Javier Garisoain: “No defendemos la Justicia Social con nostalgia, sino con la esperanza de que vuelva”
Javier Garisoain, presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista, nos habla del Foro Alfonso Carlos I que tuvo lugar el pasado fin de semana en Madrid.
¿Qué supone un nuevo Foro Alfonso Carlos I?
El Foro Alfonso Carlos I es la universidad de verano de la Comunión Tradicionalista Carlista, un evento anual en el que militantes carlistas se reúnen para profundizar en uno o varios temas de los que conforman nuestro programa político. Este año hemos celebrado la edición número XXVII.
¿Por qué este año tratan la Justicia Social?
Hace doscientos años que cualquier momento es bueno para hablar de esto porque la Revolución se ha empeñado a fondo en fomentar toda clase de injusticias. Por otra parte el concepto de Justicia Social ha sido tan manipulado que conviene mucho hacer una aclaración y reafirmación para recordar sus principios básicos. Además, el hecho de que el Santo Padre, León XIV, haya querido elegir su nombre recordando expresamente a León XIII, el gran papa de la doctrina social católica nos anima en nuestra lucha contra las ideologías.
¿Cómo está la justicia social siempre presente en el ideario y la acción carlista?
El ideal de justicia social es inseparable del Carlismo porque nosotros desde el minuto uno hemos luchado por revertir el desorden que trajo el liberalismo. La Cristiandad, la Hispanidad, no eran perfectas pero tenían claro ese ideal de orden social, ese afán de dar a cada uno lo suyo. Nosotros no defendemos aquel orden con nostalgia sino con la confianza de que, si Dios quiere, esa justicia volverá.
¿Cómo encaja en el principio de subsidiariedad?
El principio de subsidiariedad es fundamental para entender la manera en la que deben estar equilibrados los ejes de libertad y autoridad en una sociedad bien ordenada. En el pensamiento tradicional el poder, respaldado por la autoridad, es servicio y la libertad es responsabilidad de forma que cada uno, cada cuerpo social natural, ha de ser capaz de sacar adelante sus cosas empezando por lo más próximo. El subsidio tiene que estar presente, por supuesto, la ayuda del ente superior será necesaria en muchos casos, pero actualmente se ha sacado de quicio, vivimos en una sociedad de la subvención permanente y eso nos hace esclavos.
¿Por qué siempre debemos guiarnos por lo que nos ha enseñado la Iglesia en su Doctrina Social?
La DSI no es una ocurrencia moderna sino la respuesta de la doctrina perenne del Evangelio a los desórdenes del mundo moderno. La Iglesia tiene una experiencia que, incluso desde un punto de vista puramente material, sería absurdo ignorar.
¿Cómo la Agenda 2030, la inmigración planificada amenazan esta Justicia Social?
Antes las agendas de la Revolución eran más discretas, más al viejo estilo masónico. Ahora son cada vez más visibles, no se esconden. Eso demuestra que están envalentonados porque piensan que han vencido. En este momento el desorden migratorio intencionado o la agenda 2030 parecen nuestro enemigo número uno pero no olvidemos que antes de eso el liberalismo o los socialismos han desplegado otras agendas tal vez más perniciosas que han extendido el materialismo y la apostasía, la destrucción de la familia, el empobrecimiento y la deuda crecientes, etc.
¿Qué ponentes han tenido este año?
Creo que este año hemos tenido un muy buen equipo, un grupo selecto que nos ha ayudado a analizar los problemas y las injusticias sociales así como las vías de solución. Estoy seguro de que todos los ponentes han aportado muchísimo.
Por Javier Navascués
41 comentarios
2. La Justicia Social no existe, flota en el ambiente, pero nadie la ha definido. Reto a que alguien la defina y comprobará su controversia intelectual.
3. ¿Es la Justicia Social algo personal? No, es algo impersonal = el Estado más gordo = más impuestos = mayor coste de vida = peor para los pobres.
4. La Justicia Social es contradictoria en sí misma, NO es católico, ni materia de fe católica, porque lo que intervenga el Estado en lo social, es injusticia para el pobre, pues en pos de la justicia mayor carga de peso le supone.
5. La justicia es una virtud cardinal personal, la Justicia Social no lo es.
6. La Justicia Social no es justicia legal general, ni justicia conmutativa ni distributiva.
7. De ahí el problema que derive en Socialismo = Igualdad, Justicia Social y Seguridad Social = miseria moral, ruina material y cultura de muerte. Deriva en Socialismo siempre porque la Justicia Social antepone siempre la justicia distributiva a la justicia conmutativa y esto supone que quien mejor sirve a la sociedad -interrelaciones personales-, termina siendo castigado por el Estado, no recibe su premio, y pasa al siguiente con mayor precio, y así sucesivamente, encareciendo el coste de la vida y produciendo más pobres -inflación-, hasta un monopolio público = totalitarismo = Socialismo = imposibilidad de cooperación social y cálculo del sistema de precios.
