La conversión de Santa Teresita la noche de Navidad. Pidamos la misma gracia FELIZ Y SANTA NAVIDAD
A pocas horas de que sea Navidad publico este post con el deseo de que el Divino Niño otorgue muchas gracias a los lectores en esta santa noche. Y os deseo de corazón UNA SANTA Y FELIZ NAVIDAD.
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En la Nochebuena de 1886, días antes de cumplir los catorce años, Teresita de Lisieux recibe una gracia que va a transformarla interiormente. Ella misma nos lo ha relatado con sus propias palabras. En la Nochebuena, contemplamos la maravilla del Dios que sale de sí y se hace carne humana. En esa noche, el 24 de diciembre de 1886, la jovencita aspirante a carmelita descalza acogió el don de salir de sí misma para siempre. En esas mismas horas pero en París, acontecía la conversión de Paul Claudel en Notre Dame y Charles de Foucauld celebraba su primera Navidad como convertido:
«No sé cómo podía ilusionarme con la idea de entrar en el Carmelo estando todavía, como estaba, en los pañales de la infancia…
Era necesario que Dios hiciera un pequeño milagro para hacerme crecer en un momento, y ese milagro lo hizo el día inolvidable de Navidad. En esa noche luminosa que esclarece las delicias de la Santísima Trinidad, Jesús, el dulce niñito recién nacido, cambió la noche de mi alma en torrentes de luz… En esta noche, en la que él se hizo débil y doliente por mi amor, me hizo a mí fuerte y valerosa; me revistió de sus armas, y desde aquella noche bendita ya no conocí la derrota en ningún combate, sino que, al contrario, fui de victoria en victoria y comencé, por así decirlo, «una carrera de gigante».