Los derechos del orangután son una ataque a nuestros derechos
La noticia llegaba desde Buenos Aires. Sandra, de 29 años, tras toda una vida encerrada, veía reconocido su derecho a vivir en libertad por un tribunal argentino. ¿Cómo no alegrarse?
La sorpresa llegaba cuando uno seguía leyendo: Sandra es una orangután que ha vivido toda su vida en el zoo.