InfoCatólica / Caballero del Pilar / Categoría: Entrevistas

20.12.22

La tradición navideña en Hispania: Solsticio de invierno, Dickens y el legado nórdico precristiano

Les ofrecemos la entrevista a Antonio J. Candado Aguado, grado en Filología Hispánica y en Estudios Clásicos, sobre los elementos culturales nórdicos en torno a la Navidad que ha recuperado y purificado el cristianismo.

A menudo, se suele hacer mención sin profundizar demasiado en festividades paganas celebradas en estas fechas de diciembre, antes del nacimiento de Jesús, que ya eran un suceso de gran importancia para la humanidad. En el artículo que publicas en el último número de la revista Laus Deo, ahondas en la cultura nórdica para datar y explicar con precisión esta festividad, ¿Nos podrías contar en qué consistía?

Efectivamente, la celebración en cuestión es la del Solsticio de Invierno. Una tradición tan arraigada, como bien comentáis, a los albores de la humanidad como la propia deificación del sol, la luna y el resto de los astros. En el caso de los pueblos nórdicos, la fiesta solsticial era conocida como el Yuletide, o el tiempo de Yule. Esta tradición, fuertemente arraigada a su folklore, se comenzaba a festejar desde el sexto día de Yule, nombre que recibe el mes de diciembre. Ese sexto día era el dedicado a Odín, o Wotan y que, con posterioridad será el día de San Nicolás de Bari. El Yule se extendía hasta el sexto día de Hornung, nombre del mes de enero y día de Frida; la esposa de Odín y reina de los dioses del panteón nórdico, los Æsir y cuyos tributos son los de la fertilidad, el amor, el hogar, el matrimonio, la maternidad, la previsión y la sabiduría. Frida mantuvo un vínculo muy fuerte con la diosa griega Hera, madre de los dioses, cuando las culturas nórdicas y germánicas entraron en contacto con el panteón helénico y romano.

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19.12.22

De la muerte a la Vida. Testimonios de perdón y caridad de los sacerdotes en la Cruzada Nacional

En la Guerra civil española, entre el gran número de sacerdotes que se refugiaron en las sedes diplomáticas, todos de alguna forma, se encargaron de levantar el espíritu abatido de sus compañeros de cautiverio, incluso se permitió celebrar la Santa Misa, utilizando para ello como altar, una silla, una maleta o un mueble. Por cáliz se empleaba un vaso de cristal, repartiéndose los fieles en grupos reducidos, pero el culto, pese a las coacciones no se interrumpió. Todas estas manifestaciones religiosas, las plasma y desarrolla en este libro nuestro sacerdote y profesor, Teodoro Cuesta, describiendo con todo detalle cómo se celebraban y de paso, dando un gran número de nombres de personas refugiadas como él en el Liceo Francés. Entrevistamos a José Manuel de Ezpeleta Arias, revisor del libro y prologuista del mismo, un trabajo de la editorial San Román.

¿Qué supone para usted contribuir a la edición del libro del P. Teodoro Cuesta?

Principalmente, supone ayudar y colaborar a difundir unas historias ocultas en el tiempo, para que puedan ser conocidas por el gran público.

¿Ha sido complicado confeccionar las notas a pie de página?

No ha sido complicado, debido a mi extensa base de datos elaborada durante años, de las personas que durante la guerra civil fueron perseguidas y detenidas, y miles de ellas, asesinadas.

¿Por qué era importante sacar a la luz el heroico testimonio de los sacerdotes refugiados en las sedes diplomáticas?

No sólo es importante sacar a la luz todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que padecieron persecución durante la guerra civil española, sino que es de suma importancia, saber cómo vivieron la religión y su fe en sus respectivos refugios, embajadas o legaciones diplomáticas, sin contar los oratorios en casas particulares.

