Moloch, él siempre estuvo aquí. Aterradora historia del asesinato de niños inocentes en el mundo

Clama al Cielo el crimen del aborto en el mundo actual. José Manuel Aparicio ha hecho un estudio de cómo las diferentes civilizaciones han asesinado a niños inocentes a lo largo de la historia.
¿Por qué un libro sobre la historia del asesinato de niños?
Porque no debemos no debemos olvidar jamás, aunque hayan pasado miles de años, las atrocidades que los seres humanos han cometido, en nombre de supersticiones, políticas e infleuncias del mal.
¿En qué momento de la historia empiezan estos crímenes aberrantes?
El poder fenicio está presente en la historia miles de años atrás A.C. y los infanticidios en honor a Moloch, datan de mas de 3000 años A.C. Pero se extendió a los hebreos, a Cartago, a Tiro, y a mas localidades y países. Jezabel, la hija del rey-sumo sacerdote de Sidón, jugó un papel básico en extender el culto a Moloch (Un demonio).
¿Qué momentos claves destacaría en el libro?
La exposición de esta realidad histórica, con la descripción de una sociedad, igual que la nuestra, llena de privilegios, corruptelas, vicio, ambición y mentiras…muestra sus detalles con lupa, en todos los aspectos. Pretendo que los oyentes se metan en esa cultura, en su organización, sus defectos, y sus virtudes, para que no vean este tema como algo tan lejano y distante que no se pueda relacionar con el mundo actual.



Si alguien echa una ojeada a ciertos escritos de teología presentes en librerías católicas, a escritos de obispos, o incluso a escritos del propio Magisterio eclesiástico, con profunda aflicción se preguntará: “¿Quién habla en este texto? ¿Un hombre que busca la verdad de Dios o un hombre que quiere destruir en las conciencias lo que recibieron los fieles de parte de Dios como verdad revelada, y también mediante el orden natural de las cosas? ¿De qué Iglesia habla? ¿De qué salvación habla? ¿De qué amor habla? ¿En nombre de qué Iglesia habla este autor?. Con el Concilio Vaticano II surge en la Iglesia católica un afán desbordado y descontrolado de pluralismo, que intenta reinterpretar la propia fe católica desde las categorías del mundo. Lo que se ha llamado, y sigue llamándose, diálogo con el mundo o apertura al mundo. La actividad ha sido y sigue siendo vertiginosa. Hay tantas interpretaciones teológicas, pastorales, doctrinales como ponentes de estas. La unidad de la fe se ha postulado como blanco a derribar alzando la bandera del pluralismo. Porque el pluralismo es unilateral, siendo un pluralismo de secularización. La realidad lo demuestra. Desde el Concilio hemos visto nacer infinidad de denominaciones teológicas sin relación con la Revelación ni con la verdadera vida en Cristo. Como ejemplo nombramos las siguientes “teologías”:




