(Fides/InfoCatólica) En la archidiócesis de Pekín, numerosas parroquias han adaptado sus celebraciones litúrgicas a las necesidades de muchos trabajadores. En la catedral, el domingo 26 de febrero, el arzobispo Joseph Li Shan presidió el rito de escrutinio de los catecúmenos, y confirió también el mandato misionero a 11 ministros extraordinarios. Durante el período de Cuaresma, estos 11 bautizados laicos bien formados, como exige la Iglesia, serán enviados a los hogares de ancianos y enfermos para llevar la Comunión.
En muchas de las parroquias de Pekín, ya se había añadido una misa vespertina el Miércoles de Ceniza para permitir participar en el rito penitencial a muchos trabajadores y trabajadoras que no habían podido asistir a las misas matinales. Por la misma razón pastoral, el rito de la imposición de la ceniza se celebró durante muchas misas del domingo 26 de febrero. En la parroquia dedicada a la Medalla Milagrosa, también se celebró el sacramento de la Unción de los Enfermos, además de los ritos del «escrutinio» de los catecúmenos y del mandato misionero de los lectores de las celebraciones litúrgicas. Tras un periodo de catequesis, con el llamado «escrutinio», los catecúmenos confirman su intención de seguir a Cristo y dan testimonio de que su elección no es superficial ni emocional, sino que está arraigada en un auténtico camino de fe.
La comunidad católica de Shenzhen, además de celebrar los ritos cuaresmales para catecúmenos, ministros de la Eucaristía, enfermos y lectores, ha vivido el primer domingo de Cuaresma como una oportunidad para sensibilizar a todos los bautizados sobre la ecología y la preservación de la Creación. La joven comunidad católica local está formada casi exclusivamente por trabajadores inmigrantes internos. El primer domingo de Cuaresma comenzó con una jornada ecológica después de la misa. Los bautizados, guiados por los párrocos, han promovido una recogida extraordinaria de residuos, bajo el lema «Shenzhen será más bella gracias a mi contribución; los habitantes de Shenzhen serán más felices gracias a mi contribución». De este modo, siguiendo la enseñanza de la Iglesia reiterada por el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si', los católicos de Shenzhen han querido mostrar cómo la preocupación cristiana por la preservación de la Creación puede aportar una valiosa contribución a la convivencia urbana y al bien común de todos los ciudadanos.