Ahonda, tres mosqueteras de la evangelización a través de YouTube. Todo el que cree piensa
Macarena Saavedra, María Pagalday y Pité Báscones son tres amigas católicas que decidieron crear en el confinamiento un canal de evangelización en YouTube. Hablamos con Macarena sobre el origen y la razón de ser del canal.
https://www.youtube.com/@Ahonda
¿Cómo nace el canal Ahonda y en qué circunstancias?
Durante la pandemia y ante la imposibilidad de reunirnos empezamos un grupo de servidoras de Emaús, a conectarnos vía zoom para poder hablar de temas que nos ayudaran a estar cerca del Señor. Cada día quedábamos para rezar el Rosario, hablar de algún tema que nos ayudara a que el alma no se durmiera y a contactar con personas que nos dieran alguna charla y todo ello nos ayudaba muchísimo.
¿En qué medida el confinamiento fue tiempo de gracia para muchas personas que hicieron una pausa en su vida y empezaron a hacerse preguntas?
El confinamiento fue una época muy complicada, pero a la vez dio muchos frutos. Estábamos encerrados en las casas, no podíamos ir a Misa, acudir a un Sagrario o comulgar y esto nos llevó a echarlo profundamente de menos. El ser humano es así. Tenemos que perderlo para apreciarlo. El confinamiento nos hizo utilizar todos los medios que teníamos a nuestro alcance para poder reunirnos y las nuevas tecnologías nos ayudaron a ello. Nos dimos cuenta que era una herramienta maravillosa para dar a conocer al Señor. Además suponía una herramienta accesible a todo el mundo y que hacía que cada persona lo encajase en sus circunstancias personales.
¿Por qué el nombre de Ahonda?
Cuando pensamos en poner en marcha el canal queríamos buscar un título que reflejase nuestra intención. Ahonda reunía todas las características. El Señor nos pide ir mar adentro y salir de nuestra zona de confort. Ahonda, que significa profundizar ,reflejaba perfectamente lo que buscamos con el canal. No podemos conformarnos con unos mínimos en nuestra relación con el Señor. Hay tanto por conocer que muchas veces nos quedamos en la orilla del conocimiento sin profundizar, perdiéndonos la belleza del Amor infinito de Dios.
