte de gentuza degenerada de mil formas imaginables. Ni una cosa ni la otra. Sólo una mediocridad en todo y en todos. Somos mediocremente buenos y hasta mediocremente malos, sacerdotes, monjes, monjas, consagrados y seglares varios.

Hoy sólo seguimos, TODOS, la vocación de la mediocridad. Y así nos va, claro, que era de lo que trataba el post.
03/09/12 6:39 PM
  
José Luis
Reconozco públicamente, que uno de mis errores, es quejarme de los sacerdotes que no son fieles al Magisterio de la Iglesia Católica, y públicamente me arrepiento, también en el confesionario.

Acabo de terminar, en el día de hoy, un tratado sobre la confesión, de San Alfonso María de Ligorio. Y muchas personas no reconocen determinados pecados, y si hacemos juicios a los sacerdotes no saldremos ganando a los ojos de Dios.

Por eso, si el sacerdote es causante de que falte vocaciones, sólo él tendrá que dar cuenta a Dios de su infidelidad. Ningún sacerdote tiene que dar cuentas a nosotros de lo que haga, pero nosotro, necesitamos aumentar el tiempo de la oración, que se aprovecha más que si hacemos "críticas", No está de sobra, mostrarle documentación eclesial, con todos los datos y referencias, citas, según los casos y asunto, si no hacen caso, nosotros se lo encomendaremos al Señor.

Pero el demonio es muy astuto, y no quiere que nos demos cuenta del daño que nosotros podemos estar haciendo a la Iglesia con tantos juicios a cualquier alma consagrada, sacerdotes, religiosos, religiosas, cardenales, ellos necesitan de nuestras oraciones, no de nuestras críticas.

Lo que no podemos hacer de nuestra mano, ya sabemos que con humildad y caridad lo tratamos con Dios en la oración.

Por lo tanto, pido perdón a Dios, a toda la Iglesia Santa Católica y Romana, a los sacerdotes, a los obispos y cardenales, porque realmente, yo en mis quejas no he obrado con caridad ni con la justicia que Dios quiere.
03/09/12 6:53 PM
  
gambino

¿Y no tendrá que ver con el que no haya más sacerdotes la educación pro-atea que se da en las escuelas?

¿Qué chaval va a querer hacerse sacerdote cuando en clase los profesores con los libros de biología le digan que la vida se creó sola, sin mediación del Creador, en un caldo primigenio, con rayos y centellas?

¿Que luego, debido a causas naturales, sin ayuda del Creador, esa vida se fue transformando a lo largo de millones de años hasta llegar a ser un mono (perdón, antecesor común entre el chimpancé y el hombre)?

Que luego, de aquél antecesor común, por medio de la selección natural, las mutaciones aleatorias, el caminar bípedo erguido, el uso de las manos, el fuego, etc, etc, se transformó en hombre.

Y todo eso se lo dicen los científicos, a través del profe de biología y los libros de texto.

¿Qué chaval en su sano juicio va a querer hacerse sacerdote? ¿Para ir en contra de lo que ha tenido que estudiarse en clase y aprenderse para poder aprobar los exámenes?

¡¡¡El problema está en que en clase se está negando al Creador!!! Han metido el ateísmo en las clases de biología.¡¡Por eso no hay sacerdotes ni vocaciones religiosas!!!!!!
03/09/12 7:38 PM
  
Greg
El artículo resulta interesante pero creo que es un poco exagerado en ciertos puntos.
Yo conozco santos sacerdotes de la más pura ortodoxia, y conozco a sacerdotes que deberían estar entre suspendidos o excomulgados, sin exagerar. Buenos ejemplos hay miles y pésimos ejemplos, también.
Pero ante todo, quería comentarle dos cosas: 1) El sacerdote es sacerdote. No puede darse el lujo de que la gente desconfíe de lo que hace, ni andar en cosas que den qué pensar. Y además el sacerdote es (o debería ser) un ejemplo; el sacerdote ha renunciado a sí mismo para ser de Dios. Si se entrega a los placeres no da buen ejemplo; debe buscar una vida austera, comprometida al 100% con su parroquia. Es inadmisible que celebre sólo una Misa en domingo, o que no confiese al menos una hora por día, o cosas por el estilo. Porque el sacerdocio no es una profesión con tiempos libres; es una vocación a la que se entrega la vida entera.
2) El sacerdote ha perdido su rol. Ahora los sacerdotes son (o parecen) agentes de ayuda social que sólo se dedican a los pobres. Nada más. Antes, el sacerdote era una autoridad que mandaba y era obedecida. Hoy, el sacerdote apela al concenso de la comunidad; hoy el sacerdote no manda ni en la sacristía. El sacerdote ha dejado de ser el alter Cristo para ser un consejero de vida, un psicólogo social con mucho tiempo libre.
No crea que esto desanima a los jóvenes con vocaciones. Para nada; de hecho, si me permite, tengo 20 años y estoy en las vísperas de entrar en la vida consagrada. Tengo ejemplos de más para saber qué quiero ser, de quién quiero ser y para quién ser. Eso sí, Dios mediante, jamás seré como esos "curas oficinistas" que retrasan 20 minutos la Misa porque no anda el micrófono del ambón o porque se quemó la bombilla del Sagrario, o que celebran la Misa una vez el domingo y que salen el resto del día a pasear. No, jamás, lo juro.
03/09/12 10:05 PM
  
rojobilbao
Yolanda dices y he puesto tus palabras textuales "Como suelo decir que sólo he conocido sacerdotes buenos y dignos " SOLO tiene un significado preciso: 1. adv. m. Únicamente, solamente.

