Las increíbles mentiras de Josep María Ràfols sobre Monseñor Irurita, refutadas por el Presidente de Hispania Martyr, José Javier Echave-Susaeta

Antes de ofrecerles la entrevista que un servidor realizó en radio/vídeo a José Javier Echave-Susaeta, Presidente de Hispania Martyr, les dejo con un perfecto resumen del autor sobre los infundios que dice Ràfols en el libro sobre Monseñor Irurita.

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Acaba de aparecer La increïble història del bisbe Irurita del periodista Josep María Ràfols en que a lo largo de 350 páginas espiga selectivamente en lo ya sabido sobre la vida, pontificado y detención del Siervo de Dios obispo de Barcelona Mons. Manuel Irurita Almándoz, y en las que el autor va desgranando su particular visión de la historia del decenio de 1930 en Cataluña.

El libro no deja de ser una hagiografía de la actuación política y religiosa llevada a cabo por  Mons. Vidal y Barraquer y sus acólitos, al tiempo que una pertinaz crítica de la del Primado Mons. Isidro Gomá, de la que dice que Mons. Irurita y el oratoriano P. Torrent serían sus apéndices. Por todo ello cabe valorarlo como alegato de “abogado del diablo”, - más que “promotor de la fe“-  recopilando cuanto se ha escrito contra el pontificado y el martirio de Mons. Irurita por el nacional-progresismo- eclesial, imperante hoy en Cataluña, para impedir su beatificación.

Alguno se preguntará el porqué de esta animadversión contra Mons. Irurita, y de la campaña periódicamente alimentada por buena parte del establishment político y clerical catalán contra él. Estimamos que la causa última no es otra que la oposición a su lema episcopal: “Oportet Illum regnare”, “Es necesario que Cristo Reine”, y su proclamado propósito de ponerlo en práctica en su  nueva diócesis de Barcelona, sabiendo que ello iba a suponerle el declarado odio de los enemigos de su reinado, y la animadversión de clérigos que, inficionados de modernismo y secularismo, se opondrían a la esperanzadora promesa del Corazón de Jesús a su mensajera santa Margarita María: “Yo reinaré, mal que les pese, a mis enemigos y a cuantos se me opongan”.

A José Ràfols y sus afines en su empeño de impedir el buen fin del proceso de beatificación de Mons. Manuel Irurita, les trae sin cuidado que en lugar de nueve sean diez los obispos declarados mártires de la persecución religiosa en España en los años 1936 a 1939, pues nunca les pasó por la cabeza encomendarse a ellos en los actuales tiempos de apostasía y descristianización impuesta por los herederos de sus verdugos. Lo que les motiva es impedir que su beatificación pueda suponer un renacer en el pueblo cristiano de la esperanza del prometido reinado del Corazón de Jesús en España, como anunció al beato Bernardo de Hoyos, del que Irurita es paladín.

De sus tres centenares largos de páginas sólo 9 de ellas - de la 306 a la 315 – resultarían novedosas, aunque irrelevantes, haciendo honor a su extraño título, de lo “increíble” (no ser digna de crédito) de la historia que nos narra de que a Mons. Irurita le mataron en Seo de Urgel, al no aportar prueba fehaciente alguna, testifical o documental, que avale sus infundadas especulaciones.

Primera parte de un artículo de José Javier Echave-Susaeta, Presidente de Hispania Martyr en Religión en Libertad

6 comentarios

  
Juan Mariner
Vidal i Barraquer y Isidro Gomà forman parte de la misma Iglesia en un periodo de persecución atroz (los dos surgen de la pujante entonces Diócesis de Tarragona en la misma época, al igual que Cartanyà). Los dos, a su vez, forman parte de una Iglesia que debe ser definitivamente superada: una Iglesia Católica en España dentro de un Estado criptoconfesional en la actualidad cada vez más en decadencia como el propio régimen con el que ha colaborado y colabora. Tomemos ejemplo de lo bueno de Francia, con una Iglesia Católica que no va desesperada tras el político moderado o conservador de turno buscando prebendas, riéndole las gracias y pasando por alto sus desmanes contra la Ley de Dios; que es respetada y que es temida por los poderosos franceses e internacionales.

Vidal i Barraquer no firma la Carta Colectiva del episcopado español y Gomà la promueve y firma: si acaban ganando la Guerra Civil los rojos, Barraquer será quien negocie con ellos la vuelta, y Gomà lo sabe (lo saben todos los obispos, además hay que leer las cartas que Barraquer apoyando el nuevo régimen de Franco pidiendo su vuelta). No hay ninguna diferencia entre ambos cardenales. Enfrentar a ambos religiosos supone continuar con el enfrentamiento entre diferentes grupos sociales que se disputan el poder en este país poniendo a la Iglesia Católica como arma arrojadiza (flaco favor).

