"La última cima" (escrito por César)
Salgo de la sala y hay hasta un par de curas hablando con unas señoras -no recuerdo nunca haber asisitido al cine con curas de espectadores, vestidos de cura, se entiende-, pero me marcho, esquivando a muchas más personas que salían de la proyección y a otros que entraban a ver cualquiera de las películas que proyectan en los cines Palafox de Madrid.
De camino a casa, me acuerdo de mis pecados recientes y me dan ganas de confesarme; parece que el gozo que sentí durante la proyección se ha esfumado. Demasiado tarde, son casi las diez de la noche, está visto que nunca seré santo. Menos mal que vivo cerca. Rezaré esta noche y pediré perdón, antes y durante el rezo…………………, voy pidiéndolo mientras camino. Una cerveza y a casa, la breve y siempre risueña charla con mis camareras favoritas………..y a casa.
La centralidad de la comunión con el Cuerpo de Cristo…………. eso me ha calmado y dado esperanzas. Lo que al comienzo se barruntaba como un protagonismo excesivo del director de la película -parecía Umbral,jajajajaja- y un repelús ante una posible hagiografía, una vez caído el telón del despiste juguetón y malicioso, se entra en una biografía de un ser querido. Ahí estan todos, los que le querían, le respetaban y hasta transeúntes entrevistados que despotrican de curas y la Iglesia -también de los que bien hablan de ambas, sin apenas conocerlas-, y sobre todo a los que D. Pablo Domínguez cambió sustancialmente la vida.

Abstenerse de hablar puede merecer la pena. No todo se puede decir y no siempre lo que se dice es importante.
Había estado, desde el amanecer y ya era mediodía, calafateando su nueva embarcación, una pequeña chalupa de una vela, poco más que un bote, pero el hombre quería que fuera marinera, él, que era un marengo de segunda, pues las calas de Agrigento, bien conocidas en sus años infantiles, merecían el esfuerzo.
Homilía para el Domingo XI del Tiempo Ordinario (Ciclo C)
Los esquemas son útiles y, a la vez, peligrosos. Resumir un escrito, atendiendo a sus líneas o caracteres más significativos, es, de algún modo, reducir a simplicidad lo que es múltiple y variado. El esquema, como un mapa, no sustituye el paisaje original, no puede dar cuenta de su variedad, de sus matices, de sus contrastes. Como máximo, proporciona una guía, un plan, unas coordenadas básicas.