Por lo que me reafirmo en lo dicho. Y con el resto del mundo me refería a todos aquellos que criticamos a los sacerdotes indignos, que como tu misma afirmas (con otras palabras) somos legión.
03/09/12 10:45 PM
  
Yolanda
Eduardo

La descompensación la verás por el lado de la crítica, que es en lo que me he centrado. porque elogios, si repasas, sólo puede decirse que haya estos dos, bien moderados y cortitos:

1º- sólo he conocido sacerdotes buenos y dignos (no he dicho superhombres, he dicho buenos y dignos)

2º- dijeron SÍ y dejaron todo por seguir a Cristo

Más sosito imposible.

Vamos que en ningún momento se dice que los "sacerdotes son seres maravillosos nimbados por un halo de santidad que procede directamente del Espíritu Paráclito que los empapa de luz, de conocimiento y de paz interior"


Gambino

La verdad es que es difícil creer que habla en serio del todo
Lo del caldo primigenio, que la vida se fuera transformando a lo largo de millones de años hasta llegar a ser un antecesor común entre el chimpancé y el ser humano, la selección natural, las mutaciones aleatorias, el caminar bípedo erguido, el uso de las manos no significan, per se, que nadie “haya metido el ateísmo en las clases de biología”. Tenga por seguro que todo eso que usted menciona irónicamente se explica en clase de Biología, sí. Pero no se dice (salvo que algún profe a título personal que en todo ello haya que excluir a Dios. Del mismo modo que la Iglesia no dice nada negativo de ninguna teoría científica sino de sus interpretaciones materialistas.
En todo caso, la elación de eso con las vocaciones sacerdotales me parece lejanísima.
Teniendo delante de nuestras narices a católicos ortodoxísimos y piadosísimos que denigran a los sacerdotes continuamente, pocos motivos añadidos hace falta buscar para comprender la escasez de vocaciones.


Greg

¿20 años, hijo?

Ahora, dices, el sacerdote tal y cual, ahora esto y lo otro… Celebro tu vocación, que espero que tengas mucho más nítidamente clara que tu percepción del tiempo. Celebro tu vocación y comprendo que sea a la vida consagrada y no al sacerdocio, viendo la triste idea que tienes de los sacerdotes. Dices “ el sacerdote no puede darse el lujo de que la gente desconfíe de él… “ como si fuera el sacerdote quien dispusiera de las confianzas internas de los demás. El resto de los detalles de tu comentario confirma la idea central de mi carta.
03/09/12 11:21 PM
  
Amfortas
En lo que señalas, Yolanda, de los Apóstoles creo que está la clave de todo. Si no se parte de ahí, es imposible que quede algún sacerdote a salvo de críticas. Lo que ocurre es que, al igual que sucede entre compañeros de trabajo, vecinos, etc., hay quien tiende a proyectar sobre los sacerdotes las propias frustraciones por no haber llegado a serlo o vaya usted a saber qué.

Eduardo,

Mediocridad: ésa es la palabra que mejor define lo que pasa en nuestro mundo, y en la Iglesia por añadidura. No vamos a engañarnos. Aunque, aún en medio toda la mediocridad que nos invade, debamos hacer por no adopotar una mirada cínica, incapaz de reconer aquello que de bueno persiste en nosotros y en los demás.

Greg,

Con 20 años se suele gozar de una energía inquebrantable y de unas convicciones igualmente inquebrantables, lo cual está muy bien por ser propio de la edad. Aunque termina por pasar el tiempo y se descubre -no sin cierta añoranza- que lo que se tenían por convicciones no eran más que alardes juveniles que de poco valen en la vida adulta. Dentro de unos años, independientemente de que llegues o no a consagrarte -ojalá que sí-, te partirás de risa recordando tus juramentos y tus jamases. Un cordial saludo!
03/09/12 11:57 PM
  
Un cura
Con el corazón en la mano le digo que exagera y que se queda corto. Cuando uno es ordenado sacerdote no se imagina la cantidad de momentos de gracia que recibe, la celebración de la Misa, el confesionario, las bodas, las conversiones (de comunista a creyente de misa diaria) y todo esto lo contempla uno admirado y orgulloso pues ve y palpa que trabaja y se desvive por un gran jefe: Cristo, el Señor. Del mismo modo, contempla la malicia, el odio sin razón, el anticlericalismo, la persecución de los buenos(de los comprometido, de los sacerdotes e incluso del obispo), la crítica, todo parece malo para alguna y de la misma manera mira a Cristo y palpa las cadenas del mal.

