Conrado Giménez: “El mayor acoso que sufre la mujer es por el hecho de ser madre”

En el día internacional de la mujer trabajadora, 8 de marzo, Madrina alertó que la maternidad y el embarazo aún representan un obstáculo insalvable para la participación plena de las mujeres en el mercado laboral y educativo:

-Madrina alerta de la exclusión escolar y laboral que sufre la mujer por el hecho de ser madre en España, muy superior a la media europea.

-Madrina presenta un informe que analiza el impacto de la maternidad y el embarazo en el empleo y la educación de las mujeres en España y la Unión Europea.

-1 de cada 5 mujeres embarazadas ha sufrido mobbing laboral en España; y 1 de cada 10 madres adolescentes ha sufrido mobbing escolar, a causa de la maternidad.

-España presenta una tasa de abandono escolar temprano del 13,9%, subiendo al 34,5% entre madres adolescentes, muy por encima de la media europea.

-La Fundación Madrina, como organización dedicada a la protección y apoyo a mujeres en situación de vulnerabilidad, es consciente del impacto que la falta de conciliación tiene sobre el bienestar de las mujeres y sus familias.

-Para paliar este problema, la organización crea una Universidad de Madres que acoge a más de 2.000 alumnas de cerca de 54 nacionalidades, entre cursos presenciales y on-line.

-En esta formación, 2 de cada 10 alumnas son madres españolas, y 1 de cada 4 alumnas son madres adolescentes, que cuida y forma en la ESO la fundación.

-En cuanto al empleo, que ha subido un 100% anual, se reparte a estas jóvenes entre tareas de limpieza y hogar, cuidado de personas mayores, y el resto en restauración, supermercados, entre otros.

Profundizamos en esta entrevista en estos puntos con Conrado Giménez, Presidente de la Fundación Madrina.

En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Fundación Madrina ha presentado un estudio que revela la persistente falta de conciliación entre el trabajo y la maternidad en España. Me gustaría conocer tu opinión sobre las razones por las que la Fundación ha decidido abordar este tema en una fecha tan significativa.

El Día de la Mujer Trabajadora permite poner de relieve esta desigualdad y reivindicar un modelo de trabajo más justo e igualitario que no penalice la maternidad. Este día se presenta, por tanto, como una oportunidad para visibilizar la problemática de la maternidad y propiciarlas medidas que favorezcan la conciliación.

El estudio de la Fundación Madrina no solo expone la realidad de la falta de conciliación, sino que también formula una serie de propuestas para reivindicar cambios concretos y exigir a los responsables políticos y empresariales medidas efectivas.

La falta de conciliación afecta de manera desproporcionada a las mujeres, quienes siguen asumiendo mayoritariamente las responsabilidades familiares.

La Fundación Madrina, con este estudio, concluye que el mayor acoso que sufre la mujer es por el hecho de ser madre, tanto en la vida personal como laboral, afirmando que es necesario un protagonismo inversor mayor por parte del Estado para lograr una verdadera conciliación laboral y familiar, y que no recaiga únicamente en los empresarios.

En España, la falta de conciliación laboral afecta a un gran número de mujeres. 4 de cada 10 mujeres en España experimentan dificultades para conciliar su vida laboral y familiar.

Por otra parte, 6 de cada 10 mujeres con hijos menores de 12 años afirman que la responsabilidad del cuidado familiar recae principalmente sobre ellas. Por este motivo, se puede afirmar que las mujeres trabajan una media de 13 horas más a la semana que los hombres, si sumamos el trabajo remunerado y no remunerado (como cuidar del hogar, cuidar  de familiares mayores o de hijos menores, entre otros.).

Por otra parte, la tasa de empleo entre las mujeres con hijos menores de 3 años es del 57,3%, mientras que la de los hombres es del 84,4%. Como consecuencia, la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar tiene repercusiones negativas en la participación laboral de las mujeres, la natalidad y el crecimiento económico. La Fundación Madrina busca aprovechar la plataforma del 8 de marzo para llamar la atención sobre estas consecuencias y promover soluciones que beneficien al conjunto de la sociedad.