+ El Carlismo no fue homogéneo en lo social:
1. El Carlismo del siglo XIX defendió sobre todo la monarquía legítima, y los fueros; su vertiente social estaba subordinada a estas banderas.
2. Fue recién en el siglo XX (sobre todo con el carlismo social y el de Carlos Hugo) cuando intentó vincularse de manera más clara con la justicia social católica, pero eso fue una reinterpretación, no su esencia original.
+ La justicia social católica trasciende a cualquier ideología concreta:
1. La propia Iglesia siempre insistió en que su doctrina social no se identifica con ninguna ideología ni partido, sino que es un marco moral que puede inspirar distintas propuestas políticas.
2. Por tanto, no se puede decir que esté inseparable del Carlismo, porque la Iglesia buscó que su doctrina fuese acogida en diversos contextos, desde partidos demócrata-cristianos hasta cooperativas obreras.
Y por último:
La prioridad del Carlismo fue política y dinástica, no socioeconómica. Las apelaciones a la justicia social aparecieron más tarde como complemento, nunca como esencia original.
El concepto de justicia social católica nace en la Doctrina Social de la Iglesia, especialmente con la encíclica Rerum Novarum (1891) de León XIII, mucho después de que surgiera el Carlismo (1833).
2. Pues, en 1 Samuel 8, el pueblo de Israel, al ver que los hijos del profeta Samuel no eran rectos, le pide que nombre un rey que los gobierne y los proteja, como hacen las demás naciones. Samuel consulta a Dios, Quien le indica que atienda su petición, pero que les advierta sobre las graves consecuencias: el rey -el César, el Estado- se quedará con lo mejor de sus tierras, viñedos, siervos y rebaños, suprimirá sus derechos y los obligará a servirle, y ellos terminarán lamentándose, pero Dios no les responderá. A pesar de la advertencia, el pueblo insiste, y Dios le dice a Samuel que les dé un rey.
3. Luego, en la persona racional del político, que pertenece al Estado, como católico, por lógica, fe y razón, es aplicar el Liberalismo económico en el sentido de minimizar y reducir al máximo el Estado. Ese es el único caso que es aceptable ser católico y liberal.
4. El carlista que defiende la Justicia Social, se cae de su propi burro él solito. Porque tiene que pensar que si fuese político y padre -o madre-, y sube los impuestos y/o pone más impuestos nuevos, le está encareciendo la vida a sus hijos y descendientes: ¿qué padre católico hace eso con sus hijos? Y si piensa en subirse el salario como político porque es injusto criar/tener+ a sus hijos con menos dinero, tendrá que subir y/o crear nuevos impuestos. De nuevo, ¿qué padre católico hace eso con los hijos y descendientes? Además, piense en los hijos de los demás que no pueden subirse el sueldo los padres. ¿Qué político católico hace esto? Y si piensa en subir el salario mínimo se carga la actividad en las poblaciones pequeñas y sube la inflación -impuesto de los pobres-. ¿Justicia social? Puro Socialismo (miseria moral, ruina material y cultura de la muerte). Y en España está demostrándose.
5. Mientras no se vea que el Estado es un juego de suma cero, mal vamos. Mientras + gordo el Estado, menos justicia y bien común (católico), y + corrupción política y poder absoluto. Además, piense que va contra la Palabra de Dios, contra Cristo Rey. Por eso un político católico debe minimizar y reducir al máximo el Estado. Y por esto encarcelaron al Padre Juan de Mariana, por denunciar al tirano por gastos excesivos del Estado en pos de la proliferación de pobres.
6. El Papa Pablo VI honró a Jacques Maritain con su participación durante el Concilio Vaticano II y, en 1967, en un gesto sin precedentes en un Pontífice, lo reconoció como "fuente de inspiración" de su gran encíclica sobre justicia social y económica, ‘Populorum Progressio’. Esto es, la actual Doctrina social de la Iglesia tiene como "fuente de inspiración" a Maritain, Socialismo cristiano. Es más, Pablo VI incluso consideró hacerlo Cardenal, pero el filósofo rechazó tal proposición.
