(InfoCatólica) El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Javier Argüello, relató el pasado viernes en la Universidad Católica de Ávila el estado actual del proceso de canonización de Isabel la Católica, confirmando que la causa «sigue en marcha y activa» pese a encontrarse en pausa desde 1993 por indicación de la Secretaría de Estado vaticana.
Una pausa de más de treinta años por «prudencia pastoral»
Durante su conferencia enmarcada en el II Ciclo de Conferencias «Promoción Política y Cultural. Personas e Instituciones en la época de Isabel la Católica», Argüello explicó que el proceso, promovido por la Archidiócesis de Valladolid, diócesis actora por haber fallecido la reina en Medina del Campo, «culminó con un estudio histórico que fue aprobado por Roma a comienzos de los años 90».
Sin embargo, en 1991 apareció «una indicación, no del Dicasterio de las Causas de los Santos sino de Secretaría de Estado», que puso en pausa la causa. El prelado detalló que esta decisión tuvo que ver con que «se valorase de una forma más detenida cómo había sido el proceso de la expulsión de los judíos». «Es una prudencia pastoral, dice la Secretaría de Estado», añadió Argüello.
Cronología de una causa detenida pero no clausurada
Según explicó el arzobispo, en 1993 el Vaticano aconsejó «una mayor reflexión especialmente sobre la expulsión de los judíos» ante la petición de don José Delicado para conocer el avance del proceso. Entre 1997 y 2001 hubo «reiteradas solicitudes de diversos obispos españoles para avanzar en esta Causa», y en 2003 se produjo una nueva insistencia.
Fuentes de la Comisión de la Causa de Beatificación consultadas por Religión Confidencial señalan que no existe «ningún dato nuevo reciente, comunicado de forma oficial u oficiosa» que se pueda añadir a la pausa de 1993, aunque la Comisión ha seguido trabajando e informando al Dicasterio de la Causa de los Santos de todas sus actividades.
Impulso a la devoción y reconocimiento internacional
Argüello animó a «cultivar la devoción» hacia Isabel la Católica y a «profundizar en el conocimiento de su vida y virtudes». El prelado describió a la reina como «una mujer de fe y de gobierno» que ejerció su autoridad como servicio al bien común, recordando que en su testamento ordenó tratar a los pueblos indígenas de América como súbditos de la Corona con los mismos derechos que los de Castilla.
«No son esclavos, sino súbditos de mi reino», citó el arzobispo las palabras de la reina, defendiendo que Isabel promovió una visión cristiana de la dignidad humana que dio origen a una civilización nueva.
Colaboración iberoamericana
El proceso cuenta con la colaboración de la Diócesis de Ávila, donde nació la reina, y la Diócesis de Granada, donde está enterrada. Argüello destacó el «interés muy grande en vivir este proceso en relación con las Iglesias iberoamericanas», señalando que tanto él como el obispo de Ávila estuvieron recientemente en un congreso sobre la reina Isabel en Bogotá, donde quedaron «gratamente sorprendidos del reconocimiento popular» de su figura.
Las fuentes de la Comisión lamentan «la obsesión de determinados medios de comunicación de enterrar, con titulares que no matizan, esta Causa que está en el corazón del pueblo cristiano, especialmente en Iberoamérica».