Se estima que por la brecha salarial, las mujeres cobran menos que los hombres por el mismo trabajo, lo que las desincentiva a trabajar a tiempo completo. Igualmente, la falta de flexibilidad laboral, como el trabajo a tiempo parcial o flexible, afecta gravemente para que las mujeres con hijos menores puedan conciliar su vida laboral y familiar.

En este sentido, la responsabilidad del cuidado familiar, tanto de los menores como de los familiares mayores, siguen siendo para la mujer las principales responsables de no poder tener una carrera profesional a tiempo completo.

En consecuencia, las mujeres tienen menos oportunidades de promoción laboral, sufren más estrés y burnout, y tienen más riesgo de exclusión y abandono del mercado laboral.

Por otra parte, las jóvenes adolescentes embarazadas o madres sufren igualmente la presión familiar, social y escolar poniendo en peligro su maternidad y aumentando el fracaso maternal en menores y con ello el riesgo de comportamientos autolíticos, así como el riesgo de exclusión y abandono escolar.

Todo ello motiva que baje cada día más la natalidad en nuestro país, al no incentivarse ni protegerse la maternidad, poniendo en peligro la sostenibilidad del Estado, unido al equilibrio familiar y poblacional de nuestro país.

Es importante destacar que la falta de conciliación laboral no solo afecta a las mujeres, sino también a la economía, las empresas y a la sociedad en su conjunto. Las empresas pierden talento y potencial, junto a productividad y competitividad cuando las mujeres no pueden conciliar su vida laboral y familiar y desarrollar todo su potencial profesional.

En la Nota de Prensa de la Fundación Madrina, se menciona que el miedo a perder el trabajo o a no ser contratada es una de las principales razones por las que las mujeres abortan. ¿A qué se debe esto? ¿Qué factores influyen en esta decisión tan difícil?

No hay apoyo estatal a la maternidad. La nula conciliación entre la vida laboral y familiar, la escasez de plazas en guarderías públicas y la falta de flexibilidad laboral son algunos de los obstáculos que dificultan la maternidad en España. Las mujeres que se enfrentan a estas dificultades pueden sentir que no tienen las condiciones necesarias para la crianza de un hijo, lo que las lleva a considerar el aborto.

El persistente estigma social que rodea a la maternidad, unido a la presión familiar o social, puede influir en la decisión de las mujeres hacia el aborto. El miedo a ser juzgadas o rechazadas, incluso las presiones de su entorno familiar o laboral, puede llevar a la mujer a tomar una decisión que no se ajusta a sus deseos o necesidades.

Según el INE, las mujeres desean tener más hijos de los que tienen, sin embargo, la precariedad laboral que provoca la maternidad genera indefensión, aumentando el riesgo de fracaso maternal y el aborto.

En definitiva, el miedo a perder el trabajo o a no ser contratada, incluso a sentirse solas, es solo una de las múltiples razones por las que las mujeres abortan. Es necesario abordar esta problemática desde una perspectiva integral socio-sanitario, que considere las condiciones socioeconómicas y culturales que influyen en esta trágica decisión por parte de las mujeres.

La inestabilidad laboral, especialmente en el caso de las mujeres jóvenes, las coloca en una situación vulnerable donde un embarazo puede ser visto como un riesgo para su futuro profesional, lo que genera precariedad laboral. Todo ello ha generado en la mujer el retraso más allá de los 30 años para ser madres, o bien quebrar su decisión de ser madres.

El miedo a perder el trabajo, a no ser contratadas o a sufrir discriminación por parte de sus empleadores las impulsa a tomar la difícil decisión de interrumpir el embarazo. Incluso se ha llegado a comunicar que el propio empleador sugería el aborto como condición de continuar con el trabajo a una empleada.

El mobbing o acoso laboral maternal, es el acoso o violencia que sufre la mujer en el trabajo por el hecho de ser madre. Esta definición la realizó la Fundación Madrina hace más de 10 años con mucho éxito, recibiendo la felicitación de la OIT suiza.

Asimismo, el embarazo en la mujer joven adolescente las excluye muchas veces de la escuela, sufriendo bullying de compañeros y profesores, provocando fracaso escolar con abandono exclusión escolar. El miedo a que los padres las excluyan del hogar familiar, y a estas situaciones de exclusión escolar con riesgo para su futuro.

