(Die Tagespot/InfoCatólica) Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz, Katharina Westerhorstmann, Marianne Schlosser y Dorothea Schmidt han abandonado el Camino Sinodal. Así se desprende de una carta abierta que las cuatro delegadas de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) para el Camino Sinodal publicaron el miércoles en el diario «Welt». Según el texto, titulado «una declaración de despedida», la Iglesia en Alemania se aleja «cada vez más de la Iglesia universal».
Las cuatro teólogas ya no pueden seguir por este camino, por lo que renuncian a su mandato. Explican así su decisión:
«La participación en un proceso en el que se han ignorado repetidas intervenciones y aclaraciones por parte de las autoridades vaticanas y del propio Papa significaría apoyar un curso que está conduciendo obviamente a la Iglesia en Alemania al aislamiento de la Iglesia universal. No podemos compartir ni compartiremos la responsabilidad por ello».
Además añaden que las anteriores decisiones del camino sinodal «no sólo haan puesto en tela de juicio fundamentos esenciales de la teología católica, de la antropología así como de la práctica eclesiástica, sino que los han reformulado y en parte redefinido completamente». No se ha aclarado que argumento para ello podría teológicamente válido. Además, en el debate y en los proyectos de resolución no se habían tenido en cuenta objeciones esenciales a favor de la actual doctrina de la Iglesia.
Las cuatro mujeres se muestran especialmente desconcertadas por el hecho de que la moción a favor de una votación secreta fuera rechazada en la última asamblea sinodal, «a pesar de la exigencia simultánea de normas democráticas en la Iglesia».
Una «causa final» de su decisión, dicen, fue la gestión por parte de los responsables de la reciente intervención romana, que había dejado claro que no había base para el establecimiento de un cosejo sinodal. La última carta de los cardenales curiales Parolin, Ladaria y Ouellet, aprobada expresamente por el Papa, ni siquiera había sido considerada «como punto del orden del día de la próxima asamblea sinodal». En lugar de ello, debe constituirse un «Comité sinodal», «cuyo objetivo declarado no es otro que la constitución del 'Consejo sinodal'». Así, «a pesar de todos los pronunciamientos de Roma, se tiene la impresión de que no es necesario ningún cambio en el orden del día del 'Camino sinodal'». Esta reacción no es un caso aislado; las anteriores intervenciones romanas también han sido ignoradas.
En este contexto, indica, son muy dudosas las garantías de que «se permanecerá dentro del orden de la Iglesia católica universal y se respetará el derecho canónico» Y, concluyen «sólo conservando la comunión eclesial a través del espacio y del tiempo puede haber una renovación de la Iglesia, no rompiendo con ella».
La quinta Asamblea sinodal, que cuenta hasta ahora con 230 miembros, se reunirá en Fráncfort del 9 al 11 de marzo. Las seglares que se han marchado formaban parte del total de diez personas designadas por la DBK.