¿Qué hacer ante el mal? ¿Cómo luchar contra la adversidad? Oración y en todo Él sabrá por qué yo un inútil siervo que he hecho lo que tenía que hacer.

Les cuento una anécdota: novena de la virgen, predicador de campanillas, comentarios emocionados es que me gusto tanto cuando... Como celebro la misa el predicador, lo que dijo e hizo son barbaridades litúrgicas pero al pueblo le gustan...qué hacer? Al día siguiente celebre la misa y el predicador que sólo predique, la gente piensa que soy muy cuadriculado, que porque no digo las partes de la misa con mis palabras, que es más cercano. El obispo nombra al predicador delegado de...

En fin, menos mal que el Señor sabrá porque, yo a santificarme y a ayudar a santificarse al pueblo.
03/09/12 11:59 PM
  
Yolanda
cierto, rojobilbao

Gracias, pero conocía el sentido del adverbio que he empleado e insisto en que sólo, únicamente, he conocido sacerdotes buenos y dignos. también añado que es de sentido común que los haya malísimos. Pero no me topé aún con ninguno (así que cualquier sacerdote conocido mío, si acaso ha leído esta carta, ya sabe que lo tengo en buen concepto como tal sacerdote; y puede saber que no adulo, porque yo no aspiro a capelos cardenalicios ni cosas por el estilo, jajaja).

Y que seáis legión los católicos de pata negra que despellejáis a los sacerdotes no os confiere ni na mijita más de razón que si fuerais cuatro gatos. Legión también son los demonios.

04/09/12 12:27 AM
  
Carolina
¡Enhorabuena Yolanda por este interesante artículo! Dios nos ha elegido para ser padres , y por tanto, educadores. Dios ama intensamente a nuestros hijos y desea revelarse intensamente a ellos; pero es paciente, trabaja despacio, pero bien. Creo que una vocación sacedotal o religiosa no comienza normalmente a concretarse hasta pasada la adolescencia o hasta más tarde. Dios sabe los tiempos. No siempre la llamada es temprana; en ocasiones, es tardía, pero siempre es fruto de todo lo vivido desde el primer instante de la existencia. Y no nos olvidemos que los años que más marcan son los de la infancia; por eso pienso que el papel de los padres en materia de despertar vocaciones es determinante. Un padre o madre católicos han de enseñarle a su hijo que Dios no se limita al momento de la catequesis o de la misa dominical, sino que Dios está presente en cada momento de su vida. Pienso que detrás de cada vocación sacerdotal hay otro sacerdote como ejemplo-a veces,por qué no, un Papa; una familia, pequeña iglesia doméstica; la vida dentro de la parroquia; la familiarización con la liturgia(monaguillos) y el encuentro con sacerdotes felices; felices no quiere decir que vayan soltando carcajadas, sino que se sienten plenos en el desempeño de su misión. Los sacerdotes del mañana son nuestros hijos de hoy; unos hijos que viven en una sociedad alérgica a todo tipo de compromiso. Como bien señala Yolanda, las críticas hipócritas así como las imágenes caricaturescas del sacerdote no siempre provienen de ambientes laicistas o de medios de comunicación afines. Muchos son los denominados católicos, pero un católico coherente ha de serlo por dentro y por fuera; se puede ir a misa y no estar en misa. El mayor daño a la Iglesia procede de gente que dice amar la Iglesia; muchas de esas personas van de parroquia en parroquia, en búsqueda del sacerdote más simpático y al final lo único que consiguen es adorarse a ellas mismas. Los sacerdotes no son superhombres, son seres humanos; por ello, me agrada intuir en ellos gestos humanos de incomprensión o de sufrimiento por alguna injusticia, muchas de ellas causadas por "católicos irreprochables y muy piadosos." Se puede rezar el Rosario por la calle, sin exhibirlo; un verdadero católico lo es sobre todo en su interior y por sus obras.
Al igual que debemos respetar la llamada a un joven al matrimonio- algo menos frecuente que la cohabitación-, también debemos mostrar respeto y en la medida que sea posible apoyo a un joven que piensa que es llamado al sacerdocio, cualquiera que sea nuestra reticencia o por lo contrario, nuestro entusiasmo de cara a esta vocación. Conozco a muchísimos católicos a los que no les gustaría nada que su hijo fuera un "alter Christus"; postura, considero, poco coherente.
Me gustaría hacer hincapié en ciertos videos que invaden últimamente el ciberespacio; ciertamente algunos son hermosos, pero otros parecen estar más encaminados a captar aspirantes a un "reality show "que a aspirantes a entrar en un seminario. "Poder descubrir lo que de hecho quiere el Señor en nuestras vidas comporta siempre la escucha atenta de la Palabra de Dios, la oración ferviente y constante, el recurso a un sabio y bondadoso guía espiritual y el fiel discernimieneto de los dones y talentos dados por Dios." Y como decía Juan Pablo II ene esa Oración tienen gran importancia las oraciones de las madres.
04/09/12 2:23 AM
  