La maternidad puede suponer un agravamiento de la desigualdad laboral, o brecha laboral, que en España se sitúa en torno al 22%, y que coloca a las mujeres en una posición económica más vulnerable, ya que las mujeres suelen asumir la mayor parte de las responsabilidades familiares y ven reducidas sus oportunidades laborales.

Asimismo, todo este entorno se agrava por la falta de información y acceso a recursos que apoyen la maternidad y los derechos de la mujer embarazada. Por otra parte, la dificultad para acceder a ayudas por parte de los servicios sociales,  incluso las amenazas de estos sobre la madre embarazada vulnerable que pide ayuda, como “quitarles los niños o eliminar todas las ayudas”, son factores que sin duda influyen en la decisión de las mujeres de abortar, al colocarlas frente a la administración socio sanitaria, entre la espada y la pared, en favor de un supuesto derecho.

Para Madrina, es fundamental garantizar el acceso a información y ayudas, así como a un acompañamiento profesional y respetuoso durante todo el embarazo. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad que realmente apoye la maternidad y garantice los derechos de la infancia y de la maternidad de todos los niños y de todas las mujeres.

La Nota de Prensa de la Fundación Madrina denuncia la persistencia de despidos a mujeres embarazadas por parte de algunos empresarios. ¿Por qué se produce esta discriminación? ¿Qué medidas puede tomar el Estado para garantizar que las mujeres embarazadas no sean despedidas?

Mayor discriminación por maternidad: la mayor discriminación que sufre una mujer es por el hecho de ser madre. Esta discriminación laboral hacia las mujeres embarazadas responde al mayor coste asociado de la maternidad para la empresa, como el absentismo laboral, la mayor fragilidad, la adaptación de los horarios laborales, las bajas extensas por maternidad y paternidad, la baja productividad y los costes adicionales. Esta discriminación se ve agravada por la falta de conciliación de la mujer ante su nueva condición de madre, lo que puede hacer pensar que las mujeres madres están menos disponibles o son menos comprometidas con su trabajo.

Mayor inestabilidad laboral: La precariedad del mercado laboral español, con un alto porcentaje de contratos temporales y una elevada tasa de desempleo, coloca a las mujeres madres, especialmente, en una posición mucho más vulnerable. El embarazo puede ser visto como un motivo para no renovar un contrato o incluso para despedir a la trabajadora, a pesar de ser ya ilegal.

Falta de conciliación: La falta de conciliación laboral maternal, con ausencia de guarderías o el acceso libre a las mismas en cualquier época del año, la mayor dependencia de los menores a la madre, pueden contribuir a esta discriminación.

Elevado impacto económico: El despido de una mujer embarazada puede tener un impacto negativo en su salud física y mental, así como en la de su familia. Además, supone un coste económico para la sociedad, ya que se pierde la potencial productividad de la mujer y se incrementa la carga social.

En definitiva, la protección del derecho de la mujer embarazada es una responsabilidad compartida en primer lugar por el Estado, que debe invertir en ella, y después por la sociedad en general junto a las empresas. Solo mediante este esfuerzo conjunto podremos construir un mercado laboral más justo e igualitario, donde la maternidad no sea un obstáculo para el desarrollo personal y profesional de las mujeres.

Desde la Fundación pensamos que la maternidad y la infancia son una riqueza para un país, por lo que defendemos que el Estado debería asumir el coste de la maternidad y no recaer solamente sobre la empresa, fomentando la retención de talento femenino y la igualdad laboral y de oportunidades, entre una mujer madre y otra que carece de cargas familiares.

Igualmente se requiere reforzar la legislación que proteja a la mujer madre frente al acoso o mobbing laboral maternal y garantice su derecho a una vida laboral.

Promover la conciliación laboral y familiar, a través de incentivar la flexibilidad horaria, el teletrabajo o el aumento de las excedencias para el cuidado del menor o de familiares.

Madrina trabaja para que la baja por maternidad pueda convertirse en excedencia remunerada a través de un salario base maternal, permitiendo ser extendida por 3 años para garantizar la salud materno infantil y el mayor bien del menor, fomentando la posterior incorporación de la mujer al mercado laboral.