7. «Populorum Progressio» es una encíclica del papa Pablo VI (1967) que, como parte de la doctrina social de la Iglesia, aborda la necesidad de promover el desarrollo integral de todos los pueblos, denunciando el desequilibrio entre países ricos y pobres -lucha de clases-, el neocolonialismo, y afirmando el derecho de todos al bienestar y a la dignidad humana -personalismo hereje desde el marxismo y DD.HH, desde el Estado, no desde Cristo-. Este documento es fundamental para entender la evolución de la doctrina social de la Iglesia, que busca crear un orden social justo y fraterno, basado en principios como la dignidad humana, el bien común y la solidaridad = individuo y persona en el Socialismo cristiano (igualdad, justicia social y seguridad social). Maritain criticó profundamente el Comunismo por su rechazo absoluto de la trascendencia divina y su naturaleza atea, considerándolo una filosofía de vida que niega la dimensión espiritual del ser humano. No obstante, Maritain reconoció elementos de verdad en la crítica marxista al Capitalismo, como el sufrimiento del proletariado, y abogó por un "socialismo cristiano" que rescatara la justicia social -pilar del Socialismo- sin adoptar la base materialista y atea del marxismo.
Hace muy bien en advertir sobre los peligros del marxismo. Sin embargo debo recordarle que el desorden y la injusticia que arruinaron la Cristiandad hace doscientos años no los trajeron en primera instancia las ideologías socialistas sino el liberalismo.
Fue el liberalismo (el naturalismo en política) lo que creó el estado moderno, usurpador de la vida social y de la libertad de los cuerpos sociales naturales; lo que despojó a la Iglesia de sus bienes; lo que creó las masas obreras desarraigadas; lo que extendió el individualismo y lo que inició la destrucción de la familia.
La Doctrina Social de la Iglesia es un cuerpo doctrinal que se basa en el concepto de justicia social porque no busca otra cosa sino el restablecimiento de un orden social justo.
Mal vamos con católicos que hacen más caso a Milei que al papa.
Si hubiera asistido a las sesiones de nuestro Foro Alfonso Carlos habría podido escuchar cómo el Carlismo SÍ salió en defensa de la justicia social desde el minuto uno. Porque nació ni más ni menos que para luchar contra el desorden social que traían las ideologías de le Revolución. Nació en defensa del humanismo español, de la libertad tal como la entendían nuestros clásicos, de la dignidad intrínseca de todo ser humano, de la familia y de la mujer, de la libertad de la Iglesia, de la autonomía de los cuerpos sociales naturales en virtud de los principios de subsidiariedad y solidaridad... El orden político defendido por el Carlismo español, y su defensa del rey legítimo a la cabeza, eran la opción lógica si se quería en aquel momento contrarrestar el desorden que, debido a la derrota de la España tradicional fue implantando el nuevo estado liberal.
En ningún momento hemos dicho que seamos los carlistas los únicos representantes de la Doctrina Social de la Iglesia. Nosotros la asumimos plenamente, y agradecemos que ilumine como lo hace las realidades temporales, y desearíamos que todos los católicos, por encima de matices o intereses partidistas, lo hicieran igualmente.
El Carlismo intentó repetidamente que no se implantara el desorden liberal. Sin embargo, a pesar de nuestra derrota militar, una vez destruido el orden milenario de la Cristiandad y cada vez más consolidado el estado liberal, hemos trabajado -junto con otros muchos católicos- en defensa de la justicia social denunciando los males, afirmando las doctrinas, llevando adelante empresas católicas o creando instituciones de ayuda mutua como cooperativas, mutuas, cajas de ahorro.
Hoy es cada vez más difícil luchar contra la injusticia porque nunca tuvo tanto poder ese gran injusto leviatán que es el estado moderno. Un monstruo que ha sacado la política de quicio, que se ha comido la vida social y que lo hace todo al ritmo que marcan las ideologías de moda. Si usted no es carlista no pasa nada -nadie es perfecto- luchemos todos juntos por la justicia social. Rendirse no es una opción.
De los cuatro pecados que claman al Cielo que vienen recogidos en los catecismos tradicionales, uno de ellos es negar el justo sueldo al trabajador.
Decir que la justicia social es un invento marxista y que no es católica es pecar de ignorancia.
Ahora resulta que León XIII, Pío XI, Juan Pablo II no eran católicos.
La justicia social permite que un pobre se ponga enfermo en España y sea atendido en un hospital y no se muera en la calle como ocurre en EEUU.
Y también que todos los niños sean escolarizados y se acabe con el analfabetismo.
La asunto de la justicia social está candente desde el AT. La Iglesia trajo la justicia social, el liberalismo lo destruyo. Es evidente.
