InfoCatólica / No sin grave daño / Etiquetas: tomismo

21.06.25

¿Necesitaba Adán, antes de pecar, la gracia intrínsecamente eficaz? San Agustín y su obra "De correptione et gratia".

San Agustín

En el año 419 San Agustín escribe una carta al presbítero romano Sixto, que luego será Papa, la carta 194, en la que trata el tema de la gracia y la predestinación.

Esta carta llega a manos de unos monjes africanos en el monasterio de Hadrumeto, que quedaba cerca de Cartago. La doctrina agustiniana de la gracia provoca una discusión entre los monjes, que al final deciden enviar emisarios a San Agustín para que les explique el tema.

San Agustín los recibe, les explica su doctrina y los envía de nuevo al monasterio con una copia de su obra “De Gratia et libero arbitrio” (años 426 – 427).

Le llegan noticias de que la lectura de la obra suscitó entre los monjes una nueva objeción: ¿por qué corregir entonces al que peca, si no ha recibido de Dios la gracia de no pecar?

Y ésa es la ocasión para que escriba “De Correptione et Gratia” (426 – 427).

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25.03.25

2.06.24

La predestinación según Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás

Muy interesante debate ha habido recientemente entre nuestro compañero Dante Urbina y el calvinista Jonathan Ramos acerca de la predestinación. En lo que sigue queremos exponer, en la medida en que lo permitan nuestras deficiencias, el pensamiento completo de Santo Tomás sobre el tema, acudiendo a la cuestión 23 de la primera parte de la Suma Teológica.

Donde Santo Tomás plantea plantea 8 interrogantes:

1. Si los hombres son predestinados por Dios.

2. Si la predestinación pone algo en el predestinado.

3. Si reprueba Dios a algún hombre.

4. Si los predestinados son elegidos por Dios.

5. Si el conocimiento previo de los méritos es causa de la predestinación.

6. Si la predestinación es cierta.

7. Si es cierto el número de predestinados.

8. Si la predestinación puede ser ayudada por las oraciones de los santos.

Aquí no vamos a analizar la respuesta que da a todos ellos, ni todas las objeciones, sino sólo lo que consideramos necesario y útil para hacer posible una claridad básica sobre lo que sostiene el Aquinate en este punto.

Todos los resaltados en negrita son nuestros.

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26.04.24

Realismo, idealismo, modernismo y progresismo

Modernismo

El excelente “post” de Bruno sobre el modernismo ha hecho revivir una idea que tenía hace tiempo de escribir algo sobre ese tema. A lo mejor repito algo que ya escribí antes, pero tampoco es que venga tan mal. Todos los resaltados en negrita son míos. 

En Filosofía hay dos tesis posibles, opuestas entre sí: el realismo y el idealismo. El primero dice que el objeto de conocimiento es independiente del sujeto cognoscente, el segundo dice que no lo es.

Tratándose de dos proposiciones contradictorias entre sí, se aplican los principios de no contradicción y tercero excluido: no pueden ser las dos verdaderas ni las dos falsas, una es verdadera y la otra falsa. Esto supone el principio de bivalencia (toda proposición es verdadera o falsa), que a su vez depende del principio de tercero excluido, porque una proposición cualquiera, o se adecua a la realidad, y es verdadera, o no lo hace, y es falsa.

El objeto conocido, o depende o no depende del sujeto cognoscente, no hay otra posibilidad. No sirve decir que en parte depende y en parte no depende. Sin duda, hay en nuestro conocimiento algo que procede de nosotros y no de las cosas, concretamente, el modo abstracto y universal que los conceptos tienen en nuestra mente. En la realidad no existe el “animal”, sino los animales, que además son distintos entre sí: perros, gatos, caballos, etc.

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28.01.24

El tomismo, filosofía del ser

Rheims

Con ocasión del 28 de Enero, fiesta de Santo Tomás de Aquino, van aqui unas breves líneas tratando de resumir la esencia de la filosofía tomista

El tomismo es la filosofía del ser. El ser es aquello por lo que las cosas son, el ente es aquello que es, el sujeto actual o posible del acto de ser. El ser, en efecto, es un acto, es decir, una perfección, y no cualquiera, sino la perfección fundamental, sin la cual las otras perfecciones, justamente, no serían, y no serían por tanto tampoco perfecciones. Por ejemplo, si al color azul se le quita el ser, se le quita también lo azul. Como el cantante es cantante porque es sujeto del canto, el ente es ente porque es sujeto del ser.

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