Greg
Es evidente que hay una diferencia entre el clero de hace 50 años con el de ahora. Es innegable; más allá de posturas y más allá de Concilios.
El sacerdote, hoy, no es nadie. Antes, era una figura central.
No sé si me tomas por niño o por inmaduro. Mi percepción del tiempo es buena, a pesar de que no he vivido "hace 50 años". Pero con leer la vida de los santos, leer y ver fotos de antaño uno se da un claro panorama de lo que fue y de lo que hoy no es.
Por "vida consagrada a Dios" me refería ni más ni menos que al sacerdocio... no sé qué habrás entendido. Y de los sacerdotes no tengo una "triste" idea. Buenos y malos sacerdotes han habido siempre; los más grandes santos han surgido en los peores tiempos de la Iglesia, momentos en que los escándalos atravesaban todos los escalones de la jerarquía y eran públicos (en tiempos en que existía una moral pública).
Sin embargo, por más progresista o cuasi-hereje que sea un sacerdote u obispo (y más aún en este caso), los defiendo ante cualquier acusación ilegítima o difamatoria. Si es culpable, le corresponde un castigo, eso sí (y más grave siendo religioso, porque da escándalo público a los fieles).
Por último, repito: un sacerdote tiene que ser completamente transparente, a imitación de Cristo. Un sacerdote no puede ser susceptible de la más mínima sospecha sobre nada. No puede darse ese lujo; es verdad que no podemos disponer de la confianza ("interna"?) de los demás, pero sí podemos actuar de tal forma que conquistemos la confianza de los demás.
Espero haberme explicado bien,
Saludos.
04/09/12 2:50 AM
  
Pedro Gimenez
Totalmente de acuerdo con el joven Greg.
Yo soy bastante criticòn con los curas, no digamos con obispos y cardenales ( Setien, Sistach, etc. ) pero creo que me reprimo bastante y pido perdòn a Dios por ello. Quizà sea porque tengo la mala costumbre de mirarlos en el espejo del Santo Cura de Ars y obviamente no todos van a ser como èl, aunque deberian tratar de serlo, deberian seguir su ejemplo, si ademàs de ser ministros de Cristo, desean ser santos.
04/09/12 8:33 AM
  
Gabriel
Estimada Yolanda. Comparto el principio de que en un alto porcentaje los sacerdotes deben salir de familias católicas. Y que en ellas reside en gran parte el problema. Pero creo que desenfoca la realidad. Bajo mi punto de vista el problema es la escasez de familias en las que la fe sea algo principal, en las que la oración sea diaria y habitual, en las que se viva un testimonio de los padres hacia los hijos... No creo que el problema sea que las familias católicas desprestigien a los sacerdotes (lo percibo como algo muy minoritario)

Creo que con analizar de donde salen las vocaciones religiosas hoy en día es suficiente para poner en duda sus argumentos.

Un saludo y que el Señor la bendiga.
04/09/12 10:12 AM
  
Yolanda
No sé si me tomas por niño o por inmaduro

___________________

Simplemente por lo que tú mismo dices: por un chaval de 20 años.

Y aunque no hubieras dicho tu edad, se sabría. Sólo a los 20 años se tiene ese aplastante apolomo a la hora de juzgar, profetizar y asegurar el pasado, el presente, el futuro y las actitudes y comportamientos del prójimo.


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LF:
Ejem... yo a esa edad ya era padre.
04/09/12 11:29 AM
  
Yolanda
ES que la paternidad obliga a madurar sí o sí.

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LF:
Cierto.
04/09/12 12:46 PM
  
Yolanda
Gabriel, según usted, ¿de dónde salen? Y, en todo caso, ¿cuántas?

Vivimos de las rentas. En treinta años, no hay curas.
04/09/12 12:48 PM
  
asun
Tienes muchísima razón, Yolanda.
Siempre tuve muy presente, por ejemplo, por qué en RD encajaba tan bien y tan a gusto de JM Vidal cierto nido de ideología absolutamente opuesta a la suya. Y es que el rastro que dejan las críticas despiadadas a obispos, frailes, monjas, curas, aunque sean desde el punto de vista opuesto cumplen la misma misión de dejar a la Iglesia por los suelos.
Siempre pensé que toda crítica debería ser constructiva y para eso lo primero es hacerla desde dentro, con amor, sin publicidad...
Pero parece que hoy día una constante es la soberbia de echar un pulso público para que todos vean la fuerza que se puede ejercer creando opinión, caiga quien caiga, y lo suyo es proclamar que tal obispo es tonto -aunque sea más bueno que el pan y no haya hecho jamás daño a nadie- o dar pie a que se suelten toda clase de rumores sobre tal otro obispo.
Y eso por poner un ejemplo, que no es de los peores, tomando el de alguien que se supone que es "de los buenos".
De todos modos, estoy también de acuerdo con los que indican que no es ese el único motivo para la falta de vocaciones.
Pero lo cierto es que cuando aparece una nueva vocación siempre es en una familia creyente, sí, pero en la que además se respeta al clero, obispos...y en la que no se creen en la obligación de ser más papistas que el papa.
04/09/12 5:04 PM
  
