Neiva Cordeiro publicó su impactante testimonio de fe y el libro llegó a ser best seller
Neiva Cordeiro Gottschall es una católica brasileña que escribió un libro sobre su testimonio de fe, que y por esas cosas de la Providencia se convirtió en todo un best seller, superando todas las expectativas.
Un testimonio impactante que llegó a tocar los corazones de mucha gente y que sigue encontrando muchos nuevos lectores cada día.
Se trata del libro Neiva caminando con Jesús y María, libro disponible en Amazon, que ya ha sido publicado en portugués, español e inglés.
En esta entrevista analiza los aspectos principales del libro, basados en sus vivencias espirituales, nada comunes, pero que pueden ayudar a muchas personas.
¿Como fue en su caso el amor y la intimidad con Cristo desde la infancia?
La intimidad con Cristo desde mi infancia, desde muy pequeña, me acuerdo que tendría 4 o 5 años; me ponía debajo de la cama muy afligida, agobiada y con miedo, y allí lloraba mucho, y en este sitio, le reclamaba por los malos tratos y rechazos de mi familia adoptiva. Sentía la presencia, en espíritu, de Jesucristo; sentía calor, sentía amor, sentía consuelo, y eso era un hábito. También por las noches, cuando iba a dormir, a los pies de mi abuela/madre, compartía la cama con ella; me agarraba a sus pies y piernas y tenia la sensación de estar agarrada a los pies de Jesús. Este era el mejor momento del día o de la noche porque me sentía amada, consolada y reconfortada.
También siente una gran intimidad con María Santísima…
No recuerdo explícitamente cuando empezó la intimidad con la Virgen porque, para mí, todo era Jesús. Pero la Madre no estaba excluida, porque mi abuela/madre siempre me enseñó a rezar el Padrenuestro y el Ave María. Fue ya en Barcelona cuando tomé más conciencia de María, aunque siempre supe que era la “mamá” de Jesús. En el retiro, en Barcelona, sentí la presencia de María, y en mí casa y en la Iglesia. Sentí también la paz de la Virgen, su voz en mi corazón, el olor de las rosas de María como algo fresco y con un perfume dulce, suave y exquisito. Siento la presencia de Jesús y la presencia de María, como algo diferente; el mismo amor y ternura, pero diferente al mismo tiempo, diferencia que puedo distinguir. La Madre siempre es tierna. Jesús es también muy amoroso, pero sorprende porque, a veces, te llama la atención. María sólo es ternura. He hecho mi Consagración a la Esclavitud Mariana de Amor, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, en Barcelona, 25 de marzo del 2014, según San Luis María Grignion de Montfort, época en que era adoradora nocturna en el Tempo del Tibidabo y, continuo actualmente como adoradora diurna en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús- Tibidabo, por las mañanas. Y también hago la adoración eucarística con los hermanos del Movimiento “Christifideles Laici”, en el turno rojo.