(Breitbart News/InfoCatólica) En una entrevista concedida a Breitbart News, el cardenal Müller, antiguo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ofreció sus opiniones sobre los puntos cruciales de las próximas elecciones presidenciales norteamericanas. En el ámbito nacional, según el cardenal, «en las próximas elecciones están principalmente en juego las vidas de los no nacidos, así como de los ancianos y los enfermos, frente a los que promoverían el aborto y la eutanasia».
En ese sentido, el cardenal señaló que, «según la doctrina católica, no todas las cuestiones tienen el mismo peso» y recordó la distinción clásica entre actos intrínsecamente malos, que no se pueden aprobar en ninguna circunstancia, y cuestiones prudenciales, que constituyen «opciones políticas legítimamente diferentes» y sobre las que puede haber desacuerdos entre católicos de buena fe.
«Algunas cuestiones se pueden debatir legítimamente, como el muro de la frontera con México, pero no las vidas de los niños no nacidos sin ser cómplices de su asesinato. La ley moral prohíbe categóricamente matar a niños que están en el seno de sus madres, a niños discapacitados después de su nacimiento y a los enfermos y ancianos». Igualar esas cuestiones sería «comparar peras y manzanas. El derecho a la vida es tan fundamental que no puede igualarse a otras cuestiones políticas».
En ese sentido, el cardenal señaló que él se oponía a la aplicación de la pena de muerte para los culpables de delitos graves, pero explicó que «la pena de muerte para asesinos no puede compararse al asesinato de niños inocentes». Por lo tanto, «hay que evaluar fundamentalmente a los candidatos según si reconocen plenamente y están dispuestos a defender los derechos humanos, empezando por el derecho a la vida», de modo que «un candidato que no se oponga claramente al aborto y a la eutanasia no puede ser elegido por una persona que crea en Dios y especialmente por un católico, porque el aborto es un crimen horrible contra la vida de la persona y contra Dios».
Para el cardenal Müller, hay «tres puntos decisivos» en estas elecciones norteamericanas: «en primer lugar, el sí a la vida contra el aborto; en segundo lugar, la libertad de religión contra la generalización de la ideología de género; y, en tercer lugar, la misión de los Estados Unidos de defender la democracia y los derechos humanos contra las dictaduras».
En relación con este último punto, el purpurado señaló que la «rivalidad entre los Estados Unidos y la China comunista no es una competición deportiva por el primer o segundo puesto como superpotencias, sino entre las alternativas irreconciliables de democracia y dictadura». También afirmó que «el lema America first [Estados Unidos ante todo o en primer lugar] está justificado y es evidente para cada norteamericano. El Presidente y el Congreso se eligen para servir al bien común de los ciudadanos y del país en conjunto».
Aunque el cardenal no nombra a los partidos Demócrata y Republicano ni a los candidatos Biden y Trump, parece claro que sus afirmaciones tienden a favorecer al Presidente Trump. En efecto, este se ha distinguido por políticas de defensa del derecho a la vida de los no nacidos y por su rivalidad política y comercial con China, mientras que el partido Demócrata ha hecho del aborto libre uno de sus principios fundamentales. En cuanto a la ideología de género, la diferencia es menor, porque ambos candidatos parecen estar a favor de los llamados «derechos LGTB», pero, a diferencia de su oponente, el Presidente Trump es favorable a que la libertad religiosa no se supedite a esos supuestos derechos.