El carlismo era el reclamo de la justicia social catolica, la sociedad catolica tradicional. En la primera guerra carlista el pueblo español era carlista.
Con Franco el Estado suponia un 10% del PIB, y habia mucha justicia social. Con la socialdemocracia el Estado copa mas del 50% del Pib, y ha esclavizado a la familia y al trabajador.
Creo que el subtitular de la noticia de la parrilla de noticias es exagerado cuando afirma:
«El ideal de justicia social es inseparable del Carlismo»
Un saludo y que Dios le guarde
Lo que no me gusta del carlismo es esa obsesión monárquica que nos remite directamente a depravados, corruptos, pervertidos, falsarios, elitistas, traidores, perjuros... Los Estados no europeos independizados de Europa solucionaron esta institución nefasta con sistemas presidencialistas puros y Estados federales.
2. ¿Por qué ese empeño en añadir el término "social" a la justicicia o al orden, cuando ya tienen una definición personal plena? Insisto la justicia social o el orden social es marxismo no Cristiandad, porque hace referencia a algo impersonal que no es ni a la persona ni a Dios, sino al Estado = entelequia que interviene las relaciones interpersonales.
3. La clave está en la definición de sociedad = relaciones interpersonales o colectivo -marxismo- a planificar o intervenir o regularizar.
4. Le recuerdo que el Socialismo es un mal hijo del Liberalismo. Y cuando hablo de liberalismo me refiero exclusivamente a la Economía de mercado: contrato voluntario, libertad y propiedad, y libre mercado.
5. Le recuerdo también que los reyes españoles no dejaban que el obispo tocara la corona y le decían: el poder temporal lo ostento yo.
6. El Papa tiene que evangelizar y Milei a reducir el Estado al máximo, para reducir el 50% de pobres como ya lo está haciendo y reducir la corrupción por ese poder absoluto del Estado gordo.
7. El Estado no evangeliza a nadie como dice la Palabra de Dios en I Sam 8 y lo del César al César y lo de Dios a Dios. Si el fin de las leyes estatales no tienen en cuenta a Cristo Rey es porque la Iglesia falla en la evangelización. Le recuerdo que la fe católica se ofrece no se impone.
Los Borbónes salvan a España de la avaricia y del suicidio endogámico ( y incestuoso )de los Habsburgo españoles .
Objetivamente tenia razón .
Es imposible pedir al primer carlismo (1833) que tuviese en cuenta las consecuencias de unas leyes promulgadas con posterioridad al comienzo de la I Guerra
El marxismo es hijo ideologico del liberalismo, y así también sus frutos.
El sabado pasado un profesor de la CEU San Pablo, eso entendí, afín al movimiento carlista, defendió el anarco liberalismo pero no el capitalismo .
Cuando le hice ver qué ese es el colofón de la obra de Marx "El manifiesto comunista", la superación del Estado marxista, no supo que responderme. Cuando le pregunté si estaba de acuerdo con las tesis de Ayn Rand, 100% anarcoliberalista, no recuerdo su respuesta ni tampoco la reacción de Don Javier, presidente de la CTC.
Ayer a un sacerdote joven del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote le pregunté si eso era doctrina de la iglesia Católico y me respondió que él no lo sabía. No tenía conocimiento sobre el liberalismo. Así vamos.
Los americanos te dicen y con razón, que es más peligroso tratar con tontos de "buen corazón" que contra gente malvada. La pura verdad.
Esto que escribo ya lo sabe un joven de "infocatolica" que se convirtió y ahora es un fenomenal apologeta católico.
2. Robert Sirico es otro liberal radical en lo económico y proselitista de esa herejía. Por tanto no es católico, según Luis Fernando, y "esto no es discutible. Es."
3. El problema es que es Sacerdote católico que entiende cómo funciona la Economía.
4. Las parábolas del Evangelio contienen lecciones económicas importantes, exploradas en profundidad en este libro del P. Robert Sirico, que las relaciona con la libertad y la racionalidad económica.
5. Ejemplos clave incluyen el Sembrador (inversión y crecimiento), los Trabajadores de la viña (justicia laboral y rendición de cuentas), el Hombre rico insensato (riqueza temporal versus lo eterno), la parábola de los Dos deudores (responsabilidad y perdones), los Talentos (administración y creación de valor), y la parábola del Hijo pródigo (la gestión de recursos y el valor de los activos.
6. Porque quien no entiende de Economía de mercado piensa que el buen samaritano atiende al hombre de la cuneta con denario, vino, etc. que salen por arte de magia.