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15.12.22

10.12.22

Los falsos profetas de España e Hispanoamérica. Entrevista a Marcelo Gullo Omodeo

Marcelo Gullo Omodeo es argentino, Profesor de la Universidad Nacional de Lanús y de la Escuela Superior de Guerra, Doctor en CC. Políticas por la Universidad del Salvador (Buenos Aires) y ha realizado estudios de postgrado en la Universidad de Ginebra y en la Escuela Diplomática de Madrid. Un geopolitólogo hispanista cada vez más en alza que ha alcanzado un notable reconocimiento por su anterior libro, Madre Patria, y que ahora vuelve con otra obra en la que reivindica la herencia hispánica: Nada por lo que pedir perdón.

Después del grandísimo éxito de su primer libro, Madre Patria, ¿qué le ha llevado a escribir una segunda obra sobre la necesidad de combatir la leyenda negra?

Hay una gigantesca falsificación de la historia universal. Hay una historia negra de España y de la conquista española de América que se enseña en todos los colegios y universidades del mundo y hay una historia rosa de Holanda, de Inglaterra, de Alemania, de los Estados Unidos y de sus respectivas conquistas que se enseña en todos los colegios y universidades del mundo. Hubo una guerra gigantesca, entre el protestantismo y el catolicismo, que ganó el bando protestante. Y como la historia la escriben los vencedores, las potencias protestantes falsificaron la historia. A esa jauría de potencias que falsificaron la historia, para presentar a España como la nación más abominable del mundo, se unió después de 1789, por odio al catolicismo, la Francia revolucionaria. Este libro es la otra cara de la moneda de esa historia falsificada. Si la historia la escriben los que ganan quiere decir que hay otra historia.

Demostrar que España fue juzgada por un tribunal arbitrario que tenía las manos manchadas de sangre y ninguna autoridad moral para llevar a España al banquillo de los acusados es lo que me ha llevado a escribir este libro que titulé Nada por lo que pedir perdón.

¿Por qué lo ha titulado Nada por lo que pedir perdón?

Justamente porque España no tiene nada por lo que pedir perdón porque la conquista de América fue uno de los mayores intentos que el mundo haya visto por hacer prevalecer la justicia y los valores cristianos en una época brutal y sanguinaria. Importa resaltar que ese intento fue exitoso y ese hecho convirtió a España en una excepción en la historia de la humanidad porque ni antes ni después una nación se comportó de esa manera. El pueblo español no era un pueblo de santos, porque eso no existe. Hubo españoles que en América fueron crueles y asesinos, como hubo otros que fueron santos y héroes. Cuando uno dice que España no tiene nada por lo que pedir perdón no está diciendo que España no cometió errores, pero en honor a la verdad cabe hacerse las siguientes preguntas

¿Si España conquisto América, con el objetivo de saquearla, robarla y expoliarla, como sostienen los negrolegendarios por qué España sembró América de hospitales de primer nivel? ¿Si España conquistó América, con el objetivo de saquearla, robarla y expoliarla, como sostienen los negrolegendarios por qué España sembró América de universidades de primer nivel? ¿Si España conquistó América, con el objetivo de saquearla, robarla y expoliarla, como sostienen los negrolegendarios, por qué en esas universidades -pobladas de criollos, indios y mestizos- se enseñaba que el rey tenía que ejercer el poder como un padre y que, si no lo ejercía de esa manera, el pueblo tenía derecho a destituirlo e incluso a asesinarlo?

La labor educativa y la multitud de universidades no tiene parangón en otros imperios, ¿qué opina usted?

Es a partir del año 1538, con la fundación de la Universidad de Santo Domingo, que España se lanza febrilmente a la fundación de Universidades en América. España, como poseída por un impulso irrefrenable, año tras año, crea universidades, desde la meseta mexicana, hasta las sierras de Córdoba, en la actual Argentina. Y ese impulso, no se detuvo nunca. El “rosario” de fundaciones que trascribimos a continuación, aunque su simple lectura causa un gran aburrimiento, es una prueba irrefutable de ello. La Universidad de Santo Domingo, en Santo Domingo, en el año 1538. La Universidad de San Pablo, en México, en el año 1551. La Universidad de San Marcos, en Lima, en el año 1553. La Universidad de Santiago de la Paz, en Santo Domingo, en el año 1558. La Universidad de Santo Domingo, en Santa Fe de Bogotá, en el año 1580. La Universidad de San Fulgencio en Quito, en el año 1586. La Universidad de Santa Catalina, en Mérida de Yucatán en el año 1622. La Universidad Javeriana, en Bogotá, en el año 1622. La Universidad de San Ignacio, en Córdoba, en el año 1622. La Universidad de San Gregorio, en Quito, en el año 1622. La Universidad de San Ignacio, en Cuzco, en el año 1623. La Universidad de San Javier, en Charcas, en el año 1624. La Universidad de San Miguel, en Santiago de Chile, en el año 1625.