Manuelmv
Yolanda, te leo más el sentimiento que la letra y por ello no me cabe duda tu buena fe. Sin embargo, las cosas en estos tiempos son muy complejas y culpar a uno y eximir a otro no es la solución. En mi muy azarosa vida cristiana cada vez más soy consciente de la gracia que recibimos de la Santa Madre Iglesia, que somos todos. Es cierto que para las clase alta ya no es atrayente que un hijo sea obispo o prior, ni para la media sacerdote y a casi nadie le importa si los hijos son pareja de hecho, se casan por lo cívil o reciben el sacramento matrimonial. Los más comprometidos, según veo en mi parroquia, con ser ministros eucarístico ya cumplen. Ahora bien ¿qué hacemos cuando en la parroquia el sacerdote comete un escándalo? ¿Cómo se lo explicamos a una hija de 10 años? o ¿Cuándo le tienes que explicar que en cierta misa no podíamos colmugar porque el cura había decidido que en vez del Cuerpo de Cristo iba a decir "Tomate a ti mismo"? ¿No es fácil verdad? Mi hija ya es mayor y sigue yendo a misa y todos los días le doy gracias a Dios por tan gran bendición, como todos los días rezamos por los sacerdotes y por toda la parroquia para que nos amemos unos a otros como Jesús nos ama porque así todos verán que somos sus discípulos. Hoy en día casi todos estamos aislados en nuestros hogares y vivir cristianamente aún en casa requiere mucha perseverancia ¿quién no tiene tele e internet? No digamos ya fuera de casa; y ¿qué decir de las presiones del mundo que sufren desde el Papa hasta al más humilde de los feligreses? Por ello, roguemos que Dios conceda el Espiritu Santo a su Iglesia para que la ilumine y resplandezca en el mundo entero para salvación de todos sus hijos (sea cual fuere la misión que Dios les haya dado)
05/09/12 7:05 AM
  
Ano-nimo
Yolanda:

Completamente de acuerdo con tu artículo, que me parece excelente y muy oportuno. También señalar que me sumo a los acertados comentarios de Carolina y Asun; y simplemente añadir que hacía falta que alguien dijera lo que has señalado en el artículo. Ya era hora. Enhorabuena Yolanda, es justo, valiente, sincero y equilibrado; como ya he señalado, excelente.

Un cordial saludo.
05/09/12 10:17 PM
  
José Manuel Genovés
Estimada Yolanda;

ante todo, gracias por el artículo. Pienso que siempre es de agradecer -y mucho- que alguien se atreva a reflexionar en voz alta sobre este tema.Aunque luego le lluevan -como dicen en Aragón "chuzos de punta".

En segundo lugar aprovecho la ocasión para decirte que me encantó tu relato.

Y ahora,lo principal. Creo que, en efecto, lo que comentas puede ser en parte causa de una disminución del aprecio de los niños y jóvenes hacia el sacerdocio y hacia la vocación sacerdotal. Pero me parece que explica tan solo una parte muy pequeña de esta disminución.

Es decir, que lo que comentas sería más bien un "ejemplo" del verdadero problema, que es,en mi humilde entender, el real DESCONOCIMIENTO por parte de niños y jóvenes de lo que es un sacerdote. Muchos jóvenes sólo conocen de los sacerdotes lo que ven el día de su primera Comunión y lo que ven en la tele.Y así,dificilmente pueden plantearse ser como ellos.

Para que haya sacerdotes, los sacerdotes deben ser vistos y tratados por los niños como personas reales, hombres que comen, hablan, juegan, ríen, son felices, tienen problemas...Como personas reales. Normales y corrientes.

En vez de "hablar" -bien o mal-de los curas, hay que "tratar" con los curas. Detrás de cada vocación hay una llamada del Señor, materializada a través de una invitación personal. Es decir, de una persona de carne y hueso que, con su ejemplo real, le hace al niño o joven preguntarse: "Si éste ha sido llamado (tal y como es), por qué no yo...?"

Pongo un ejemplo.

Yo soy de esos "católicos ... que menudean por las sacristías, los actos de piedad y las manifas profamilia, los que alimentan los sitios virtuales más íntegros y ponen la X en la declaración de la renta"(quito lo de "pata negra" porque más bien sería mortadela de la barata...)He tenido la gracia de conocer muchos buenos sacerdotes.Verdaderos santos, algunos. Con limitaciones y carencias, como todos. Y no recuerdo haber hablado nunca mal de ninguno de ellos. Y he tenido la inmensa gracia de que mis hijos han podido conocerlos así. Cercanos. Humanos. Reales. Frágiles.Personas por la que hay que rezar. A las que hay que ayudar, muchas veces.Y que nos ayudan, muchas veces también. Han conocido sacerdotes que bendicen, y que les bendicen. Que vienen a comer a casa. Que juegan con ellos. Que les hablan de Dios. Y que les acercan a Dios. Mis hijos no ven al sacerdote como alguien extraño. Para ellos es alguien tan natural -o más- como el médico o el maestro. Y muchísimo más natural que el futbolista profesional (porque futbolistas no vienen a comer a casa...)