7. O que Jesús cuando trabaja de empresario Tekton hace las casas con milagros. La realidad es la que es y no lo que tengo en la cabecita.
En 2025 tenemos 9,6 millones de pensionistas mientras que en 1975 no llegaban a dos millones.
En 2025 hay 1,5 millones de estudiantes en la universidad pública mientras que en 1975 eran menos de 300.000.
Tenemos hoy en día más de 4.000 centros públicos de ESO, FP Y BACHILLERATO, mientras que en la década de 1960 eran solamente 120, siendo los centros privados más de un millar, con lo cual muy pocas familias obreras y de rentas bajas podían dar a sus hijos una educación más allá de la primaria.
Actualmente hay 17.000 kilómetros de autovías y autopistas que en 1975 eran solamente 3.400.
Etc, etc.todo eso no se paga con solamente el 10% del PIB.
Y otro dato sobre justicia social: actualmente hay en España 5.400 jueces y magistrados de los cuales 3.100 son mujeres.
No he encontrado el dato sobre el número de los jueces en el franquismo (se estima en unos 1.500 en la última fase) pero sí la cifra de los que eran mujeres: cero. No había juezas en el franquismo porque estaba prohibido su acceso a la carrera judicial.
Los hospitales, una asistencia sanitaria mucho mejor que ahora, los pantanos, varios millones de viviendas de protección oficial, el desarrollo de las grandes empresas que malvendió Aznar, la mejor salud social de Europa, poquísimos presos, las madres se podían quedar en casa crisndo a la prole como Dios manda y no como ganado en guarderías , porque no había impuesto sobre la renta y las hipotecas se pagaban en pocos años. Lo de las infraestructuras, tienes que aplicarte un poco más: el fabiano González aceptó desindustrializar España para entrar en la CEE, luego vinieron los fondos de cohesión para seguir favoreciendo la industria alemana.
Solo con ver que en España hay el doble de políticos que en Alemania que maman del estado, te podía hacer conectar neuronas.
Este sistema de destrucción de la familia y la sociedad se diseñó hace décadas, riockefeller dixit: con el impuesto sobre la renta, bajo el cuento para subnormales de la liberación de la mujer, se consiguió expulsar a la madre del hogar y entregar a sus criaturas a la corrupción del Estado, y recaudar con el trabajo de la mujer, mientras esta copaba trabajo del padre de familia dejando a familias sin ningún ingreso. Negocio redondo para criar futuros esclavos en guarderías y con la tele.
A poco que se mire se da uno cuenta que para defender este sistema perverso, 70% de familias rotas, Dios ha tenido que nublarte la razón. Háztelo mirar
2. ¿Le recuerdo la tasa de natalidad, la corrupción política y el crecimiento de pobres en España?
3. En Argentina también se ha hecho mucho en base a la justicia social y el resultado es un +50% de la población son pobres, corrupción política y drogas, robos, etc.
4. Lea a la Escuela de Salamanca sobre el sueldo justo, el precio justo, etc. Y no fantasee más sin tener ni idea de cómo funciona la Economía de mercado.
2. Porque en forma impersonal -el Estado-, no desde la virtud personal de la caridad cristiana- sustituida por la solidaridad -obligación mediante impuestos-, no desde la virtud personal de la justicia -sustituida por justicia social-, y no desde la justicia general hacia el bien común -antepuesta por la justicia distributiva-, se corrigen desigualdades que surgen de la aplicación de las mismas normas para todos.
3. Esto es, un colectivo tiene un problema y se delega al Estado para que lo "solucione" en lugar de la sociedad civil, no quiero ser un buen samaritano -caridad cristiana-, sino que prefiero delegar en una ley con mis impuestos que lo solucione el rey = Estado (I Sam 8). La Palabra de Dios no falla.
4. Por ej. el colectivo de los inmigrantes ilegales menores de edad en lugar de afrontar el problema con caridad cristiana y virtud de la justicia: atenderlos y devolvérselos a sus padres, tienen pagas o sueldos sin trabajar mejores que los niños o trabajadores españoles. O las cuotas LGTB para alcanzar un trabajo o los privilegios de las cuotas de las mujeres -sea trans o no- como jubilarse antes y otros.
