A ver qué haces
Uno de los objetivos de este blog es ofrecer a mis lectores las mismas cosas, pero vistas desde el otro lado del altar, y ya les digo yo que no todo es tan sencillo. Voy a poner dos ejemplos sacados de cosas que e han pasado y siguen pasando en el ritual de exequias.
Domingo del Domund. Perfecto. Pero mira por dónde, apenas unos minutos antes de la misa te aparece una familia con una urna que contiene las cenizas del esposo y padre. Y te dicen que han quedado con el encargado del cementerio para depositar las cenizas en un columbario y te piden el favor de que apliques esa misa por el difunto y depositar la urna delante del altar en la misa. ¿Qué haces? Hay una solución sencilla: es domingo, es la misa parroquial, tengo obligación de ofrecerla “pro populo”, por tanto, no por su difunto. Así que lo siento, pero es lo que hay.