Mi hijo mayor es seminarista, ya lo sabéis.

http://infocatolica.com/blog/oportune.php/1204281011-ique-es-la-vocacion-por-un-ma

Y él pone en el origen de su vocación dos hechos. El primero, una llamada que sintió el DÍA DE SU PRIMERA COMUNIÓN. El segundo, haber coincidido, en un campamento de verano organizado por la parroquia, con un seminarista (hoy ya sacerdote) QUE DIO TESTIMONIO DE SU VOCACIÓN.

Creo que aquí estan las claves.

Si queremos que nuestros hijos escuchen la llamada del Señor, hay que llevarles a donde Dios habla,a los sacramentos. Y fomentar el trato con aquellos que ya han respondido, para que puedan ver que no son extraterrestres verdes...No sé si me explico.

Y por parte de los sacerdotes, es fundamental que se dejen ver, y que se muestren tal y como son. Ministros de Dios.

¿No os parece?

Perdón por la extensión, y gracias de nuevo.

José Manuel Genovés
06/09/12 10:05 AM
  
Maricruz Tasies
Estimada Yolanda,

No hace falta que nadie hable mal de los malos curas. Los jóvenes no son tontos ni los niños tampoco.
06/09/12 10:44 AM
  
Yolanda
José Manuel:

Muchas gracias, coincido contigo en todo lo que dices.

También yo tengo dos hijos (21 y 15) y ambos han tratado desde bebés con curas, curas que venían a comer a casa, o a pasar un rato de charla, o en cuya casa entrábamos, o con los que salíamos sus padres, otros padres y otros niños... en fin: lo que tu dices, personas normales. De ahí que les profesen respeto y, a más de uno, verdadera admiración.

Y, naturalmente, saben porque no son tontos, que habrá curas malos. Por sentido común. Y sin necesidad de "profetas".
06/09/12 11:47 PM
  
Daniel Sudaca
Yo sólo digo una cosita: cuando un amigo mío dejó entrever que le parecía tener vocación al sacerdocio los mas rezadores de su familia se asustaron....
07/09/12 6:00 PM
  
Gregory
En lo personal les confieso que la gran mayoria de los Sacerdotes que he conocido son hombres meritorios, y debo agregar que me siento honrado por tenerlos como cercanos doy gracias a Dios por ello.Ahora soy conciente de que son capaces de cometer errores y faltas aun los que son muy santos pueden hacerlo de manera que no me explico la actitud de quienes hacen embestidas de este tipo deberian comenzar por si mismos revisar un poco la forma en que ponen en practicas la enseñanzas del Señor en sus vidas.
07/09/12 8:42 PM
  
Chimo Vice
Yolanda y resto.

Uno ya se cansa de tanta estúpida autocrítica estéril e infundadada, puesta muy de moda ultimamente, que a lo único que lleva a la autodestrucción.

Para empezar hay bastantes más vocaciones de las que el tópico pretende hacer creer.

Yo escucho esos programas de Radio María donde hablan seminaristas, conozco un vecino que ha dejado una brillante carrera de ingeniero para ser sscerdote, otra que ha dejado otra brillante licenciatura de matemáticas para ser monja de clausura, y TODOS PONEN A CRISTO EN EL CENTRO, defienden la fe desde la más plena ortodoxia, cosa muy diferente a lo que sucedía hace 30, 40 0 50 años.

Y no veo por ninguna parte esa critica farisaica entre las personas que se toman en serio su fe, sí en cambio, y de manera creciente, entre el ateo práctico conocido como católico no practicante. Lo digo, ya está bien de decir idioteces y hacerle el juego al enemigo,

08/09/12 12:27 AM
  
Yolanda
Chimo:

Lo primero, retiras lo de "idioteces" y después relees despacito.
08/09/12 12:54 PM
  
David
Buen artículo. Creo que en este asunto hay que actuar con normalidad y sin aspavientos. Pecadores somos todos, sea cual sea la vocación a la que hemos sido llamados. Precisamente ahí está, a mi entender, la clave de todo esto: vivir la vocación a la que ha sido uno llamado. En un sacerdote, por su vocación, ha de verse claramente su entrega, sus cualidades de pastor, de servicio incondicional a todos. Eso es lo que se busca y se necesita en un sacerdote, disculpándose sus pequeños pecados y sus defectos si lo demás no falta. No tengo la sensación de que a los sacerdotes se les critique más que a cualquier hijo de vecino, sólo es que son más conocidos que uno que pasa por la calle, con lo que pueden estar más en el punto de mira.
Que hay que ser un poco más cuidadoso con lo que se dice de los sacerdotes, de acuerdo, pero discrepo que un joven no siga su vocación por las críticas a uno, aún en el seno de su familia. Cuando la vocación, llamada de Dios, es verdadera, nada se interpone. Todo joven, como ya se ha comentado, sabe perfectamente que hay sacerdotes fieles y otros no tanto, pero seguro que ello no le hace desistir si tiene vocación(exceptuando comportamientos muy graves y escandalosos que machacan a cualquiera).
Aparte de esto, igual que un sacerdote pide a los esposos aquellas cualidades y virtudes propias de su estado, no veo porqué no puede exigírsele a un pastor, que tiene una grave responsabilidad para su grey, un comportamiento ejemplar.
09/09/12 10:18 AM
  
