CXVI. La «espiritualidad» de los cuerpos en el cielo
1436. –¿En qué consiste el cuarto y último don de la sutileza que poseen los cuerpos resucitados?
–En el capítulo del cuarto y último libro de la Suma contra los gentiles, Santo Tomás se ocupa de la existencia y naturaleza de la sutileza en la siguiente explicación: «El alma que disfruta de Dios se unirá perfectísimamente a Él y participará de su bondad en grado sumo conforme a su propia medida».
Se puede pensar que del mismo modo: «el cuerpo se sujetará perfectamente al alma, participando de sus propiedades en cuanto es posible, en clarividencia de los sentidos, ordenación del apetito corporal y en todo género de perfección natural; pues tanto más perfecta es una cosa en la naturaleza cuanto su materia se sujeta más perfectamente a la forma».