5. Es decir, cuotas mandatorias por ley que generan un resultado distributivo a priori de un cierto sector y en cierto lugar, no por el orden cristiano sino orden socialista, para cualquier grupo o colectivo en pos de la justicia social, que terminan por establecer una desigualdad ante la ley -injusticia no ordenado a la justicia por el bien común-, porque al establecer por ley una desigualdad en pos de la justicia social se discrimina, y cuando se discrimina de forma arbitraria el Estado lo que hace es decir que unas personas tienen más dignidad que otras -mujeres, LGTB, inmigrantes ilegales, etc.- y lo católico es que todos tenemos la misma dignidad por Cristo, no diferentes según el impersonal Estado. Tamayo y demás esto es ingeniería social o justicia social del Socialismo.
6. De ahí mi enérgica y sostenida crítica a la mayoría de los usos del término "justicia social", porque ninguno -clérigo, monje o laico (filósofo o teólogo)- nunca responde a la ingeniería social que implica la justicia social camino de esclavitud bajo el paraguas del Socialismo contra el bien común de la sociedad = interrelaciones personales.
7. Nadie nunca ha definido la "justicia social" a pesar de mares de tinta y tecleos, pues sólo es un concepto vago -vaguedad indispensable- que se deje que flote porque todo el mundo va a reconocer un ej. Pero, al final siempre se convierte en un término práctico de Ingeniería social cuyo significado operativo es: "necesitamos una ley en contra de esto.'' Es decir, la justicia social es para el ingeniero social un instrumento de intimidación ideológica con el objetivo de conseguir el poder de la coerción legal = + Estado = Estado + gordo = Socialismo = Totalitarismo.
2. Pero, no existe tal virtud moral personal, sino lo que se le adjudica a la justicia social pertenece a un estado de cosas impersonal: "cambio climático; alto desempleo; desigualdad de ingresos; miles de niños y niñas se quedan sin su única comida completa al día; carencia de un salario decente, precio justo de algo, etc.". El ingeniero social al servicio del Estado -1984 G. Orwell- trabaja esloganes recursivos publicitados por los medios de comunicación y ONG citados como ejemplos de "injusticia social". Por tanto, ¿la justicia social es o una virtud o no lo es?
3. Si lo es, sólo puede adscribirse a los actos deliberados de personas individuales. La mayoría de los que usan el término, sin embargo, no lo adscriben a individuos sino a sistemas sociales, porque utilizan "justicia social" para designar un principio regulador de orden -Javier Garisoain aludía a que la justicia social es el orden social-. Pero, esto es estar centrado en el poder (generar esclavos y servidumbre: I Sam 8), no en la virtud personal -para el caso del Carlismo en un rey (Estado sin límites) que ordene socialmente a través de la justicia social-. Empero, es craso error y anticristiano. Por eso digo que se equivocan y caen en herejía Modernista como ahora veremos.
4. "La sociedad debería de tratar igualmente bien a los que se lo merecen, es decir, a los que se merecen absolutamente ser tratados igualmente. Este es el más elevado estándar abstracto de justicia social y distributiva; hacia el que todas las instituciones, y los esfuerzos de todos los ciudadanos virtuosos, deberían ser llevadas a convergir en el mayor grado posible." No es casualidad que este pensamiento moderno de John Stuart Mill en su libro "Utilitarismo" ya hubiese sido canonizado en 1848 por "La Constitutione Civile Secondo la Giustizia Sociale", folleto de Antonio Rosmini-Serbati y por el "Manifiesto comunista" de Karl Marx. Pues, Mill imagina que las sociedades pueden ser virtuosas de la misma forma en que pueden serlo las personas. Así, pues, la masa o colectivo de la sociedad marxista llora o ríe, es virtuosa o viciosa que tiene que ser regida por un poder absoluto -totalitarismo- que la haga una sociedad virtuosa y alegre. Una persona toma todas las decisiones sociales cruciales: ¿justicia y orden social?
5. Porque es bastante curioso, la Doctrina social de la Iglesia también, que el término de "justicia social" no surja hasta los tiempos modernos, en que sociedades más complejas están regidas por leyes impersonales aplicadas con la misma fuerza a todos por igual gracias "al imperio de la ley".
6. Esto debe entender Luis Fernando & Cía: el nacimiento del concepto de "justicia social" coincide con otros desplazamientos en la consciencia humana: la "muerte de Dios" -Providencia- y el ascenso de la idea de la economía dirigida -Socialismo planifica de antemano la Economía-. Porque cuando Dios "muere" -Sartre: todo vale-, la gente comienza a confiar en la arrogancia de la razón y en su inflada ambición de hacer lo que el mismo Dios no había hecho: construir un orden social justo. Espero que entienda esto el Carlismo que define así la justicia social.
