Hno Nivia (seminarista IBP): “En Covadonga los peregrinos me han hecho amar más el sacerdocio”

Hno Cristhian Nivia es seminarista del Instituto del Buen Pastor, oriundo de Bogotá-Colombia. Actualmente se encuentra radicado en Francia, cursando su cuarto año académico en el seminario San Vicente de Paul, ubicado en Courtalain-Francia. Valora de forma breve lo que ha supuesto para él peregrinar en tierra de reconquista.

¿Qué ha supuesto para un seminarista como usted participar en este evento en cierta manera histórico I Peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad -España?

Ante todo, una responsabilidad, puesto que como seminaristas cumplimos una doble función. La primera estando al servicio de los peregrinos, que nos buscan con el fin de conocer más sobre nuestro instituto, nuestra formación, nuestra visión de la Iglesia en estos tiempos y también muchos de ellos buscan en nosotros una palabra de aliento en ese arduo y continuo caminar que cansa el cuerpo pero que revivifica el alma. También estando al servicio de los padres, puesto que ayudamos animosamente a la preparación, montaje y servicio de las Santas Misas cotidianas, y en el camino ayudando a animar el espíritu de la peregrinación con las meditaciones diarias, con el rezo del santo rosario y muchas veces con algunos cantos y chascarrillos. La segunda, no olvidando que hacemos parte de los peregrinos, que también vamos con un espíritu penitencial, queriendo ganar muchas gracias de Dios ofreciéndole todo por nuestras necesidades familiares, personales y claro, por la Madre Iglesia.

Además en un lugar tan emblemático de la Madre Patria que enardece el espíritu….

Totalmente, no fue ni el azar ni tampoco un detalle insignificante realizar la primera peregrinación en una región tan importante para España, para Europa y para América Latina. Al contrario, es un llamado de Dios que nos invita a revivir, a recordar, a conocer la verdad de una historia olvidada, de un país que se ha forjado entre favores y auxilios de la Santa Madre de Dios. La Santina, REFUGIUM PECCATORUM, nos llamó y nos acogió a todos sus peregrinos. Digo “nos llamó” porque a imagen de nuestros antepasados (que suplicando a Dios buscaban refugio), así íbamos nosotros atendiendo al llamado, acercándonos a esa pequeña cueva que fue, que es y que será un refugio seguro contra los enemigos de la madre patria España.

¿Cómo le ha hecho aumentar su amor al sacerdocio y a la Misa de siempre?

Demasiado, y pienso que es una gracia de Dios, pues los peregrinos me han llenado de ánimo y de fuerza para continuar con mi formación, con mis estudios, con mi amor hacia el sacerdocio y que mejor medio para lograr esto, que seguir la Santa Tradición de la Iglesia, aferrándonos al tesoro que Dios nos ha conferido, como lo es la Santa Misa de siempre, la cual ha formado una innumerable cantidad de santos y la cual espero celebrar, sí Dios me lo permite, en una nueva versión de la peregrinación.

También ha tenido la oportunidad de conocer a varios sacerdotes celosos.

Y no solo de conocerlos, si no de aprender de ellos, compartiendo momentos muy agradables, forjando una amistad fraterna. Y eso para mí fue muy valioso, pues el estar alrededor de muchos padres que llevan años ejerciendo el sacerdocio nos impregnan de su experiencia, de su ciencia y de su amor por el sacerdocio.

Ha destacado el gran número de jóvenes, tal vez algunos de ellos con vocación al sacerdocio o a la vida consagrada…

Por supuesto, y me alegra, tuve la oportunidad de conocer algunos jóvenes que van a entrar al seminario, otros que lo están pensando y otros que seguramente atenderán al llamado de Dios después de la peregrinación. Pero lo que más ha destacado es que poco a poco vamos viendo ese resurgir de la Iglesia en España gracias a la juventud. Muchos de los jóvenes que fueron, vienen de familias poco o nada católicas, que iban ofreciendo su peregrinación por la conversión de sus padres, hermanos y familiares, que iban inquietos por aprender más de la Santa Misa, por aprender más de la Iglesia, y que personalmente me sorprendió muchísimo. Sé que de tantos jóvenes y niños, Dios se servirá para restaurar y conquistar la España que por tanto tiempo fue la lámpara encendida que alumbró al mundo.

Igualmente ha sido muy poderosa la presencia de las familias católicas como Dios manda.

El aporte de las familias fue muy valioso, pues la unión, el respeto y la piedad que se veían en las familias hicieron llorar a más de uno. Literalmente, habían personas que al paso de la peregrinación lloraban de emoción al ver familias compuestas de seis, siete y hasta ocho hijos, y ni que decir en el momento que se celebraba la Santa Misa, allí reinaba un silencio solemne y conmovedor, que hoy en día es casi ausente en los templos, donde todos desde el más chico al más adulto, se disponían a adorar a Cristo Sacramentado. Así pues, esa poderosa presencia de las familias que sirven de ejemplo para tantas otras son y serán tan importantes para las próximas peregrinaciones, que esperamos muchas más se animen el próximo año, pues cabe recordar que “familia que reza unida permanece unida”.

La magnífica acogida de todo el mundo al paso de la peregrinación es señal de que mucha gente espera un resurgir de la fe católica.

Esa es nuestra tarea, contribuir con la reevangelización, por así decir, de España. Toda la peregrinación tiene como objeto pedir a Dios que vuelva su mirada a esté su pueblo español y a su Iglesia, que sufre como nunca los ataques del viejo enemigo, pero que aún muchos resisten y no pierden la Fe. Sabemos que éste resurgir no será posible si no volvemos nuestra mirada a la tradición, a ese monte santo de donde nos viene la salvación, de donde nos viene la Verdad Revelada, la cual de generación en generación se nos ha transmitido, y a la cual debemos seguir firmes y fielmente. Unidos todos en este largo peregrinaje que es la vida, manteniendo lo que tenemos sin que nadie robe nuestra corona de gloria. Por eso me alegro de la gran acogida que ha tenido la peregrinación, pero aún más de esos jóvenes que tomaron la iniciativa de llevar a cabo una empresa tan grande como Nuestra Señora de la Cristiandad España, y que espero sigan trabajando con esmero y celo por Dios. En cuanto a mí, yo quedo agradecido con la organización por la invitación y por la confianza depositada en mí. Seguiré ayudando y asistiendo si Dios me permite.

Por Javier Navascués

Todavía no hay comentarios

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.