Magnus MacFarlane-Barrow habla de Mary's Meals, una organización influyente para cambiar el mundo
Magnus es el fundador y CEO de la organización benéfica mundial Mary’s Meals. Escocés, vive en Dalmally, desde donde funda en los Mary’s Meals años 90 la organización de ayuda Scottish International Relief. En 2002 la renombra como Marys Meals, después de un viaje a Malawi, comenzando a alimentar a niños en la escuela. Tras numerosos premios y reconocimientos a lo largo del mundo, hoy Magnus dedica su tiempo a promover la labor de la organización.
Magnus fue nombrado Héroe Ordinario de la CNN en 2010, un premio concedido a las 10 personas que más han cambiado el mundo. En 2011 se le concedió un O.B.E. En 2015 fue nombrado una de las personas más influyentes del mundo por la revista TIME. En 2023 la organización ha recibido el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
¿Qué significa para usted haber recibido la inspiración del Señor para fundar Mary’s Meals?
Nunca hubiera imaginado que Dios me llamaría a esta misión, y lo hizo de una manera muy asombrosa, empezando por inspirarnos para hacer algo que parecía bastante pequeño. Y donde estamos ahora -con un programa global que proporciona comidas a más de 2,4 millones de niños cada día escolar- a partir de ese primer pequeño llamamiento es algo que sólo el Señor podía hacer.
Es un enorme privilegio dedicar mi vida a esta labor, pero Mary’s Meals es mucho más grande y maravillosa que cualquier cosa que yo hubiera podido crear por mí mismo. Ya he dicho antes que nunca me propuse fundar una organización mundial y, mirando hacia atrás, veo que la voluntad de Dios para esta misión es anterior a cualquier idea mía sobre el trabajo de ayuda o las comidas escolares.
¿Cómo surgió la idea tras su paso por Scottish International Relief (SIR) con su hermano?
En respuesta a la cobertura informativa de la guerra en Bosnia a principios de los 90, mi hermano y yo hicimos lo que pensamos que sería un pequeño llamamiento pidiendo a la población local y a amigos fieles que donaran ayuda esencial para los necesitados a causa del conflicto. A partir de ahí, la gente siguió donando, y Scottish International Relief fue la organización benéfica que fundamos mientras seguíamos llegando a diversas comunidades de todo el mundo donde la gente sufría por muchas razones. Creamos hogares en Rumanía para niños con problemas de salud que habían sido abandonados y necesitaban un entorno familiar y afectuoso en el que desarrollarse; establecimos clínicas móviles en Liberia, donde las comunidades rurales carecían de asistencia sanitaria básica tras la guerra civil; y distribuimos ayuda alimentaria básica en Malawi en un momento en el que una hambruna nacional provocaba aún más sufrimiento en comunidades que ya habían sido devastadas por la epidemia de VIH/SIDA.