7. La divinización de la razón -Revolución Francesa- encontró su extensión en la economía dirigida. La razón, es decir, la Ciencia, dirigiría y la humanidad seguiría colectivamente. La muerte de Dios, el ascenso de la Ciencia y de la economía dirigida nos trajeron "el socialismo científico" = marxismo. Donde la razón fuera a dirigir, dirigirían los intelectuales. O eso pensaron algunos. En realidad, dirigirían los obsesos por el poder = tirano. Como hemos visto en tantos sitios y contemplamos ahora en España. ¡Pero oiga, todo sea en pos de la justicia social!
2. El Socialismo científico = marxismo, Dios muerto = Ateísmo, diviniza la razón y encuentra su extensión en la economía dirigida; la razón humana, la ciencia, dirigiría y la humanidad seguiría colectivamente. Así, pues, la "justicia social" tendría su fin natural en una economía planificada, dirigida donde a las personas se les dice qué hacer.
3. La "justicia social" presupone que la gente está guiada por directivas externas específicas en vez de por reglas de conducta interiorizadas sobre lo que es justo; y que ninguna persona debe ser considerada responsable por su posición en la sociedad -Lenin diría libertad ¿para qué?-, porque afirmar que es responsable sería "echarle la culpa a la víctima" en base a su acto libre.
4. Ésta es en realidad la función del concepto de justicia social: echarle la culpa a otro, echarle la culpa "al sistema", echarle la culpa a los que "lo controlan". Los famosos antisistema. Leskek Kolakowski escribió en su magistral Historia del Comunismo, el paradigma fundamental de esta ideología: usted sufre, su sufrimiento es causado por personas poderosas; hay que destruir a esos opresores: este lema tiene garantizado un inmenso atractivo. Pero, es el imperio de la ley el que debe regir hacia el bien común con leyes cristianas -limitar y reducir al máximo el Estado-, que eviten el poder absoluto a una persona o Buró Político o Comité o Partido que pueda designar reglas que tratarían a cada persona de acuerdo con sus méritos y sus necesidades. Pues, sólo Dios lo sabe y nadie tiene suficiente conocimiento de todos los detalles dinámicos relevantes, como señaló Kant: ninguna regla general puede ser lo suficientemente fina como para captarlos todos. Pero, esto no justifica al medio marxista ni ningún otro para llegar a tal fin. Pues, nadie debe de romper las reglas establecidas, porque la libertad impone graves responsabilidades morales. En España podemos observar como el tirano rompe las reglas establecidas por su obsesión de poder.
5. Tampoco se puede calificar resultados infortunados de "injusticias sociales" para demandar justicia social, porque esto conduce a un ataque a la sociedad libre con el objetivo de moverla hacia una sociedad dirigida. La historia de economías dirigidas como el nazismo y el comunismo se justifican en ese modo de pensar.
6. El uso del término "justicia social" si se usa para un llamamiento a las clases dirigentes para que atiendan las necesidades de personas afectadas por una catástrofe natural, una pandemia u otro puede tener un pase. Pero, el añadido "social" siempre implica un riesgo de pensamiento chapucero que confunda la caridad cristiana.
7. Porque el pensamiento débil o chapucero olvida que la justicia legal general, por definición, es social. Porque este semejante descuido "bien" intencionado se vuelve positivamente destructivo cuando el término de "social" ya no describe el producto de las virtuosas acciones de muchos individuos, caridad cristiana, sino más bien el objetivo utópico hacia el que todas las instituciones y todos los individuos "deberían ser llevadas a convergir en el mayor grado posible'' mediante la coerción e imposición del Estado. En ese caso, el "social" de la "justicia social" se refiere a algo que no emerge orgánica y espontáneamente del comportamiento respetuoso de la ley de personas libres sino más bien de un ideal abstracto impuesto desde el Estado: no sería un acto cristiano en una vida de servicio al prójimo.
Tu error radical es el mismo que el de Agustín Laje, vuestro concepto de la libertad:
Agustín Laje define la libertad como la capacidad de actuar según la propia voluntad, respetando los derechos de los demás y sin coerción externa.
Este es el concepto de libertad liberal, subjetiva, individual, protestante, la falsa libertad, la libertad de Satanas.
La libertad esta en la voluntad para elegir el bien según la razon, recta razon para poder elegir el bien. Tampoco hace falta pensar mucho para ver que las acciones que van contra la naturaleza del hombre lo esclavizan, aunque no toquen los supuestos derechos de otro.
