(Fides/InfoCatólica) En su discurso sobre la crisis alimentaria y económica que afecta a Kenia y a varios países africanos, el arzobispo de Nairobi, Mons. Philip Arnold Anyolo, aseguró que «es realmente sorprendente que, mientras la sequía y el hambre acechan en nuestras fronteras y el precio de los alimentos básicos casi se ha duplicado, el gobierno y la mayoría de los candidatos a las elecciones guarden silencio al respecto».
Se suma así este grito de alarma del episcopado keniano al de los obispos centroafricanos o el de los misioneros salesianos en Chad. Monseñor Anyolo, expresó el temor de que la desesperación provocada por la crisis alimentaria pueda ser explotada durante la campaña para las elecciones presidenciales y políticas del 9 de agosto: «Nos preocupa que esta situación pueda ser utilizada por los candidatos y que saquen provecho del sufrimiento de otros con fines electorales», aseguró el arzobispo quien también criticó a los líderes salientes por su nula actuación nula hora de adoptar medidas para mitigar los efectos de la persistente sequía en algunas partes de Kenia.
Una situación que podría repetirse con los representantes que serán elegidos porque, según monseñor Anyolo, «corremos el riesgo de que los líderes que serán elegidos sigan la misma tendencia de no preocuparse por el bienestar de los pobres y desvalidos, sino que se preocupen solo de sí mismos y de aumentar sus salarios».
Tras cuatro años consecutivos de sequía, las consecuencias de la pandemia de la Covid-19 y los estragos provocados por las plagas de langostas, ahora se suma el impacto de la guerra en Ucrania que agrava la crisis alimentaria en Kenia y en todo el Cuerno de África por el bloqueo de las entregas de cereales y fertilizantes. Además, el enorme aumento de los precios del combustible y la energía ha hecho que aumentaran a su vez los costes de la entrega de ayuda humanitaria, mientras que la interrupción de las cadenas mundiales de suministro ha dificultado mucho la adquisición de los medicamentos necesarios para la rehidratación oral de los niños gravemente desnutridos.