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9.12.22

Tina Walls rescata con sus dibujos la ternura, la inocencia y el verdadero espíritu de la Navidad

Victoria Paredes nació en Madrid en 1985 donde reside actualmente. Estudió Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid especializándose en arquitectura efímera, escenografía y diseño. Su pasión por el dibujo la llevó ya durante su etapa universitaria a compatibilizar sus estudios con trabajos de ilustración para diferentes editoriales.

Ha trabajado en distintas áreas creativas, desde estudios de arquitectura a productoras cinematográficas como grafista y diseñadora en varias películas, hasta que descubre su otra vocación: la docencia. En 2010 funda su marca personal como ilustradora bajo el nombre de Tina Walls, actividad que actualmente desempeña a la vez que imparte clases de dibujo técnico en un centro de bachillerato.

¿Como nació su inquietud por la ilustración?

Desde pequeña me ha gustado mucho dibujar, me parece una forma única de expresarme. En realidad, creo que todos cuando oímos o leemos relatos en nuestra imaginación nos hacemos una representación visual de lo que nos cuentan.

Cuando ves un dibujo no solo es una composición y unos colores más o menos armoniosos, es una forma de mostrar al mundo cómo concibes internamente ese pasaje. Además, en el caso de la ilustración infantil, me parece un modo muy efectivo de comunicar.

¿Por qué el seudónimo de Tina Walls?

(risas) Algo habrá que dejar para el misterio…

¿Qué supone para usted hacer este libro ilustrado de la Historia de la Navidad?

Me parece una oportunidad única. Se trata de mi primer libro y he tenido la inmensa suerte de contar con el equipo de Palabra, que es genial y me han dado una libertad absoluta. Además, la temática no me puede gustar más. La Navidad es la historia que más me inspira. Creo que en estos tiempos de consumismo, fiestas y luces no es difícil que a los niños -y no tan niños- les cueste ver más allá, por eso me gusta poder acercarles lo esencial, aquello que en realidad celebramos los cristianos, que no es nada más y nada menos que el nacimiento de Dios en Belén.

¿Por qué es importante reivindicar la ternura, que no está reñida con la firmeza y reciedumbre?

Por supuesto que no está reñida, pero en mi opinión la firmeza y reciedumbre, que sin duda son necesarias, sin amor son estériles. Para los cristianos, el amor de Dios a los hombres está en el origen de todo y nosotros solo podemos intentar corresponderle dentro de nuestras limitaciones. Si partimos de que todo es una gran historia de amor, ¿como despreciar la ternura?

¿Considera que hoy más que nunca es importante recuperar el verdadero espíritu de la Navidad y la inocencia de la infancia?

No sé si más que nunca, pero sin duda creo que en el entorno actual, es muy difícil ver el verdadero espíritu de la Navidad, hay demasiado ruido alrededor. Y como cristiana, claro que considero importante recuperarlo. Respecto a recuperar la inocencia, creo que con la edad vamos adquiriendo conocimientos que nos hacen desdeñar esa mirada infantil, pero si tenemos en cuenta que Jesús en el Evangelio dice que para entrar en el Cielo hay que hacerse como niños, al menos deberíamos replanteárnoslo.

Destacan las licencias poéticas y la creatividad a la hora de reflejar la ternura.

No debemos olvidar que está orientado a un público infantil. El objetivo del libro no es una lección magistral de teología, se trata de acercarles y transmitirles la gran historia de amor que es la Navidad y que ellos puedan corresponderla. Las licencias, como que un perro pueda coger la túnica de un ser incorpóreo como es un ángel, solo son detalles para dotar de simpatía a la imagen y generar esta simpatía en los más pequeños.

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