Romualda
Levante la mano el que al menos se ha persignado y rezado una jaculatoria en familia
09/09/12 1:34 PM
  
Enrique G. B. A.
También está en crisis, se dice, las vocaciones al casamiento cristiano, con su exigencia de fidelidad y permanencia, al amparo del misterio de este sacramento, en que se recrea el amor de Cristo por su Iglesia.
Si la tesis del artículo fuera cierta, debería haber un buen número de matrimonios católicos descreídos del mismo, donde el pan de cada día, serían las críticas y demerecimientos al otro cónyugue, en un contexto de desprecio y prepotencia: ¿es así?
10/09/12 3:00 AM
  
José Manuel Genovés
Bueno...

Inicio de curso. Nuevos seminaristas en el Seminario Menor de Valencia...

http://www.archivalencia.org/contenido.php?a=6&pad=6&modulo=37&id=7357

28 en total. No está mal. Son chicos que se atreven a dejarlo todo. No está mal, ¿verdad? Luego, el Señor, con la ayuda de los formadores, les irá guiando. No todos acabarán siendo sacerdotes, por supuesto. Para eso está este preceso de discernimiento. Pero todos habrán tenido la experiencia de dejarlo todo por el Señor. Y eso es algo que les va a ayudar siempre.

A nosotros nos toca rezar por ellos.

Un saludo.

José Manuel.
10/09/12 2:28 PM
  
pepiño
Yolanda:

Te indignas en exceso, y eso te ciega. Dices, por ejemplo, que no has conocido a ningún sacerdote indigno, ¿seguro?, ¿Te suena Maciel?, ¿Parroquia de Carlos Borromeo?. O sea, tú que eres bloguera, y que estás al tanto de lo que pasa en la Iglesia dices que todo el clero es bueno.

Sin embargo, no te detienes ni un momento en dar estopa a todo seglar que pisa la iglesia. Porque has repartido a todos, a todos... y te has pasado. Por cierto, ¿de los curas que critican a otros curas que se puede decir, son malos ellos por criticar o aciertan al señalar a otros curas menos buenos?.

En estas páginas si he visto mucha crítica. Normal, es más fácil, no se nos ve las caras, y yo he sido el primero en desfogarme.

Sin embargo es verdad, es inútil la crítica y el lamento así en general. Supongo que en la era de la comunicación ya todo el que tenía que recoger según que mensaje, lo ha captado, y si no, es su problema.

Tu posición es también bastante injusta. No todos los sacerdotes son iguales, ni mucho menos, y es necesario subrayar que la dirección espiritual o la predicación de ejercicios requieren de alguien fino, o santo más concretamente. Y es de justicia advertir a un seglar ingenuo de este hecho, y que no tiene nada que ver Pepito con Juanito.

O que si el cura vuelve a decir que la Virgen se ha aparecido en Luordes, Fátima o Medjugorie, es de caridad fraterna indicar al que no lo sabe y quiere entenderlo, que Medjugorie no es Lourdes o Fátima hasta que la Iglesia dicte juicio. Etc...


10/09/12 5:01 PM
  
yo mismo
De acuerdo con el artículo de Yolanda, en el fondo y en la forma. Añadiría que otro obstáculo a la proliferación de vocaciones es la bajísima tasa de natalidad entre la mayoría de las familias católicas, y el pavor de los padres a que alguno de sus hijos, no digamos ya si es su único hijo, decida asumir un compromiso tan grande.
11/09/12 5:51 PM
  
Yolanda
No tengo la sensación de que a los sacerdotes se les critique más que a cualquier hijo de vecino

__________________

David

más y con una saña... Y si eso se oye en las casas de familias católicas (y es así, te loa seguro), ¿crees que eso ayuda a las vocaciones?


Enrique G. B. A

¿Cuántas parejas que se casan por la Iglesia no acaban en divorcio últimamente? Pocas. Hemos matriculado en mi centro de trabajo este año dos tercios de chavales nuevos (11-12 años) de padres divorciados. Se dice pronto: dos tercios. Muchos casados por la Iglesia.

De todos modos, la gente no anda por portales católicos hablando mal de SU pareja. No tiene sentido. Pero va,os, que el matrimonio también está en crisis es obvio, ¿no?



11/09/12 7:20 PM
  
Yolanda
pepiño

A mí me cegará la indignación pero a ti te traicionan las prisas y... ¿que quizá te has visto reflejado en mi carta?