Madrina piensa que la maternidad debe ser considerada como una inversión por parte del Estado y una riqueza por su aporte al PIB. Para ello, promueve valorar a la familia como la empresa más importante de un país, y a la mujer como la CEO de esta empresa vital.

El Gobierno actual español no está a favor de las políticas que favorecen la natalidad y en cambio si defienden el llamado derecho a abortar. ¿Por qué no se debe considerar al aborto como un derecho? ¿Cuál es la experiencia de fundación madrina con el aborto?

La postura del gobierno español actual y la experiencia de la Fundación Madrina con el aborto:

1. Postura del gobierno español actual:

Es cierto que el gobierno actual español no se ha caracterizado por promover políticas natalistas. Al contrario favorecen el acoso socio sanitario de la mujer para que aborte, creando una infraestructura social para lograrlo, incluso con el premio de la tarjeta sanitaria cuando no la tiene.

Los derechos reproductivos, elacceso al aborto, la creación de innumerables sexos, la supuesta capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre su propio cuerpo, el cambio de sexo libre en adolescentes y la perspectiva de sentirte de otro sexo o naturaleza, no hacen más que pontificar una nueva religión administrativa con sus propios dogmas a golpe de Decreto Ley, generando una nueva moral, una nueva fe y la eliminación de la conciencia, de lo bueno o de lo malo.

Ahora se permite mentir, robar, malversar, ya que “todo es política”, y “el fin justifica los medios”. Se elimina la religión tradicional y se implanta una nueva religión de estado que no es otra cosa que el “neo comunismo” estatal donde el “todo (el Estado) es lo que importa, y es más importante que las partes (los ciudadanos)” y los “niños son del Estado”.

2. Experiencia de la Fundación Madrina con el aborto:

La Fundación Madrina apoya de manera integral a las mujeres en situación vulnerable y de embarazo no deseado. Desea acompañar a las mujeres en situación vulnerable, incluyendo a aquellas mujeres que se enfrentan a un embarazo no deseado. La Fundación ofrece apoyo emocional, legal y material a estas mujeres, incluso alojamiento junto a un acompañamiento especializado.

Si una mujer presenta miedo a las consecuencias laborales y económicas de su embarazo, debe ser apoyada y acompañada en su aventura. Normalmente continúa con su embarazo 1 de cada 4 embarazos no deseados.

La decisión de abortar es una decisión que afecta tanto a la salud de la mujer, como a la vida del menor, generando una depresión en caída libre, y una espiral de pérdida en la mujer. La Fundación Madrina, desde su experiencia, busca acompañar a las mujeres que se enfrentan a un embarazo no deseado, brindándoles apoyo y respeto para acompañar en esta difícil situación.

La Fundación Madrina proporciona apoyo en el embarazo, a través de sus profesionales socio sanitarios y de todas las ayudas que presta, proporcionándoles recursos y asistencia para afrontar la maternidad en situación de vulnerabilidad.

Muchas jóvenes o adolescentes se ven obligadas a abortar debido a la presión que sufren de la familia, trabajo o pareja, o bien al acoso o mobbing que les hacen en el colegio o en el trabajo. ¿Cómo podemos evitar este acoso o mobbing escolar y laboral?

El acoso o mobbing escolar y laboral se previene mediante una mayor sensibilización y concienciación del entorno escolar y laboral, la implementación de protocolos en las escuelas y en el entorno laboral, una cultura social que rechace el acoso y el mobbing, fomentando valores como la tolerancia, el respeto y la diversidad para construir una sociedad más justa e igualitaria.

Es fundamental realizar campañas informativas en escuelas y centros de trabajo para concienciar sobre las graves consecuencias del acoso y el mobbing escolar y laboral. Fomentar el respeto mutuo entre los jóvenes y adultos para crear un ambiente más tolerante e inclusivo.

Se bebe igualmente implementar protocolos específicos para la prevención, detección y intervención en casos de acoso escolar en los colegios; capacitar al profesorado para identificar y abordar situaciones de acoso, así como para crear un clima escolar positivo; brindando un apoyo psicológico y social a las víctimas de acoso, así como a sus familias.