Mientras, el mártir Irurita es carne de cañón de un bando con los más abyectos intereses, que pretende justificar su asesinato. Vidal i Barraquer, Irurita y Gomà son la misma Iglesia, somos nosotros los diferentes...
05/04/21 1:08 PM
  
Carsten Peter Thiede
Las mentiras son:
1. Que Mons. Irurita no fue martirizado en el 36 sino en el 39.
2. Que lo vieron salir del palacio episcopal de Barcelona en el 39.
3. Que en la catedral no está enterrado él sino su sobrino (y los que lo enterraron lo sabían)

Las respuestas son:
1. Se responde con las siguientes.
2. No era Irurita, y ya no era palacio episcopal sino Archivo General de Cataluña.
3. Se hizo una prueba de ADN y dice que era un familiar por línea materna en un 99,9% de probabilidad. Y su sobrino era sobrino lejano -y por vía paterna!

Dios permita que sea beatificado pronto este hombre de Dios, que ya era santo incluso antes de que lo apresaran... y carlista.
Oportet Illum Regnare.
05/04/21 10:36 PM
  
Hilari
La cuestión es quién entregó a monseñor Irurita para ser martirizado a dos meses del, más que previsible, final de la guerra. Si pudo estar escondido durante tres largos años es lógico que hubiera podido estarlo durante un período tan breve. Si es "comprensible" la delación entre "hermanos" por miedo al terror rojo al principio de la guerra, no lo es cuando estaba a punto de finalizar.

A Irurita no lo entregaron por miedo a los asesinos del 36, lo entregaron por odio, per odium fidei. Y lo entregaron aquellos que durante más de 80 años llevan poniendo en duda su asesinato. La conciencia, de llevar a un inocente a la muerte, ha estado martilleando a sus delatores durante toda la vida. Por contra, los ejecutores del crimen nunca han dicho nada al respecto, ni de éste ni del resto de asesinatos, como animales que son.

Esto huele más a vendetta catalana que a otra cosa. Como catàlics oficiales del nuevo régimen franquista sabían que no les ocurriría nada si no se descubría el ardid. Casi al mismo tiempo, empezó la labor de encubrimiento de los criminales del período 36-39 como pago por no haber sido llevados al cadalso durante la dominación roja.

En el asesinato del obispo de Barcelona se juntan el hambre con las ganas de comer. Es un asesinato de común acuerdo como lo fue la huida de Vidal Barraquer a su exilio dorado en Suiza. Escriben: "si acaban ganando la Guerra Civil los rojos, Barraquer será quien negocie con ellos la vuelta" de lo cual se deduce que Carod i Barraquer era la baza para una negociación que salvaguardase la vida de los misaires pero no del resto de los iruritas.

Si los rojos hubiesen acabado ganando la guerra om Barraquer no hubiera pisado tierra española en toda su vida y los cachorros nacionalliberalistas no hubiesen nacido. La persecución atroz en la zona balcánica (no hay más que leer y ver la Causa General). En la España nacional no se perseguía por razones religiosas siendo muchos los que entregaron su vida para liberar al catolicismo vidalbarraquista de la bota roja.

Si Irurita fue asesinado por razones políticas no sería posible su beatificación, pero si lo fue con la connivencia y participación de sus "hermanos en la fe" estaríamos ante el mayor santo mártir de la Cruzada. A Jesucristo lo crucificaron, también, por razones políticas. Ya había sido condenado antes de proclamarse Hijo de Dios en aquella pantomima de juicio.

No hay mártires sin verdugos, pues sin estos no se puede determinar la tipología del delito. Quizá sea el momento de adjuntar los nombres y apellidos de los asesinos y coadyuvantes de aquel trágico período.
06/04/21 10:14 AM
  
Rafael
¿Se sabe cómo está el proceso de canonización del obispo Irurita?

Es significativa la actualización de la enorme maldad que hacen ahora. Los mismos poderes.
06/04/21 11:08 PM
  
JCA
Por lo que tengo entendido, al obispo Irurita lo encontraron por casualidad unas milicias anarquistas en casa de uno que aparecía en unas listas de peregrinos a Montserrat y que querían liquidar. No hubo delación.

La figura de Vidal y Barraquer es bastante controvertida. Ya se han publicado las cartas de Franco a Pío XII sobre el asunto y parece ser que había muchísima gente que no lo podía ni tragar por su actitud “equidistante” a pesar de la brutalidad de la persecución religiosa, en especial en Cataluña. Mi opinión particular es que era un carrerista, uno de esos maniobreros complacientes con la República, y su oposición a Gomá podría haber sido algo personal: ambos eran de Tarragona y más o menos de la misma edad. Que fuera salvado por intervención del nacionalista Ventura Gassol podría deberse a afinidades ideológicas, pero más pienso que por ser también de Tarragona y ex seminarista.
07/04/21 12:19 PM
  
SS
Animo, los mártires están en el cielo. Un abrazo.
07/04/21 12:55 PM

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