Lo primero de todo, dices: "eres bloguera, y que estás al tanto de lo que pasa en la Iglesia dices que todo el clero es bueno"

1) No soy bloguera, soy una lectora del portal y comentarista muy habitual hace tiempo; sólo he enviado una carta al Director, por si tenía a bien publicarla y se ve que sí lo ha tenido a bien

2) No creo estar más al tanto de lo que pasa en la Iglesia que la mayoría de los que pasan por aquí. Quizá más que la media de católicos pero no más que tú seguramente.

3) Y esto es lo más importante:no he dicho que todo el clero sea buen. ¿Te has leído lo que digo al respecto?

Obviamente al decir que no he conocido más que sacerdotes buenos y dignos, me refiero a los que he conocido yo personalmente. Además, lo aclaro a renglón seguido. Y añado que sé que hay curas malos malísimos. ¿Como Maciel? Sí, y como otros muchos, pero precisamente porque Maciel es un caso, afortunadamente, excepcional es por lo que todo el mundo lo conoce. Y si a la saña con que los medios se refieren a ese puñado de manzanas podridas sumamos la nuestra propia, estaremos siendo injustísimos y contribuyendo a la penuria de vocaciones.

Creo que te traicionaron las prisas por rebatir.


11/09/12 7:31 PM
  
pepiño
Siento que te veas atacada con mi comentario. No tengo ganas de discutir, ni entrar en un "y tú más".

Pero si, me he visto reflejado en tu carta, al fin y al cabo creo que no se te ha olvidado mencionar a ningún tipo de seglar. Salvo el que no pisa la iglesia, creo que has mencionado a todos. El problema es que en mi ambiente no hay ese nivel de críticas, ni la hipocresía que mencionas.

Siento que esa sea tu experiencia. La mía difiere bastante. Lo que veo es hambre de buenos sacerdotes, y cuando hay uno bueno siempre suele estar bien rodeado y querido. Eso es lo que yo he buscado y he encontrado.

Obviamente ya aprendí hace un rato a procurar mantenerme alejado de todo aquello que no conviene. Ya sea porque al párroco se le va la pinza, o porque los parroquianos son de cuidado, o ambas cosas a la vez. Es más, en esta misma web, muchas noticias no dejan a los sacerdotes - ni a muchos obispos - en buen lugar, y la culpa no la tiene la web, creo.

Si tu ambiente es como describes, deberías pensar en un cambio. Hay otros sitios mucho mejores.
12/09/12 10:34 AM
  
Yolanda
Sigo comprobando , pepiño , que no lees lo que presuntamente rebates .
12/09/12 4:25 PM
  
Maria Isabel
Querida Yolanda:
He leido con mucho interes tu opinion sobre la falta de vocaciones.
La critica y los juicios , no son la mejor manera en una Iglesia escasa de sacerdotes, en eso estamos de acuerdo.
Que haremos entonces si vemos como se desvirtua el mensaje de Cristo en las Iglesias por sus ministros?.
Si tienes la solucion , dinosla , y si crees que hay que callar para tener mas sacerdotes , pues callaremos.
15/09/12 9:04 AM
  
Enrique G. B. A.
Viene bien, en "Camino" de San Josemaría Escrivá de Balaguer, leer los puntos 66 a 75.
Hay versiones en línea.
15/09/12 7:54 PM
  
Yolanda
Que haremos entonces si vemos como se desvirtua el mensaje de Cristo en las Iglesias por sus ministros?.

__________________

¿Tú has oído hablar de la corrección fraterna? Fraterna, eh, no deletérea, malévola, chismosa, ¿Y de que los sacerdotes tienen obispos encargados de vigilar a los que podemos acudir si la corrección fraterna de un hecho grave nos corroe tanto el sentido de la responsabilidad como a ti?

La alternativa a la queja chismosa y al vociferio destructivo no es callar.

15/09/12 9:57 PM
  
José.
Me parece que exageras, Yolanda, yo por lo menos y mucha más gente como yo, opina lo mismo. Haces comentarios, yo diría que con cierta ligereza y poca caridad con los sacerdotes y personas consagradas.
Por supuesto que afortunadmente, no es como tu dices, aunque pueda haber alguno, que no esté a la altura de su Ministerio Sacerdotal.
Pero claro Yolanda, yo no estoy en tu pensamiento, y en tus ideas, y creo que la inmensa mayoria de los sacerdotes, cumplen bien su vocación, su cercanía y su entrega a Dios y a los hermanos. "Critica que algo queda" es lo que veo en el trasfondo de tu comentario.
10/10/12 1:03 PM
  
samuel
creo yo ,y, es sin duda de que nos hemos olvidado ,de donde venimos y a donde vamos. Con estas palabras quiero dirigirme : Has de morir en la hora que menos pienses. Tanto si lo piensas como si no piensas, tanto si lo crees como si n lo crees morirás y serás juzgado te salvaras o te condenaras, según el mal o el bien que hayas obrado, y de eso note escaparas por mas que digas o que hagas.¿Que consuelo reciben ahora los condenados de los deleites que gozaron en este mundo y con los que compraron el infierno?
21/08/13 6:39 PM

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