La capacidad para actuar segun la propia voluntad con la sola restriccion de los derechos de los demas, bajo ese prisma concepto tambien muy subjetivo, lo que hace es endiosar y enloquecer la voluntad que ya no es guiada por la recta razon al bien sino por el mero hecho de actuar sin coaccion, el fin de la libertad se tranforma en actuar sin coaccion en vez de la elección del bien. Esta libertad mal entendida, subjetiivista, egoista, se convierte en un fin en si misma en vez de en un medio para elegir el bien. Por lo tanto el Estado tiene que ser por fuerza opresor.
Esta falsa libertad demoniaca es la esencia del liberalismo, protestantismo, contra toda evidencia natural de que el hombre solo puede desarrollarse socialmente, hace al hombre un ser indivudual, egoista, por lo tanto su interaccion social tiene que venir del contrato social, un desatino.
2. Del peligro que representa su demanda y si la ha hecho suya el movimiento Carlista.
3. Porque es un camino de servidume que culmina, al final, con un tirano tipo Hitler o Stalin.
4. No es moco de pavo lo que Ud. defiende porque afecta a millones de personas y va contra Cristo Rey.
Está insultando a todos los que trabajan cuidando niños mientras sus padres trabajan.
Porque sus padres y madres quieren trabajar.
Donde se guardaba como ganafo a la gente era en los campos de exterminio del III Reich para después meterlos en las cámaras de gas cuya existencia usted niega porque es un ser inmoral.
Yo no compro la leyenda rosa del franquismo porque sé que mi padre al igual que sus hermanos tuvo que empezar a trabajar con catorce años para poder comer.
Porque sé que mi abuela murió en los ochenta siendo analfabeta porque muchos niños y especialmente niñas no fueron escolarizados.
Cosa que por lo visto a ti no te parece tan mal porque la mujer pata lo que está es para quedarse en casa, criar hijos y cocinar y para eso no hace falta leer.
Yo creo que hubo mas de millón y medio de judios muertos pero desde luego no en las camaras de gas, pero este es otro tema.
Estas muy despistado, la escolarización y atencion medica supero rapidamente a los índices de la republica poco despues de la guerra.
A mi me da la impresión de que lo que a ti te falto fue ponerte a trabajar a los 14 años como tu padre, no serías rojete ni soltarias tus habituales sandeces, creo yo
He leído que la Comunión Tradicionalista Carlista tiene como primer punto en su programa político el de la derogación de toda ley que despenalice el aborto.
En realidad, constituye de por sí todo un programa electoral con vistas a solucionar el más grave problema social que ahora mismo sea de justicia reparar.
Y, si me permite una broma para acabar, quería proponerle al señor Navascués que le hiciese a usted la próxima entrevista.
Discúlpeme la broma y reciba un cordial saludo.
Y eso solamente en Madrid.
¿Cómo se titula el libro autobiográfico de Kiko Argüello? "El kerigma. En las chabolas con los pobres", donde cuenta sus inicios evangelizando en la España tardofranquista.
En España la cartilla de racionamiento estuvo vigente hasta 1954.
Así que no dudo que hubiera padres que con un solo sueldo pudieran mantener a una familia numerosa, pero la España franquista también fue una época de bajos sueldos, de padres pluriempleados, de huelgas reprimidas, de familias que vivían en infraviviendas, de estraperlo, de niños que vestían pantalones y chaquetas llenos de parches porque los heredarán de sus hermanos mayores y de adultos analfabetos
2. Sólo hay que ver la decadencia de los partidos democristianos, como el Partido Popular.
3. Por supuesto, proteger la vida siempre, pero el programa económico político carlista, de "católicos sociales", sólo puede optar entre la intervención del Estado por la "justicia social", los “reformadores sociales” = Socialismo, y, por el contrario, la defensa del liberalismo económico = Capitalismo.
4. Por mucha influencia de la encíclica Rerum Novarum (1891), la vía del medio, centro, se pensó como una superación del liberalismo, por un lado, y del socialismo y el marxismo, por el otro. Considerados ambos polos subproductos de la Reforma protestante y la Revolución Francesa.
5. En este sentido, los demócratacristianos no fueron ajenos al proyecto lanzado por León XIII y orientado a reconstruir la llamada “nueva cristiandad”.
6. Pero, desde la creciente influencia de las ideas de Jacques Maritain y Luigi Sturzo, se reconfiguró la orientación en distintos grupos que integraban la constelación democristiana bajo la DSI.
7. La equidistancia antiliberal de las repuestas “totalitarias” (comunismo y fascismo), al afiliarse a la "justicia social" lo que se propuso como un avance hacia un “corporativismo católico” para recuperar elementos del catolicismo social –básicamente la reforma social–, lo que devino fue otra fórmula, amparada en la reforma social católica, de totalitarismo como puede verse hoy en España.
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