Mediante la creación de políticas de empresa que prohíban el acoso y el mobbing, estableciendo medidas disciplinarias, canales de denuncia y fomentando una cultura de empresa saludable basada en el respeto, la comunicación y la colaboración.

Asimismo, es importante el rol de la familia manteniendo un diálogo abierto con los hijos sobre las experiencias que viven en la escuela o en el trabajo, para poder detectar situaciones de acoso a tiempo. Los hijos requieren de un ambiente de apoyo y confianza donde puedan expresar sus sentimientos y preocupaciones sin ser juzgados.

En definitiva, la prevención del acoso y el mobbing requiere un esfuerzo conjunto por parte de las instituciones educativas, las empresas, las familias y la sociedad en general. Solo mediante la implementación de medidas efectivas y la promoción de una cultura de respeto y tolerancia podremos crear un entorno seguro y saludable para todos.

En resumen, y como solución al acoso maternal, propiciando el apoyo en la maternidad, cabe sensibilizar y educar mucho más a la sociedad sobre los derechos de las mujeres embarazadas y la infancia, humanizando toda la sanidad, la legislación y toda la sociedad bajo la perspectiva de una “maternidad perseguida”.

Se hace necesario el apoyo directo a las mujeres madres o embarazadas, ofreciendo mayor apoyo económico directo y universal a la mujer madre por la crianza de los hijos menores, además de legal, psicológico y social a las mujeres que han sido discriminadas por su embarazo, ayudándolas a defender sus derechos y a encontrar un nuevo empleo. Incluye la reducción de la brecha salarial, aumentar la flexibilidad laboral, compartir la responsabilidad del cuidado familiar entre hombres y mujeres, promover la corresponsabilidad, e implementar políticas públicas que favorezcan la conciliación laboral y familiar.

¿Cuáles serían los principales motivos por los que se producen embarazos no deseados en jóvenes adolescentes en España?

Los riesgos de la maternidad adolescente, implican en su totalidad una exclusión escolar con abandono y fracaso escolar, así como una exclusión social y laboral. Por ello, todas las jóvenes reciben formación y acompañamiento socio sanitario de la Fundación, con guarderías junto a sus actividades formativas, con el fin de que superen la ESO, e incluso puedan aspirar a un título universitario y superen los riesgos de la maternidad adolescente.

La Fundación Madrina ha acogido a menores madres o embarazadas desde los 11 años de edad, 12 años de edad españolas, muchas de ellas con 13 años y la inmensa mayoría de 16 años.

La solución que ha habilitado la Fundación Madrina ante este reto adolescente es su Universidad de Madres, donde más de 2.000 alumnas de más de 54 nacionalidades reciben formación en clases presenciales y on-line, incluida la ESO. De todas ellas, un 25% de las jóvenes alumnas son menores de 20 años.

Otra solución son los grupos de apoyo adolescente, aglutinados en el “Club de la rosa”. En ellos, la Fundación trabaja socio sanitariamente con equipos de psicólogas. Todas verbalizan que se sienten miradas, juzgadas y presionadas por el ambiente y la escuela.

Se ha fomentado en los colegios que la única relación posible entre jóvenes son las relaciones sexuales. Como consecuencia de ello está aumentando de manera alarmante las ETS y la infertilidad.

Muchos jóvenes pueden sentirse presionados por sus amigos o pareja para tener relaciones sexuales sin estar preparados. Asimismo, el internet y la saturación de información sexual en los colegios, que no de formación, fomentan las relaciones sexuales cada vez más tempranas con cada generación.

Asimismo, existen factores sociales que propician estas relaciones cada vez más precoces, como el fenómeno de las pandillas, donde muchas jóvenes son víctimas de abuso y violencia sexual y, por tanto, tienen un mayor riesgo de quedar embarazadas.

Asimismo, el entorno familiar es vital. Muchas carecen de la figura paterna o la materna está ausente debido a jornadas de trabajo intenso. Los menores “adolecen” de la familia que está ausente por trabajo, generando lo que ellas mismas verbalizan “desean amar y ser amadas” y “tener la familia que no han tenido”.

Por Javier Navascués

 

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